El Roig Arena, el pabellón multiusos que el empresario Juan Roig impulsa en Valencia con una inversión de 280 millones de euros, prepara su estreno para dentro de un año, con un modelo de gestión que quiere que la instalación tenga actividad los 365 días del año y que sea sostenible a medio y largo plazo.
La instalación, con un aforo de 18.600 espectadores para conciertos y 15.600 para partidos, será la casa del Valencia Basket -el club del que Roig es máximo accionista- en las próximas décadas pero aspira a multiplicar su impacto económico y social con eventos y conciertos que igualen la categoría de la ciudad a otras capitales europeas en esos aspectos.
Plan de negocio
Así lo explica en declaraciones a EFE el director general del Roig Arena, Víctor Sendra, que incide en que el plan de negocio que garantizará el éxito del Roig Arena “será aquel que se centre en éxito en medio y largo plazo” y para ello el foco está en saber “lo que supone cada euro” y “qué valor se va a generar” en el recinto.
Preguntado por cuál es la cifra anual de facturación en la que se quieren mover, Sendra apunta que el Instituto Valenciano de Investigaciones (Ivie) prevé un impacto económico en la ciudad superior a los 10 millones de euros anuales. El informe de este instituto también prevé la creación de 300 puestos de trabajo.
El baloncesto será uno de los pilares de la programación de la instalación con un Valencia Basket que desde hace unos años ha impulsado también un equipo femenino y que aspira a consolidar tanto a este como al masculino en la élite del baloncesto europeo, tras haberlo hecho ya en las competiciones nacionales.
El Roig Arena se construye casi adyacente a ‘L’Alqueria del Basket‘, una instalación con trece pistas, vestuarios, gimnasio y enfermería para fomentar la cantera del baloncesto en la que el empresario invirtió cerca de 18 millones de euros y que se inauguró en 2017.
Pero el Roig Arena quiere tener mucha más vida que el baloncesto y el deporte y de todas las competiciones que pueda atraer en este ámbito y Sendra recalca que quieren que se convierta «en un lugar de referencia para celebrar eventos y, sobre todo, para disfrutarlos”.
“Entendemos que son varios los puntos importantes de cara a ello: la flexibilidad y adaptación del recinto a distintos formatos de eventos; la complementariedad de los distintos espacios; la diversidad de contenido (eventos deportivos, musicales, corporativos, gastronómicos…); o la apertura a las ideas y la colaboración con promotores, partners”, recalca.
La concesión
El recinto se levanta en una parcela municipal que el Ayuntamiento concedió a la empresa del también dueño de Mercadona.
El acuerdo inicial es de 50 años, prorrogables 25 años más, y el consistorio ingresará un canon anual «actualizable» de unos doscientos mil euros.
La concesión supuso también la cesión de una parcela cercana en la que están avanzadas las obras de la construcción de un parking en altura de 1.034 plazas, A cambio, Licampa 1617, la empresa de Roig, ha sufragado la construcción del colegio Les Arts, que se iba a levantar inicialmente en la parcela donde ahora se alza el pabellón y que está en uso desde el curso 2021-22 y realizará un parque anexo que ayude a dinamizar el barrio.
El recinto y su explotación
La previsión, explican a EFE fuentes de la empresa constructora, es que el Roig Arena finalice las obras entre primavera y verano de 2025 tras más de cuatro años construyendo un recinto multiusos que busca asimilarse e incluso superar a otros grandes espacios europeos como el Wizink Center, el Uber Arena o el O2.
Inicialmente, el presupuesto era de 220 millones y la previsión era inaugurar a finales de 2023 pero las mejoras que se han introducido en el proyecto, así como el alza de los precios, incrementó el coste en 60 millones y retrasó un año y medio las obras.
El recinto cuenta con una sala principal en la que se desarrollarán conciertos o partidos de distintos deportes, pero también tiene una sala multifuncional que contará con capacidad para dos mil personas y que permitirá acoger eventos en paralelo a lo que se realice en la otra sala central.
En 2020, Licampa firmó un acuerdo con la empresa valenciana de gestión musical ‘The Music Republic‘, responsable entre otros del FIB de Benicàssim, del Arenal Sound de Borrian, del ‘Festival de Les Arts’ en València, del Viñarock de Villarrobledo, del Interesterlar de Sevilla o del Madrid Salvaje. Juntas han creado ‘València 5 estrellas‘, que será la encargada de la gestión y promoción de conciertos.
Finalmente, la restauración será otra de las claves del pabellón, que contará con una zona ’Gastromarket’ y una restauración ’ad hoc’ para la zona de ‘hospitality’ y el catering en eventos los 365 días al año. Las tres terrazas de la instalación, un total de 4.000 metros cuadrados, serán una de las claves de esa pata del proyecto.
Cuenta atrás
A falta de poco más de un año para que se inaugure el recinto, ahora mismo las obras se centran en la cubierta y la fachada del recinto, después de que el pasado septiembre se terminara la instalación y el izado de las ocho cerchas que soportarán la cubierta. Estas ocho cerchas -cuyo peso individual oscila entre las 300 y las 450 toneladas- componen la armadura y suman un peso de 2.900 toneladas.
Estas obras continúan después de que el mayo de 2023, hace ahora un año, se aprobara la última de las licencias necesarias para finalizar el Roig Arena, por lo que desde ese momento se inició la fase 3 de ejecución de las obras, centrada en finalizar el recinto y que incluye los acabados interiores de todo el recinto, así como la licencia definitiva de funcionamiento.