Álvaro Filgueira. suiteinformación.– La modernización del estadio Riazor y la selección de A Coruña como sede del Mundial 2030 representan una ocasión extraordinaria para la ciudad. Este evento no solo elevará el perfil de A Coruña a nivel global, sino que también atraerá significativas inversiones en infraestructura turística.
Recientemente, A Coruña ha sido confirmada como una de las sedes para el Mundial 2030, la única en el noroeste español. Este logro es fruto de una intensa preparación y coloca a la ciudad en una posición privilegiada para repetir la experiencia de 1982, cuando también fue sede mundialista. A diferencia de entonces, cuando varias ciudades del noroeste compartieron el honor, en 2030 A Coruña será la única representante de esta región.
La inclusión de A Coruña en la lista de sedes es un reconocimiento al potencial de la ciudad. Con la salida de la competición de sedes como Murcia, Gijón, Valencia y Vigo, A Coruña se destaca aún más. En un momento en que la demografía y la economía del noroeste han cambiado, este logro reafirma la importancia de A Coruña en el panorama nacional e internacional.
La distribución de las sedes del Mundial 2030 muestra una clara concentración en las áreas más ricas del país, con múltiples sedes en el País Vasco, Barcelona y Madrid. A Coruña, junto con Málaga y Sevilla, representará al resto de España, destacando la singularidad de su selección y la oportunidad que esto conlleva.
Más allá de cualquier percepción de injusticia por la exclusión de otras ciudades, lo cierto es que A Coruña ha sido afortunada. La ciudad tiene ahora la oportunidad de situarse en el centro de atención mundial, convirtiéndose en un referente del noroeste español. El impacto de ser una sede mundialista en 2030 será mucho mayor que en 1982, debido al aumento de la visibilidad global y las oportunidades económicas.
Tras el Mundial, Riazor no solo contará con un mayor aforo, pasando a 48.000 localidades, sino que podrá transformarse en un espacio multifuncional. El estadio puede seguir los pasos del Bernabéu en Madrid, que se ha convertido en un centro de eventos de gran relevancia. Esta transformación generará beneficios económicos tanto para el Deportivo como para la ciudad de A Coruña.
Empresas gallegas como Horta Coslada y Alumán ya han demostrado su capacidad en proyectos de gran envergadura como la renovación del Bernabéu. A Coruña tiene los recursos y el talento necesario para convertir Riazor en un estadio versátil, capaz de albergar eventos más allá del fútbol. La ubicación estratégica del estadio, en el centro urbano y frente al mar, lo hace ideal para esta transformación.
A Coruña podría convertirse en un destino para grandes eventos internacionales, como conciertos de renombre mundial. La reciente afluencia de gallegos y asturianos a Coimbra para ver a Coldplay es un claro indicio de la demanda de espectáculos de este calibre. A Coruña tiene el potencial para atraer a públicos de toda la cornisa cantábrica y Portugal, consolidándose como un centro cultural y de entretenimiento.
En este contexto, es crucial que el presidente del Deportivo y el Concello de Coruña trabajen juntos en lugar de enfrentarse. Cualquier conflicto interno perjudica no solo a los seguidores del Deportivo, sino a toda la comunidad coruñesa. La colaboración y la unidad son esenciales para aprovechar al máximo esta oportunidad única, asegurando que A Coruña y Riazor brillen en el escenario mundial.