
Si hay un torero en la actualidad que hoy por hoy es ídolo indiscutible de Pamplona y recoge ese testigo en popularidad que dejó Juan José Padilla, el torero es Andrés Roca Rey. Y cuando Pamplona hace un torero suyo no hay quien se lo quite. Esta popularidad Andrés la tiene ganada a pulso y hoy la ha reafirmado con su séptima puerta grande. Por otro lado la corrida de Núñez del Cuvillo no ha cubierto las expectativas previstas, pues todos los toros han adolecido de ese fondo de raza y de casta yendo a menos en el último tercio. Morante de la Puebla ha dejado apuntes y buen toreo, y Talavante ha tirado de alquimia e improvisación en una tarde que tiene un nombre propio ya citado.
El primero de la tarde, “Morito“, no quiso cuentas de salida con el capote de Morante, saliendo muy suelto de los primeros lances de recibo. Tras el encuentro con el caballo, el de Cuvillo sí se enteró de donde estaba y en banderillas, tuvo la virtud de tener prontitud y fijeza, lo que durase en el último tercio. Los ayudados por alto en el inicio de faena de José Antonio tuvieron sabor y el torero lo intentó por ambos pitones queriendo aprovechar la bondad del toro, aún embistiendo sin clase. Pasajes sueltos en una faena perfectamente estructurada, pero sin eco en los tendidos. Media estocada.
El segundo, “Asturiano” no dijo nada en el saludo capotero en manos de Talavante, al igual que tampoco hizo cosas buenas en el caballo o en banderillas. El toro desentendido de todo, tampoco ofreció opciones de triunfo en la muleta, pero otra cosa es que Alejandro lo consiguiese meter en sus dominios como lo hizo. Talavante hizo el toreo con la diestra en una faena medida en el tiempo, sabiendo que el toro se podía poner difícil para matar. Pinchazo, estocada y golpe de descabello.
El tercero, “Fargonillo” salió echando las manos por delante. Tras el encuentro con el caballo, aunque fuese breve, el toro ya se enteró de donde estaba y en banderillas, bajo la lidia de Antonio Chacón, el toro se desplazó y dejó entrever que tenía faena. Roca Rey, tras brindar al respetable, inició la faena de rodillas para meterse al público en el bolsillo desde el minuto uno. La explosión se hizo en los tendidos, sobre todo en el sol. En el toreo fundamental y bajo el pasodoble Nerva, Andrés le dio fiesta al de Cuvillo por ambos pitones, demostrando que aquí es el Rey. Con la diestra lo cuajó con largura y ligazón, rematando con pases de pecho a la hombrera contraria. Con la zurda, la faena bajó algo de intensidad, pero aún así, mantuvo el interés en los tendidos. Puso la guinda con la diestra metiéndose entre los pitones hasta casi rozarle la taleguilla. Estocada.
El cuarto de la tarde, “Encumbrado” fue recibido por más de media docena de verónicas por parte de Morante de la Puebla, que pusieron al respetable en pie. El diestro sevillano, puso al de Cuvillo en suerte, y con el don del buen gusto y la templanza, todo apuntaba al estasis en los los tendidos. El toro de buena condición pero con las fuerzas justas, mostró fijeza en el tercio de banderillas. Tras brindar al respetable, José Antonio lo intentó queriendo ver opciones que nadie vio. Dejó detalles, y toreo por el pitón derecho, pero poco más. Dos pinchazos y media estocada.
El quinto de la tarde, el más justo de presentación para esta plaza, tuvo buen tranco de salida en el saludo capotero y de igual manera, en el caballo, que empujó. En banderillas, el toro pareció guarde algo, cosa que aclararía Talavante en el último tercio. Tras brindar al respetable, Alejandro despejó la duda, de que el toro no estaba sobrado de fuerzas, y tras un inicio espectacular de rodillas, comenzó la sinfonía con el toreo fundamental sobre todo por la diestra. Una vez que el torero cogió la zurda, el toro bajó la persiana. Poco o nada pudo hacer ya, excepto justificarse y acortar distancias con tal de sacar algún que otro muletazo. Cerró con manoletinas, pero sin repercusión en los tendidos. Estocada.
El sexto y último, “Pesadillo” tampoco era un toro de Pamplona. Muy pobre de cara. Este de Cuvillo, ya salió justo de fuerzas en el saludo capotero. Su paso por el caballo, no fue el más decoroso, y eso se traduce en falda de raza (Denominador común en toda la corrida) En banderillas, este de Cuvillo sí tuvo la virtud de galopar. Roca Rey, casi sin toro, le dió su fiesta particular por ambos pitones y le hizo embestir, aún sin condición. Cerró la faena yéndose a los tendidos de sol y metiéndose entre los pitones, buscando el griterío del sector de público que se encuentra ubicado en esta plaza. Y el público respondió ante el compromiso del peruano. Estocada
FICHA DEL FESTEJO:
Pamplona, martes 11 de julio de 2023. Séptima de la Feria del Toro.
Entrada: Lleno.
Toros de Núñez del Cuvillo