Un 25 de septiembre
pero del 303 d.C.
San Fermín
Obispo y Mártir

«La Tauromaquia
es la pasión que nos une…»
Hagamos de éste 2023
el año más Taurino
a pesar de las adversidades…
Felipe de Jesús Estrada Ramírez.
Cronista de la Ciudad…
(Bibliografía al final del texto)
Fermín etimología del nombre: Aquel que es constante, firme, recio, valeroso y sólido, es de origen latino…
Este Santo es el famoso patrono de las «Corridas de San Fermín» en España….
LA ORACIÓN A SAN FERMÍN.
Inmolado y glorioso San Fermín,
por el inmenso amor que le tienes a Jesús y María,
danos la dicha de saber, conocer,
amar y servir a Dios de tal manera como tú lo has hecho.
Por la inigualable pureza de corazón y la espiritualidad con la que viviste,
enséñanos la manera de escabullirnos a los pecados.
Por la fe que siempre le tuviste a Dios,
demuéstranos la manera de aceptar siempre su misericordia.
Por la gracia de tu muerte,
danos la dicha de vivir, crecer, envejecer y morir siempre en cristianismo
amando la santa cruz hasta el final de mis días.
Aquí hago mi solicitud.
Oh Dios, tú que nos has brindado al inmolado
y glorioso San Fermín,
un implacable guerrero de la fe católica,
bríndanos la dicha de poder predicar y compartir
nuestra fe de tal manera que él lo hizo.
para que vivamos próspera y sanamente,
en una vida llena de humildad,
siempre en acuerdo con el comunicado
de amor y fe que avisamos.
Te lo pedimos en el nombre de Jesucristo, nuestro Señor y Salvador.
Amén.
Mártir San Fermín, ¡ruega por nosotros!
San Fermín de Amiens, nació según su leyenda en Pamplona alrededor del año 272, murió en Amiens el 25 de septiembre de 303 fue un misionero cristiano, primer obispo de Amiens, cuya iglesia construyó. Fue martirizado y decapitado cuando tenía unos 31 años. Es patrón de Amiens, Lesaca, y co-patrón de Navarra junto con San Francisco Javier.
Nacido en Pompaelo, la actual Pamplona, hijo de un senador pagano de nombre Firmo, un alto funcionario de la administración romana que gobernó Pamplona en el siglo III. La predicación de san Honesto, quien había marchado a la península tras ser milagrosamente liberado de su prisión en Carcassonne, conmovió a sus padres, quienes sin embargo no se convirtieron hasta oír a san Saturnino de Toulose. El santo habría bautizado a Fermín y a sus padres en el lugar que hoy se llama popularmente pocico de San Cernin.
Bajo la tutela de Honesto el joven Fermín aprendió la religión y el arte de la prédica. A los 18 años fue enviado a Tolosa, donde sería ordenado. Tras predicar en Navarra, marchó a Francia, donde se asentó en Amiens. Habiendo organizado la construcción de la iglesia local, fue nombrado obispo a los 24 años. El Obispo Fermín volvió a Pamplona con la misión de evangelizar, consagrado ya como obispo, donde permaneció hasta los 31 años, antes de marchar a las Galias.

Fermín primero estuvo en Agen, luego en la comarca de Beauvais y por último en Amiens donde, tras soportar la persecución romana, convirtió, según cuenta la leyenda, en tan sólo cuarenta días, a tres mil personas. Parece ser que a los gobernadores romanos no les hizo especial gracia y, tras detenerlo y encerrarlo en la cárcel, lo degollaron en secreto un 25 de septiembre, que es la fecha en la que se recuerda su martirio.
En el siglo IX por aquel entonces, tal y como nos cuenta el historiador Roldán Jimeno, «a la hora de elegir el santo que cristianizaría a la ciudad, era muy normal escoger un personaje extranjero que diese cierto toque exótico y relevante a la urbe». En Amiens escogieron a Fermín, porque era vascón y romano a la vez y les resultó bastante atractivo. A partir de entonces, construyeron una historia que ha ido variando con el tiempo, a medida que ha sido transmitida de generación en generación…

La leyenda llegó a Pamplona por primera vez hacia el siglo XII, cuando el entonces arzobispo de Pamplona, Pedro de París, tuvo noticia de ella y trajo consigo una reliquia que fue depositada en el altar de la Catedral de Pamplona. Con el tiempo, el culto se fue extendiendo a toda Navarra. Para los habitantes de Pamplona, que existiera un santo que, además, había sido el primer arzobispo de Pamplona, fue un auténtico hallazgo; cambiaron parte de la historia francesa adelantando la evangelización de la capital navarra al siglo I, dato que contradecía la fecha de la leyenda de Amiens, que la situaba en el siglo III.
Distintos cronistas navarros recogieron esta versión y la fueron adecuando cada vez más. Con el paso del tiempo, el culto a San Fermín se fue acrecentando en las dos localidades, con particularidades locales. En el siglo XVIII se dieron a conocer “Las Actas Sinceras», de Miguel Joseph de Maceda, que mostraban la versión pamplonesa de la leyenda. Algún tiempo más tarde, cuando el texto llegó a Amiens, se suscitó una gran polémica respecto a la fecha, ya que la tradición pamplonesa decía que San Fermín había vivido en el siglo I, y la de Amiens, en el siglo III. Finalmente decidieron fundir ambas tradiciones y fueron recogidas en un libro. A la ciudad de Pamplona llegó una reliquia el año 1186, celebrándose la fiesta de su traslación el 10 de octubre. En 1591 la fiesta se trasladó al 7 de julio.
Actualmente su santoral se celebra el 7 de julio. En Pamplona se conmemora con unas fiestas de fama internacional, los Sanfermines, en las que destacan los encierros de toros.
Es además patrono de las cofradías de boteros, vinateros y panaderos…