Cuando cambiaron las motocicletas por Transformers de difícil calificación diseñadas por ordenador y no con el corazón, perdimos la esencia que siempre nos definió.
Cuando escuchas comentarios como que no lleva ABS, tiene tambor detrás, no tiene maping o control de tracción,te percatas de que no sabes si buscan una motocicleta o un mando de la x-box.
El ABS es una ayuda, en otras ocasiones un tostón, los frenos de tambor detrás, en muchos casos son mucho más efectivos que el disco, los maping y los controles de tracción son la antítesis de la emoción.
Ya es difícil divertirse hoy montando una motocicleta con tantas limitaciones, radares, restricciones y normativas, pero todavía quedan algunos fabricantes que reviven esas neoclásicas que pueden hacerte sentir alguna emoción.
Muchas veces, ves motos aparcadas que te cuesta saber si estás mirándolas por delante o por detrás, algunas no sabes si llevan asiento de pasajero o un palomar, las luces se asemejan a naves espaciales y en el manillar hay más botones que el mando de la play Station.
Plásticos y materiales raros, imposibles de reparar o pintar, electrónicas y mecánicas que ni los talleres saben manejar, en definitiva ,pagar, pagar y pagar.
Por qué hoy ya no hay mecánicos, hay cambia piezas que a través de una pantalla van reemplazando piezas, muchas veces sin acertar.
Aceite, gasolina y cojones es lo único que necesita una moto para hacerte disfrutar, en todo caso alguna bombilla que cambiar….