Tomás Frutos
Hasta 1.300 euros por ver a Jon Rahm. Un presupuesto de 157 millones. Un retorno esperado de más de 500 millones. Hoteles llenos. Un campo de césped inmaculado para hacer historia con un total de 300.000 espectadores ‘in-situ’. Tradición y lujo. Así es la Ryder Cup en la que Estados Unidos y Europa pugnan por levantar el mítico trofeo desde este viernes en Roma.
La edición más costosa
Cuando en 2015 se eligió a Roma como sede, Italia se puso manos a la obra para uno de sus proyectos deportivos más ambiciosos. Con un presupuesto de 157 millones según datos de la Federación Italiana de Golf (FIG), cuatro veces superior al de París 2018 según ‘Il Fatto Quotidiano’, es la edición más costosa de la historia.
Ahora Italia espera el impacto económico que beneficie las arcas del país. Porque ha invertido en carreteras para el evento, infraestructuras para la recepción de turistas e iniciativas de publicidad y marketing, entre otras tantas cosas.
Un proyecto a doce años vista (2016-2027) que, según la FIG y un análisis de la consultora KPMG, tendrá un impacto económico de aproximadamente 513,4 millones de euros en total como mínimo, siendo aproximadamente 277,4 millones procedentes de impactos directos y 236 millones a impactos indirectos.
Las experiencias cinco estrellas
La expectación por uno de los eventos más importantes del deporte agotó hace tiempo las entradas generales de la Ryder Cup, un torneo que está cerca de cumplir su primer siglo. Oscilaban entre 50 y 100 euros, pero volaron a un ritmo de vértigo. No queda ni una. La organización ofrece varias experiencias ‘Premium’ para disfrutar de este duelo que nació en 1927, en Massachusetts.
Desde entonces, y casi siempre cada dos años, se mantuvo la tradición del duelo entre norteamericanos y europeos -hasta 1979 solo era contra Reino Unido- que por ahora se salda con un 28-15 en favor de los estadounidenses. Eso sí, Estados Unidos no gana en Europa desde 1993.
El ‘Marco Simone Golf and Country Club’ de Roma, por el que ya se han dejado ver personalidades de la talla de Novak Djokovic, Carlos Sainz, Andrey Shevchenko o Gareth Bale, se convertirá también en un aliado de lujo para que el espectador que quiera saborear mejor los tres intensos días de la mítica competición por equipos.
¿La experiencia más cara? 1.295 euros para tener una vista privilegiada de los hoyos 16 y 17 con todo tipo de servicios VIP. También hay paquetes grupales, siendo 9.000 euros el paquete para 10 personas y 17.000 para veinte personas.
Roma, capital del golf
Durante tres días, Roma será un campo de golf con un Coliseo de fondo. Los polos metidos por dentro del pantalón y las gorras conquistarán la Ciudad Eterna, entregada a los aficionados del deporte de los hierros, los hoyos, el ‘green’ y el ‘búnker’. La ocupación hotelera es total. No quedan habitaciones, ni siquiera las que ofrecía la propia organización del torneo.
Roma se amoldará el transporte público a los horarios del torneo para que los miles de aficionados puedan llegar al club de golf.
El campo Marco Simone tiene una capacidad máxima de 50.000 personas, por lo que se ha estimado que serán 300.000 las que pasen por el recinto durante toda la semana. En el Hoyo 1, 5.000 asientos para ver las modalidades por equipos que darán el pistoletazo de salida.
Las entradas se vendieron en cerca de 85 países. El evento se retransmitirá en 201 países y hay más de 900 medios acreditados para su cobertura. Además, 80 cámaras estarán repartidas a lo largo de los 18 hoyos para producir la señal internacional de televisión.
Así se ha gestado esta Ryder Cup de Roma. La más costosa de la historia. Estados Unidos contra Europa. Una edición de lujo para un torneo legendario. EFE