Redacción Galicia.- El tenista en silla vigués Martín de la Puente no solo logró una medalla de bronce en los Juegos Paralímpicos de París, sino que también mostró con orgullo su celtismo en uno de los momentos más importantes de su carrera. Junto a su compañero de equipo, Dani Caverzaschi, con quien ha compartido tanto rivalidades como victorias a lo largo de su carrera, De la Puente se impuso ante la dupla francesa, asegurándose un lugar en el podio en la modalidad de dobles.
Un gesto de afouteza y orgullo celeste
Tras colgarse la medalla de bronce, De la Puente no dejó pasar la oportunidad de compartir un gesto simbólico que rápidamente conectó con la afición viguesa. Con la medalla al cuello, el deportista se quitó la sudadera blanca que vestía, revelando debajo la camiseta del Celta con el número 10 de su ídolo, Iago Aspas. Este gesto no fue casual: el dorsal de Aspas, referente del club, ha sido una fuente de inspiración para Martín, quien ha hablado abiertamente de su admiración por el delantero de Moaña en múltiples entrevistas y publicaciones en redes sociales.
El propio Celta de Vigo no tardó en publicar un vídeo del emotivo momento, resaltando el vínculo del tenista con el club y el orgullo que siente por representar sus colores en los escenarios más prestigiosos. De la Puente, desde niño, ha sido un fiel seguidor del Celta y ha encontrado en el equipo un apoyo constante a lo largo de su carrera deportiva.
Una carrera marcada por el esfuerzo y la afouteza
El celtismo no es solo un símbolo externo para Martín, sino que está profundamente ligado a su manera de entender la vida y el deporte. En una entrevista previa, el tenista hablaba sobre cómo la «afouteza» —un término que se refiere al coraje y la valentía— se manifiesta en su día a día como deportista de élite. Desde entrenar bajo condiciones adversas, hasta buscar una conexión wifi en medio de un torneo internacional solo para seguir el resultado de un partido del Celta, Martín ha integrado su pasión por el club en todos los aspectos de su vida.
Una de las anécdotas más curiosas que compartió fue cuando se encontraba en pleno torneo de la Copa del Mundo, preguntando en cada cambio de lado si alguien conocía el resultado del Celta. Para él, la afouteza es también regresar de Balaídos afónico tras un partido intenso, donde cada grito de aliento al equipo celeste le deja sin voz. Este espíritu de lucha y entrega que ve en el Celta lo ha trasladado a la pista, convirtiéndose en una de sus principales fuentes de motivación.
El apoyo mutuo entre ídolo y fan
La relación entre Martín de la Puente e Iago Aspas va más allá de la simple admiración. El propio Aspas ha felicitado a Martín en varias ocasiones, como cuando en 2022 el tenista logró una de las mayores gestas de su carrera al proclamarse campeón del US Open en la modalidad de dobles. Ese año, el vigués consiguió otra gran hazaña que llenó de orgullo tanto a su ciudad natal como a los aficionados celestes, que han visto en él un ejemplo de superación y éxito.
El apoyo de Iago Aspas no solo es un símbolo de la unión entre ambos deportistas, sino también una muestra del respeto y la admiración mutua que se tienen. Para Martín, llevar la camiseta de su ídolo en un momento tan crucial, como la entrega de la medalla en los Juegos Paralímpicos, no solo es un homenaje al delantero, sino también una manera de reafirmar sus raíces y su pasión inquebrantable por el Celta de Vigo.
Un triunfo con sabor local y universal
El bronce conseguido por Martín de la Puente en París es un logro significativo para el deporte español, pero también es un triunfo muy personal para el vigués, que sigue dejando huella en el tenis adaptado. Su vínculo con el Celta y su compromiso con la afouteza hacen que su historia sea única y cercana para los aficionados gallegos, quienes han visto cómo un joven apasionado por el deporte ha llevado con orgullo los colores de su equipo hasta lo más alto del podio internacional.
Este nuevo logro no solo subraya la calidad deportiva de Martín, sino que también pone de manifiesto su capacidad para inspirar a otros con su ejemplo de lucha, perseverancia y fidelidad a sus orígenes. Sin duda, su figura seguirá siendo un referente para todos aquellos que, como él, sueñan con alcanzar grandes metas sin olvidar nunca de dónde vienen.