Suite información. Pedro Ignacio Altamirano. Málaga, 4 de septiembre 2023.- El Reino Unido de España, ¿por qué no?. Quién ha dicho que España no puede moverse, si así lo deciden la totalidad de los españoles. Eso es el respeto a la libertad y la democracia.
Muchos, y en muchas ocasiones, los más inmovilistas, aquellos que no se mueven de su sitio ya vean acercarse la gigante ola de un Tsunami, han criticado, critican y criticaran a todos los que intenten sacarlos de eso que hoy denominamos “espacio de confort”. Ha llegado el momento de moverse. Aquel que se quede sentado en el confortable sillón, que se quede, pero al menos que no perjudique al presente y futuro de España.
España no es culpable
Comenzaré por dignificar la palabra España. Denominación que parece avergonzar a muchos al pronunciarla, como si España fuese culpable de algo, más allá de dejarse torear por una interminable caterva de malos políticos, hasta dejarla morir y devorar por buitres hambrientos, del mismo modo que terminó la insuperable “Vaquilla” de Luis García Berlanga.
España no es el problema. El problema son sus políticos y las políticas egoístas que practican. Dicho esto, qué más da que España sea una República, una República Federal un Reino o una nueva fórmula territorial desarrollada a nuestras necesidades, siempre que sea aceptadas de forma democrática por todos, en igualdad y solidaridad compartida. Es muy fácil, sólo se necesitan tres cosas: Sentido común, democracia y generosidad. Juntos los integrantes que faltan.
Reino Unido de España
Si nos tenemos que poner a reformar, reformemos, pero con la opinión de todos, no de unos cuantos desde posiciones totalitarias de desigualdad. La opinión de un vasco o catalán vale igual que la de un andaluz, canario o castellano, sin más. Todos debemos participar, tanto la política, como los agentes sociales e intelectuales en un gran debate abierto. Para ello, las dos fuerzas políticas PP y PSOE, deben abandonar las trincheras a izquierdas o derechas y sentarse a dialogar con los españoles sin descartar a nadie, ni marcar líneas rojas.
España es una Nación. Digo esto para callar las palabras pocas afortunadas de aquellos inmovilistas que creen que transformar el modelo territorial supone destruir la Nación, cuando es todo lo contrario: fortalecer la Nación española. ¿Son los Estados Unidos menos Nación que España?, ¿Es el Reino Unido menos Nación que España?, ¿Es la República Federal Alemana menos Nación que España?. No, quizás sean más Nación que España. La Nación lo es por si misma, no por el cómo esta configurada. Una República Federal o un Reino Unido de España, serian tan Nación como la España de las autonomías.
Por tanto, mi opinión es tan válida para cualquier propuesta de cambio territorial como la de cualquier otro, ya sea de Barcelona, Bilbao, Vigo, Madrid o Valencia por citar algunas. Si hay que hablar de recuperar los territorios históricos, o naciones históricas, recuperemos desde la historia, no desde criterios inventados desde el interés. Porque historia es el Reino de Navarra no Euskal herria; Historia es Castilla, no Castilla La Mancha, Castilla León, Cantabria, Madrid o Logroño; Historia es Reino de Aragón, no Catalunya; Historia es Andalucía, Galicia, Canarias y Asturias. La historia es historia, y si hablamos de territorios históricos, hablemos, que sólo hay que mirar el escudo de España para entenderlo.
Lenguas
Que no me hablen de distingos por lenguas, porque el si hablamos de lenguas, Andalucía había que dividirla por sí mismo hasta desaparecer, porque como malagueño que soy, a veces entiendo mejor el catalán, que a un andaluz de la sierra de Málaga, de Granada o Córdoba. O desde cuando se hablan las lenguas, porque para lenguas las que se hablaban en Andalucía: Latín, Castellano, Árabe y Hebreo, que no las hablamos porque no nos hemos puesto a crear escuelas de “normalización lingüísticas” que debiéramos haber hecho, porque bajo ese criterio, seríamos tan nación como dicen los Catalano parlantes que lo son por lengua.
Esta propuesta no gusta a nadie. Lo sé. A los Unionistas porque siguen en la Una, Grande y Libre, que de Una tiene poco, de Grande no nos queda nada y lo de Libre que lo pregunten en Washington o Bruselas, veras las risas. Tampoco a los independentistas porque reconocer que el País Vasco fue siempre Navarra y no al revés, a Catalanes que siempre fueron Aragón, no les mola nada y por eso hay que reinventar la historia. A los Republicanos tampoco, porque el mal de los males pasan por la Corona, y tampoco a los monárquicos por lo contrario.
Todo esto es lo que nos destruye como Nación, y lo que nos hará desaparecer como tal. La intransigencia, el egoísmo y el totalitarismo ideológico. Yo he expuesto mi propuesta, clara y rotunda, una como podría haber expuesto cualquier otra. Un Reino Unido compuesto por: Aragón, Navarra, Castilla, Asturias, Andalucía y Canarias. Ahora rebatan y expongan la suya. Todas serán dignas de debate.
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