Suite información. Pedro Ignacio Altamirano. Málaga, 28 junio 2025. La democracia perdida. Dicen que los ciudadanos no se equivocan al votar, pero estamos ante la certificación de lo contrario, del peligro que ello conlleva para la libertad y la democracia que tanto esfuerzos nos costó conseguir.
Democracia perdida
Gracias a la desgracia de un sistema electoral injusto e insolidario, donde por ejemplo, el voto de un vasco vale por tres de un andaluz, nos encontramos con un sistema en el que las minorías gobiernan sobre las mayorías, cuando en democracia debe ser al revés, la mayoría debe gobernar con respeto a las minorías. Pero nos dotamos de un sistema electoral kafkiano que nos da resultados dignos de Kafka.
Ello se agrava aún más, cuando damos con un señor, con presuntos rasgos psicópatas, narcisistas y egocentristas elevados a la máxima potencia, que sólo le importa él y él, capaz de sacrificar a todos, incluido familia, por sus propios intereses egocéntricos. No dudó en cometer irregularidades en su elección como secretario general del PSOE, sino que, además, le quita importancia y justifica –bueno sólo fueron dos votos– cuando uno sólo justifica la anulación inmediata de cualquier votación democrática ¿sabrá Sánchez qué significa democracia?
Llega con toda su cara dura al gobierno en un acto, que ahora, desde la distancia, se observa como de máximo cinismo para “acabar con la corrupción y regenerar la política española”, cuando años después vemos con claridad que, lo que en realidad perseguía, era implantar un régimen filo mafioso y cargarse la separación de poderes –me huele mucho a Venezuela, Cuba o Corea del Norte– En resumen, llegó pervirtiendo la democracia interna del partido, con el único objetivo de implantar en España un régimen totalitario personalista, que no comunista.
Miente sin rubor ninguno, seguro de su impunidad que le otorga un gigante coro de palmeros incondicionales. Le da igual, mentir en España que mentir en el exterior, donde no puede tener ya peor fama –basta con leer los titulares de los grandes medios de información internacionales– Le da igual, se ríe de todo y de todos.
Lo que no sabe Sanchez, es que como dice el dicho “un hombre puede engañar a otro durante toda la vida, a todo el mundo durante un periodo de tiempo, pero no puede engañar a todos durante toda la vida” y los ciudadanos, tanto españoles como europeos ya comienzan a conocer a este caos de hombre que tenemos como presidente. Ni España ni la Unión Europea se merecen esto y comienzan a estar cansados.
Ya podemos salir todos a la calle a protestar. Le da igual, mientras este apoyado por esa banda desarmada de pseudo progresistas de cuarta división y unos nacionalistas incapaces de ver más allá de mañana, aguantará en el poder. A todos estos les recordaría un poema mío que bajo el título “Ícaro” recomiendo no acompañar a Ícaro en su caída, no se puede acompañar a los dioses en su caída, sólo dejarlos caer y enterrarlos bien para que no resuciten.
A los pseudo progresistas le diría que recuerden a Stalin o Lenin, que no dudaron en cepillarse a sus compañeros en primer lugar, o lo ocurrido en la Revolución francesa. Les diría que fuesen con cuidado, ya que Sánchez no dudará en eliminarlos de la política a las primeras de cambio que no los precise. Del mismo modo, les recomendaría a los nacionalistas que, además de despreciarlos de nuevo, tal como ya hacía antes de necesitarlos, están vinculando su supuesto futuro como países, a la corrupción y el totalitarismo. Les recomendaría que no jugaran con fuego y dejaran ya de apoyar a Sánchez. Sería un acto de seriedad y responsabilidad política, contra la corrupción y el totalitarismo ante la sociedad española, europea y occidental. Si en caso contrario continúan apoyando la corrupción filo mafiosa, podrían llegar a ser independientes, pero sin credibilidad, no serian homologados como estados demócratas y con las puertas de Europa cerradas. Ellos deciden.
Suresnes
A los socialista de verdad, les rogaría que tomasen, como ya hacen mucho, la palabra para denunciar la destrucción del socialismo democrático y unas siglas venerables y veneradas. No sería la primera vez. Les recuerdo el congreso de número 26 en la historia del PSOE y el 13 en el exilio, celebrado entre los días 11 y 13 de octubre de 1974 en el teatro Jean Vilar de la localidad francesa de Suresnes. Allí se consumó la escisión del partido y el traslado de la dirección a España, con una Ejecutiva comandada por Felipe González —Isidoro en la clandestinidad— quien, ocho años después, logró imponerse en unas elecciones generales por una incontestable mayoría absoluta.
¿Por qué no un nuevo Suresnes 51 años después y rescatar el socialismo democrático para España y al mismo tiempo salvar la democracia ya perdida?
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