
Manuel Recio Abad. Suite Información.- Todo un título tan evocador como sorprendente. Antonini de Jiménez, marchenero y por lo tanto sevillano, es un doctor en Ciencias Económicas sui generis. Declara haberse hecho taurino viviendo en Camboya. Todo ello tras producirse en él una extraña metamorfosis en la que el gusano socialista de formación universitaria marxista — la Universidad de Sevilla es una fábrica de socialismo — se transformó en una crisálida liberal convencida. No estamos acostumbrados a eso en un país, España, en el que el odio, la envidia y la revancha colorada se transmiten, al igual que el voto, de generación en generación. ¡Que pena!.

Antonini es directo, locuaz, fácil de palabra y un torbellino expresivo cuando expone sus ideas. Sabe captar la atención del oyente como nadie y empaqueta sabiamente un reducido número de ideas muy concretas que hacen pensar.
En un mundo cada vez más indoloro e insípido, en el que se han perdido infinitos valores, la savia nueva que transmite Antonini supone una bocanada de aire fresco frente al pestilente y carcomido hedor de la ideología controladora e impositiva socialcomunista.

Con valentía establece al liberalismo y a la libertad como los adalides que sin duda alguna saldrán victoriosos… pero sólo si nosotros así lo queremos.
España es un país de funcionarios en el que más de veinte millones de sus pobladores viven de recibir su correspondiente paga mensual por diferentes conceptos y justificaciones. Hay miedo a enfrentarse a aquellos que seleccionan a quien se le da y a quien no.
La tauromaquia para Antonini no es sólo un espectáculo, defiende con fuerza que ser taurino es una forma de ver y entender la vida , así como de actuar en ella. Todos los valores positivos y buenos que pueden darse en la humanidad están comprendidos en la tauromaquia.
Un magnífico prólogo del maestro Juan José Padilla nos adentra en un conglomerado de ideas bien definidas y orquestadas para ser tenidas muy en cuenta. La tauromaquia hace cultura, pero es religión. El toro no es sólo un animal, es un universo ciego, mudo y sordo. Fuerza bruta y a la vez pincel del artista….
“Aquellos que ven en la tauromaquia a un enemigo, lo ven en la libertad y por lo tanto en el hombre”. Afirmaciones que hacen meditar al lector, sea o no aficionado a los toros: “El más grande enemigo que enfrenta la fiesta de los toros es el que cree que cuando va a los toros va de fiesta”.
Para terminar, una excelente reflexión: ”La muerte, cuando se hace acompañar por un alma robustecida, no es ninguna tragedia»; uno aprende a reconocer que sólo es el final para las cosas que tienen final. De las eternas el alma te habrá curado de perderlas. Y, ¿dónde se pueden encontrar esos talleres para el alma?. En Sevilla, por decirte el que me pilla más cerca, hay uno en paseo Colón y se llama Real Maestranza. Ánimo!!”.
Genial Antonini de Jiménez.


