Redacción Galicia. suiteinformacion.– Susana Rodríguez Gacio, triatleta viguesa y bicampeona paralímpica, ha conseguido su segundo oro en los Juegos Paralímpicos, consolidándose como una de las grandes figuras del deporte adaptado español. Este logro no solo refuerza su dedicación y disciplina, sino que también es una nueva prueba de que el esfuerzo constante puede llevar a cumplir los sueños más ambiciosos. A pesar de la superioridad que mostró en su última competición, Rodríguez Gacio subraya que llegar a lo más alto no es fácil y que cada medalla tiene detrás una historia de sacrificios y superación.
El camino hacia este nuevo triunfo no estuvo exento de dificultades. Aunque llegaba en buena forma, su preparación se vio afectada por una lesión de espalda que sufrió tras una caída en Vigo apenas unas semanas antes de la competición. Este accidente le impidió entrenar con normalidad en la fase final de preparación, sobre todo en natación, pero gracias a su esfuerzo y al apoyo de su guía, Sara, logró reponerse y llegar en condiciones óptimas. La nadadora, quien juega un papel fundamental en el tándem que forma con Susana, fue clave para superar uno de los aspectos más complicados del triatlón: la natación en aguas abiertas. La excelente coordinación entre ambas les permitió sortear las corrientes y giros complicados que presenta el río Sena, donde se celebró la prueba, y obtener así una de las mejores actuaciones de su carrera en esta disciplina.
A pesar de la magnitud de sus logros, Rodríguez Gacio es consciente de los obstáculos que ha tenido que superar. La caída sufrida en junio no solo representó un desafío físico, sino también mental. Retomar la confianza en su bicicleta tándem después de una experiencia traumática fue uno de los mayores retos que enfrentó junto a Sara, quien lleva la responsabilidad de guiarla. Este episodio, además de poner a prueba su resistencia física, requirió un profundo trabajo psicológico para superar el miedo que un accidente de tal magnitud puede generar.
Otro aspecto destacado de su trayectoria reciente fue el cambio de guía en pleno ciclo olímpico, una decisión que, aunque cuestionada en su momento, ha demostrado ser un acierto. Rodríguez Gacio destaca que este cambio fue necesario para afrontar las exigencias de París y, lejos de ser un inconveniente, le permitió disfrutar al máximo tanto de los entrenamientos como de las competiciones a lo largo de la temporada. La química y profesionalismo de Sara fueron determinantes para que el equipo alcanzara el oro.
Además de la incertidumbre provocada por las lesiones y los cambios en su equipo, la triatleta también tuvo que adaptarse a las modificaciones en las fechas de la prueba, así como a las dudas sobre la calidad del agua del Sena, que variaba según las condiciones climáticas. A pesar de estos factores, Rodríguez Gacio logró mantenerse enfocada y rendir al más alto nivel, demostrando una vez más su capacidad de adaptarse a las adversidades.
Más allá de lo deportivo, Susana valora profundamente la experiencia vivida en París y el poder compartir momentos con otros deportistas paralímpicos, cuyas historias de superación personal la inspiran. Para ella, los Juegos Paralímpicos no son solo una competición, sino también una oportunidad para aprender de sus compañeros y reconocer el esfuerzo de aquellos que enfrentan obstáculos aún mayores que los suyos. De manera especial, destaca a la maratonista Elena Congost, a quien, en su opinión, le habrían dado una medalla por el gesto de humanidad que tuvo con su guía, aunque le costara la descalificación. También resalta a la levantadora de pesas Loida Zabala, cuya actitud ante la vida le parece una lección que trasciende cualquier logro deportivo.
Rodríguez Gacio también reflexiona sobre las diferencias entre los Juegos de Tokio, que se celebraron en plena pandemia, y los de París. La posibilidad de competir con público y de tener a su familia y amigos cerca fue, según ella, una experiencia inigualable. En Tokio, la soledad y el silencio en las gradas marcaron un ambiente muy distinto, sumado a la constante preocupación por las pruebas de COVID-19 que podían impedir su participación si daban positivo. Este año, la triatleta pudo disfrutar plenamente de la emoción y los ánimos del público, lo que hizo la experiencia aún más especial.
Pese a haber ganado ya dos oros paralímpicos, Rodríguez Gacio sigue mirando al futuro con nuevos retos en el horizonte. Aunque su próxima meta es descansar tras una temporada intensa, no descarta seguir compitiendo en los grandes eventos internacionales como el Mundial y el Europeo, competiciones que asegura que afrontará con la misma ilusión que siempre. Respecto a su posible participación en los Juegos de Los Ángeles, prefiere no hacer predicciones a largo plazo, ya que es consciente de que la vida puede cambiar en cualquier momento.
A pesar de su creciente fama internacional, la viguesa se mantiene humilde y fiel a sí misma. Señala que su trabajo como médica la mantiene en contacto con la realidad diaria de las personas comunes, lo que la ayuda a no perder el norte. Ser portada de revistas como Time o tener una Barbie inspirada en su figura son logros que valora, pero asegura que sigue siendo la misma persona que antes, alguien que está comprometida tanto con el deporte como con su profesión en el ámbito médico.
Rodríguez Gacio, además, convive con un problema cardíaco diagnosticado hace un tiempo, pero lo tiene bajo control gracias a la medicación y a los cuidados que recibe. A pesar de esta condición, ha demostrado que su capacidad para competir y rendir a nivel mundial no se ha visto afectada, y que con el apoyo adecuado, tanto físico como mental, es posible superar cualquier barrera.
Ahora, tras una temporada llena de éxitos, la triatleta se prepara para volver a ejercer la medicina, una faceta de su vida que también le apasiona y que, asegura, no ha echado de menos durante su preparación para los Juegos. No obstante, está ansiosa por regresar a su trabajo y reencontrarse con la rutina de ayudar a los demás desde otra perspectiva. Con su actitud positiva y su enfoque en la mejora continua, Susana Rodríguez Gacio sigue siendo un ejemplo de perseverancia y superación, tanto dentro como fuera de la competición.