Suite Información. Redacción. Miércoles, 25 junio 2025. Ares Aragón deslumbra en la Finetwork Series Cups en Cartagena con coraje, talento y una actuación de campeón, Ares, piloto malagueño de tan solo 13 años, continúa asombrando al mundo del motor con su madurez, agresividad y determinación sobre su GP12, convirtiéndose en un nombre propio dentro del panorama del motociclismo base.
Cronos del sábado: potencia y estrategia
Desde la jornada del sábado, Ares dejó claras sus intenciones. En una tanda clasificatoria muy reñida, marcó el tercer mejor tiempo, lo que le aseguró un puesto en la primera línea de la parrilla, una posición clave para pelear por lo más alto desde el arranque de la carrera.
Primera manga: remontada épica y un podio que sabe a gloria
La primera manga no comenzó como estaba previsto. Una mala salida relegó a Ares hasta la décima posición tras la primera curva. Pero su carácter competitivo y su férrea voluntad de alcanzar su sueño de ser campeón del mundo de MotoGP le llevaron a realizar una remontada espectacular, adelantando rivales con inteligencia, técnica y valentía.
A falta de pocas curvas para la bandera a cuadros, Ares se colocó en primera posición, registrando además la vuelta rápida de carrera con un impresionante 1:53.237. Sin embargo, un pequeño error en la última curva y el efecto de los rebufos le impidieron consumar la victoria, cruzando la meta en una merecidísima tercera posición, ovacionado por el público por su demostración de pilotaje.
Segunda manga: velocidad, caída y una amarga despedida
En la segunda manga, Ares volvió a demostrar que era el piloto más rápido del fin de semana. En plena persecución al líder, el alicantino Francisco Monzón, y con la victoria al alcance de su mano, ocurrió lo inesperado: en la parte más rápida del circuito, sufrió una aparatosa caída.
El fuerte impacto se saldó con la fractura de clavícula izquierda y diversas magulladuras, aunque lo que más dolió al joven piloto no fue el golpe, sino el hecho de no poder culminar un fin de semana de ensueño con la victoria que tanto había merecido.
Fue trasladado en ambulancia al Hospital Virgen de la Caridad de Cartagena, donde se le realizaron las pruebas médicas pertinentes para evaluar el alcance de las lesiones.
Un corazón dividido entre Málaga y Puertollano
Aunque Ares reside y compite desde Andalucía, la sangre puertollanera corre por sus venas. Su familia paterna es originaria de Puertollano, ciudad minera que sigue de cerca cada paso de su joven piloto. Allí, la afición al motor se canaliza con pasión a través de su peña motera, Los Jabalines Salvajes, que vibra y se emociona con cada hazaña de Ares en los circuitos.
Uno de los pilares fundamentales en esta prometedora carrera es su tío, natural también de Puertollano, quien se ha convertido en su principal valedor, acompañando a Ares en este camino lleno de desafíos, curvas cerradas y sueños en marcha.
Puertollano se siente representado, se emociona y celebra cada podio como propio. Ares Aragón 33 no solo corre por sí mismo, corre por una ciudad entera que lo arropa como a uno de los suyos.
Una mentalidad de campeón a los 13 años
Pese al accidente, Ares ha vuelto a dar una lección magistral de pilotaje, mostrando una mentalidad ganadora abrumadora para un piloto de tan solo 13 años. Su capacidad de superación, su talento natural y su incansable lucha lo convierten en una firme promesa del motociclismo internacional.
Las victorias llegarán, y con ellas, el reconocimiento que merece un piloto que, a pesar de contar con uno de los presupuestos más bajos de la parrilla, ha demostrado ser uno de los talentos más grandes y comprometidos del campeonato.
Desde su entorno, su equipo y su afición —tanto en Málaga como en Puertollano— le deseamos a Ares Aragón una pronta y completa recuperación, con la esperanza de volver a verlo muy pronto luchando en los circuitos como solo él sabe hacerlo.
Porque Ares Aragón #33 sigue soñando despierto, y este sueño apenas ha comenzado.
¡Gas a tope, campeón!
Te puede interesar: Entrevistamos al joven piloto malagueño, ARES ARAGON — «toda una promesa»
