Un 2 de mayo de 1808
José Castro Vázquez, matador de toros
fue fusilado víctima de la brutalidad
y represión del ejército francés.
CCXV Aniversario
1808-2023…
“Siento ardientes deseos de perpetuar

por medio del pincel
las más notables y heroicas acciones
o escenas de nuestra gloriosa insurrección
contra el tirano de Europa…”
Francisco de Goya
«La Tauromaquia
es la pasión que nos une…»
Hagamos de éste 2023
El año más Taurino
a pesar de las adversidades…
Felipe de Jesús Estrada Ramírez.
Cronista de la Ciudad…

José Castro Vázquez, Matador de toros, era natural de Madrid y vio la luz primera el 10 de octubre de 1762. Fue bautizado en la iglesia parroquial de San Sebastián, donde conoció de los principios básicos del toreo… En 1783 figura ya como chulo y banderillero en la plaza de Madrid, y 4 años después, en 1787, en febrero, actúa como novillero. En 1788 trabaja como media espada en unión de José Jiménez, y hasta 1793 aparece con frecuencia en las corridas de Madrid, como banderillero y como media espada. Fue banderillero en 1789, en las corridas reales por el juramento de Carlos IV… A fines de la temporada de 1793, exige a la Junta de Hospitales, que se le conceda el puesto de media espada para la temporada siguiente por tener más derecho que el diestro Lorenzo Badén, que ya había sido designado. En este mismo año ya había toreado en la Plaza de Sevilla. Lorenzo Badén, recomendado de José Romero, fue contratado y desde entonces deja de torear y no se supo de él para gloría de su nombre hasta el heroico día del 2 de mayo de 1808, José Castro Vázquez torero valiente no dudó en sumarse a la exaltación patriótica en contra de la bárbara represión del general Murat y fue uno de los fusilados y sus restos reposan en el pequeño cementerio de la Moncloa.
El 27 de octubre de 1807, se firmó el Tratado de Fontainebleau con lo que entraron a España las tropas aliadas francesas que iban camino a Portugal y pretextando los sucesos del motín de Aranjuez del 17 de marzo de 1808, Madrid fue ocupada por las tropas del general Murat el 23 de marzo de 1808. Al día siguiente, entraron triunfalmente a la ciudad Fernando VII y su padre, Carlos IV, que acababa de ser forzado a abdicar a favor del primero. Ambos fueron obligados a reunirse con Napoleón en Bayona para que abdicaran dando fin a su reinado y ceder la corona española en manos del hermano del emperador, José Bonaparte.
En Madrid Fernando VII constituyó una Junta de Gobierno encargada del gobierno antes de salir a entrevistarse con Napoleón. Pero el poder lo ejercía el General Murat. El 27 de abril, Murat solicitó, en nombre de Carlos IV, la autorización para el traslado a Bayona de los dos hijos de éste que quedaban en la ciudad, la reina de Etruria María Luisa, y el infante Francisco de Paula. La Junta se negó en un principio, tras una reunión de urgencia en la noche del domingo 1 al lunes 2 de mayo, y finalmente llegaron las instrucciones de Fernando VII a través de un emisario real desde Bayona, la junta lo autorizó.

El 2 de mayo de 1808, a primera hora de la mañana, la gente en Madrid comenzó a concentrarse ante el Palacio Real. El gentío conocían la orden que tenían los soldados franceses de sacar de palacio al infante Francisco de Paula último miembro de la familia real que permanecía todavía en Madrid, para llevárselo a Francia con el resto de la Familia Real, el tumulto asaltó las puertas del palacio. El infante se asomó al balcón provocando que aumentara el asalto. Un grupo atacó a una patrulla francesa que creyó que ya llevaban al infante por la fuerza, un batallón y dos piezas de artillería, empezaron a disparar contra la multitud… La violencia y lucha se extendió por todo Madrid. Durante toda la noche del día 2 y el día 3, el barrio de Maravillas, el Paseo del Prado, la Montaña del Príncipe Pío y el atrio del convento del Buen Suceso, en la Puerta del Sol, entre la calle de Alcalá y la carrera de San Jerónimo, fueron tristes escenarios de tanta gloriosa muerte. El pueblo quería impedir la salida del infante y quería vengar a los muertos y echar fuera a los franceses. La mayoría de las tropas de Murat cerca de unos 30,000 hombres ya estaban en la ciudad y mientras la gente usaba cualquier cosa como arma, piedras, palos el ejército recrudeció su accionar contra la población, fue una jornada sangrienta de degollamientos, acuchillamientos, balacera y cientos de madrileños, mujeres hombres jóvenes niños y niñas fueron masacrados, sin distinción de edad y varios soldados franceses murieron, solo fue cuestión de tiempo para que Murat se impusiera primero en la puerta de Toledo, la puerta del Sol y el Parque de Artillería de Monteleón, Murat sometió a Madrid bajo su orden militar y poner bajo sus órdenes a la Junta de Gobierno… Sometió con muerte violencia y sangre la resistencia en Madrid. Como testimonio histórico y la denuncia contra la intervención francesa, el célebre pintor Francisco Goya, en sus pinturas deja testimonio de aquellos trágicos sucesos en óleo sobre lienzo, en sus obras, “La carga de los mamelucos” y “Los fusilamientos del 3 de mayo, o de la montaña del Príncipe Pío”. Y el del pintor Manuel Castellano que está en el Museo de Historia de Madrid el cuadro sobre la muerte de Velarde el Dos de Mayo. Y el monumento a los Héroes del Dos de Mayo, de Aniceto Marinas hecho en 1891 e inaugurado en 1908. Malasaña y su hija batiéndose contra los franceses, por Eugenio Álvarez Dumont pintado en 1887.