La Monumental de Barcelona
Tal Día Como Hoy
27 de Febrero pero de 1916
se inaugura la Plaza de Toros;
“…La tercera plaza entonces de Barcelona,
el pueblo más trabajador de España.
Tomen nota de ello los que achacan
a la fiesta de los toros
nuestro desastre y nuestra ruina…”
Gregorio Corrochano…
Hagamos de la
temporada 2024
el Año más Taurino…
«La Tauromaquia
es la pasión que nos une…
Felipe de Jesús Estrada Ramírez
Cronista de la Ciudad.
(Bibliografía al final del texto)
Barcelona era una de las capitales
taurinas de España.
Tiene un aforo para 24,000 aficionados.
Fue en su momento la plaza de España
con más festejos taurinos…
El 27 de febrero como estaba anunciado se inauguró la plaza Monumental de Barcelona hicieron el paseíllo Gallito, Posada y Salei II con seis toros que resultaron mansos de Benmejua. El festejo no correspondió a la gran expectativa que había creado, los aficionados casi llenaron el monumental Coso cuyas entradas se ofrecieron a bajos costos: 3.75 pesetas tendido y grada de sombre. 3 pesetas andanada de sombra. 2 pesetas tendido y grada de sol. Y 1.75 andanada de sol. La plaza gustó aunque se mencionaba que no era tan cómoda como la de Arenas y se comentaba que los poco más de 9 mil aficionados que pueden acomodarse en el segundo piso, andanada ven la lidia desde muy lejos y algunas escaleras y bocanas eran angostas y no era fácil la entrada y salida de muchas de las localidades.
Salieri II hizo algunas cosas más de relumbrón con el capote que sus alternantes, dio amenidad a sus quites, quebrando de rodillas y con los rehiletes, pero no tuvo certeza en la suerte suprema con lo que no pudo redondear la faena. La presidencia actuó bien. El mejor de los picadores fue Zurito. Con la banderillas Cantimplas, con el capote destacaron Blanquet y Magritas. Hacía mucho calor a la hora del festejo.
En el mismo sitio donde se edificó en 1914 la Plaza Sport y aprovechando parte de los tendidos que acababan de construirse, se inauguró la Plaza Monumental de Barcelona siendo entonces la de mayor capacidad en el mundo.
Don Pedro Millá Camps, insigne barcelonés propietario del terreno liquidó e hizo trato con los que fueron momentáneos propietarios y arrendatarios de El Sport, se propuso a dotar a Barcelona de una gran Plaza espléndida y digna de la importancia de la hermosa Ciudad Condal, que pudiera albergar a todos los aficionados de todas las posiciones sociales, ya que con sus extraordinaria capacidad le permitiría ofrecer precios bajos y poner al alcance el asistir a los festejos a la mayor cantidad de personas.
El ilustre patricio barcelonés señor Millá, no reparó en gastos, ni sacrificios para edificarla. El monumental Coso está edificado en la manzana formada por las calles de Cortes, Marina, Diputación y Lepanto.
Consta de 3 fachadas que dan a las calles de Cortes, Chaflán Cortes-Marina y la de la calle Marina. La plaza tiene acceso y salida por 8 grandes puertas. 3 a la calle Cortes, que corresponden a Sol, 2 en Chaflán Cortes-Marina, 3 a la calle Marina y otra en Chaflán Marina-Diputación que es la entrada de favor y carnets de propiedad y las otras 3 para sombra. Además tiene en la calle de Diputación la puerta llamada de arrastre.

En el interior existen amplias que desembocan en los tendidos. Para los palcos, gradas y andadas hay 12 escaleras que finalizan a otras tantas bocanas para conducir al público a sus asientos.
La plaza es toda de ladrillo, hierro y piedra artificial a excepción de las gradas de sombra y de sol que son de madera.
Cuenta desde su inauguración con una gran Enfermería de la que fue nombrado Médico-Director Don José María Bartrina.
La plaza tiene 6 corrales, espaciosas cuadras y bien surtido guadarnés y todas las dependencias.
El aforo es de 24 a 25,000 espectadores.
30 palcos con 12 asientos 300. Sillones de antepalco 260. Delanteras de grada (primer piso), sombra90 Idem de andanada (segundo piso), ídem 260. Barreras, sombra 209. Contrabarreras, ídem 212. Sillones sobre Puerta-Ordenes 60. Tendido, sombre 3,400. Idem, sol y sombra 1,600. Andanada, sombra 4,500. Barreras sol 209. Delantera grada sol 225. Idem andanada sol 24. Tendido sol 4,500. Grada sol 3,500. Andanada sol 5,000. Total 24,349.
Autor del proyecto fue el arquitecto D. Ignacio Más, pero el que llevó a cabo la dirección de la obra fue D. Domingo Sugrañez ayudante de arquitecto del renombrado Señor Gaudi.
El costo se estimó en 1 Millón de pesetas. Son contar el valor del terreno.
La empresa formada por D. Julián Echavarría y D. Manuel Retana quedó como arrendataria por 8 años.
El servicio de caballos lo facilita el antiguo contratista D. Francisco Jiménez Quico. El Administrador de la propiedad es D. José Ubach. Administrador de la Empresa D. Juan Gumá. Jefe de Corrales el veterano Serafín Grego. Jefe de personal D. Juan Canals, que tiene honrada experiencia de 30 años. Del servicio de puyas y banderillas, está encargado el picador José Escolar, Colita.
La Monumental de Barcelona fue la tercera plaza de toros construida en la época de Oro de la fiesta en la Ciudad de Barcelona. No se construyó en el límite de la ciudad, si no en el centro, en la esquina de la calle Marina con la Gran Vía, trazada, con la Sagrada Familia y a pocos metros de la Plaza de las Glorias. Su éxito fue tal que la plaza se construirá dos veces… Manel Joaquim Raspall construirá una primera plaza novecentista muy diferente a la posterior. Planta baja calada casi al cien por cien soportada por arcos de medio punto, planta superior más maciza. Ladrillo visto. Una plaza bien proporcionada, elegante, sobria. Su éxito llevará a su promotor, Pere Milá, a ampliar un edificio totalmente nuevo. No contrató a Raspall para hacerlo, si no a un equipo de arquitectos compuesto por Ignasi Mas i Mirell y Doménech Sugranyes, para doblar el aforo ampliándola hasta que la plaza quede tangente a Marina y Gran Vía, tangencia reforzada por las macizas torres de acceso coronadas con aquellos huevos cerámicos tan característicos.
Se mantuvo la división en dos plantas con una planta baja más calada y una planta alta más maciza. El ladrillo macizo se aplacará de azulejo. Las obras se ejecutaron en un tiempo brevísimo: en 1914 se inaugura la plaza Raspall. En 1915 se cierra y en 1916 se reinaugura. La primera plaza fue conocida como “El Sport”. La segunda inauguración triunfal la rebautizará con el nombre de La Monumental de Barcelona.
La Monumental será un éxito absoluto. En 7 años cierra “El Torín”. Después de que Pedro Balañá adquiriese las dos plazas restantes, el empresario abandonará las Arenas a su suerte y primará la Monumental hasta darle la promoción e importancia que adquirió. La Monumental pasó a ser una de las 3 plazas principales de España, junto con la Maestranza y las Ventas.
Sus usos se empezarán a diversificar: espectáculos de boxeo, de circo y los primeros conciertos de rock importantes del estado: Los Beatles, y, unos diez años más tarde, The Rolling Stones.
La Monumental iene una derivada arquitectónica interesante. El arquitecto Antoni de Moragas i Gallissà compró la parcela de delante de la plaza, justo al otro lado del a Gran Vía, para hacer un edificio de 178 viviendas que se inauguró en 1962. Moragas, sensible a su emplazamiento, regalará a la ciudad una de sus obras mayores, diseñada con tanta sensibilidad que, además, quedará llena de obras de arte: pinturas de Todó, al menos una escultura de Subirachs y, como colofón, los trasdoses de los balcones que dan a la plaza impresos con unas fotografías de corridas de toros realizadas por Francesc Català-Roca una serie que también será una de las culminaciones de su carrera. El edificio se conoció con el nombre la Casa dels Braus.
En la temporada de 1930 se hicieron allí 57 paseíllos, más que en Madrid, más que en Sevilla, unas cifras extraordinarias si se tiene en cuenta que en la ciudad Condal ya funcionaba la Plaza de las Arenas. Llegaron a ser tres ruedos, con el de El Torín. Cantos promovio como nunca la fiesta y paró cuando murió Manolete, pero hasta entonces en 1947, en la Monumental se dieron 1,012 corridas. Algunas fueron gloriosas, como la del 19 de marzo de 1917, cuando Joselito El Gallo revolucionó el toreo. “Antes el toro pasaba, pero a partir de tardes como esa, comenzó a describir círculos alrededor del matador”. Joselito vestía de celeste y oro, el del hierro de Saltillo se llamaba “Mansonero” y cuando cuajó la faena de gran estocada, la multitud se tiró a la arena, tomó al torero a hombros y salió en gloriosa manifestación por el chaflán entre la Gran Vía y la Calle Marina cargando con su ídolo en un grito de tres kilómetros hasta el hotel. Joselito tuvo la gloria y la sombra. El torero más poderoso tuvo dos cornadas graves en su vida: La que lo mató en Talavera, la otra le hizo migas el hombro en Barcelona. Cuando después de la operación lo llevaron a atender al Hotel Oriente, los aficionados que esperaban a las puertas de la plaza se agolparon bajo su ventana y permanecieron bloqueando Las Ramblas hasta el amanecer. En la enfermería de la Monumental fallecieron 9 incluida la de una espectadora por muerte natural. La última, la del matador portugués José Falcón en 1974.
Barcelona tenía sus toreros preferidos, y los idolatró convirtiéndolos en sus ídolos. A Rafael El Gallo le regresaron un toro al corral y se tuvo que refugiar de la turba en la enfermería, pero fue muy querido, tanto que en 1914 pararon la corrida hasta que llegó el tren con el maestro en sus vagones… Los tendidos se cimbraban con Manolete, que derrochó su arte, valor y duende en 70 tardes en la Monumental. Era tal su imán con el público que las corridas se improvisaban y el empresario Balañá anunciaba “Manolete y dos más”. Los últimos toreros queridos de Barcelona fueron Serafín Marín, de Montcada i Rexac, que quedará para la historia como el hombre que hizo el paseíllo con la barretina calada contra la prohibición, y José Tomás. La leyenda reapareció con gloria el 17 de junio de 2007 en un fenómeno que tuvo bastante de cumbre mundial de aficionados y desde entonces no faltaban a su cita.
La Monumental es la única plaza que sobrevive íntegra hoy en día. Su situación es amenazada por dos razones diferentes ya que fue diseñada para la actividad Taurina abolida en Barcelona y que los propietarios del inmueble, espera sacar beneficio de él y puede ser derribada…
Aunque hay una gran propuesta de que la Monumental aloje la nueva sede de la Biblioteca Provincial de Barcelona. Le ayuda a este proyecto que la plaza está cerca de las Glorias, el nuevo centro de Barcelona. Grandes equipamientos como el TNC, el Auditori o el Dhub están muy cerca. Está excelentemente comunicada. Y se le puede construir un sótano sin demasiados problemas. Se le puede substituir las gradas por librerías. Su geometría quedaría intacta. En la parte alta se podrían alojar salas de reunión. La administración, podría alojarse en el espacio que queda sobre las calles Diputació y Lepant, por donde se podrían hacer las entradas principales por su fácil acceso por camiones, taxis o a pie. Una cubierta ligera podría cubir todo el conjunto. El ruedo podría convertirse en mesas en aquella tradición de bibliotecas circulares que van desde la gran Biblioteca del Congreso de Washington hasta la Biblioteca Pública de Estocolmo, de Asplund.
Barcelona tiene una gran historia taurina políticamente truncada, sentenciada aquel infausto 28 de julio de 2010 y con efecto desde el 1 de enero de 2012…