Suite Información. Pedro Ignacio Altamirano. Ginebra, Miércoles, 18 junio 2025. En la sede de Ginebra de las Naciones Unidas se denuncian y debaten las violaciones de derechos humano. Recordarlo resulta una obviedad para todos los que conocen el funcionamiento de la sede, para todos menos el Polisario, que, una y otra vez, insiste en el conflicto artificial del territorio.
A los separatistas se les olvida que representan lo peor de la maldad del ser humano. Son conocidos y aborrecidos por las mucha denuncias que reciben por sus continuas violaciones de derechos muy básicos de cualquier persona, como la privación de libertad mediante secuestros ilegales, asesinatos sin juicio previo, utilización de niños para la guerra y niñas como esclavas sexuales entre otros.
La insostenible situación del Polisario en Naciones Unidas
¿Qué hace este tipo de organización de tintes genocidas en la casa de los derechos humanos? Ofender y desprestigiar las Naciones Unidas que, bajo el paraguas del respetar a todo el mundo, les permite deambular por las instalaciones con plena libertad para el malestar general de todos los que, de verdad, trabajan por la paz y los derechos.
Necesitan, de forma desesperada, llamar la atención a cualquier precio. Ellos les obliga a la provocación continua a todo aquellos que se atreven a denunciarlos de forma pública y les da igual se son expulsados de las salas, lo único que buscan es publicidad. Ya son conocidos y por ello es insostenible e injustificable su presencia en sede.
No pueden evitar, ni callar, los testimonios de las víctimas internados en sus cárceles inhumanas donde son torturados. No pueden vitar los testimonios de mujeres que fueron apartados a la fuerza de su maridos para ser esclava sexual de terceros, del mismo modo que tampoco pueden evitar los testimonios de esos niños usados para la guerra y narran su sufrimientos y los graves problemas post-traumáticos, muchas veces irreversibles.
La verdad que no les gusta
La verdad que no aceptan es que en la actualidad, día a día, son más los países que, al mismo tiempo que apoyan la solución autonómica propuesta y ofrecida por SM Mohammed VI, denuncian las violaciones del Polisario. Verdad que les aterra porque los pone frente a un espejo al que no quieren ni mirar. Pocos apoyos tienen ya, más allá de los tiranos de turnos conocidos y reconocidos, de los países que utilizan al régimen dictatorial de Argelia.
Tampoco admiten el fracaso que ya supone el indecente programa de “vacaciones en paz” que cada vez engaña a menos familias europeas, conocedoras de la terrible verdad que oculta el programa. A la utilización de niños como propaganda política y recaudación de dineros que nunca llegan a las familias de los niños, sino que son apropiados por las clases dirigentes para el enriquecimiento personal y vivir como dioses en España mientras mantienen a los campos de Tinduf en la miseria, a modo de “Parque temático de la pobreza”.
¿Cómo pueden participar este tipo de organizaciones participar en Naciones Unidas? Quizás sea una de las reformas pendientes.
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