Redacción. Xavi Altamirano. suiteinformación, 12 Enero 2022 –
¿Cuántos amigos tenemos que hayan participado en el Dakar?
Para algunos es fácil.
Recuerdo que en el 1982, Mark Thatcher – el hijo de la “Dama de Hierro” participó con una chica como copiloto, Anne-Charlotte; pues éstos, junto a su mecánico, desaparecieron durante seis días en el Sáhara.
Los aficionados recordaréis que al año siguiente, el 83, ganó un actor, Claude Brasseur; iba de copiloto nada más y nada menos, que de Jacky Ickx (piloto de formula 1 y con seis victorias en las 24 Horas de Lemans).
Después de ellos, Alberto de Mónaco lo corrió en dos ocasiones, sin lograr terminarlos – en las dos ocasiones duró un día más que Alfredo y Alberto, llegó al día 13 – .Su hermana Carolina lo corrió también con su marido Stefano Casiraghi.
De mi barrio de Huelin, en Málaga, no recuerdo que nadie haya participado en el Dakar.
A gente como Ari Vatanen en su día, o como a Sébastien Loeb ahora, no les costó mucho acudir al Dakar – a Fernando Alonso no le costará – tampoco le costará a Carlos Sainz Junior correrlo cuando se le antoje. Pero para los humanos aficionados de a pie, esta aventura es estratosférica
Pues nuestros malagueños adoptivos, Rubio y Benedicto, ya pertenecen a ese reducidísimo grupo de Dakarianos.
Han demostrado tener esa forma de ser, desde la que se logra algo muy difícil – algo que los filósofos intentan explicarnos, no sin dificultad – “ el entender la vida “.
Imaginad que al leer un libro, no existiese la opción de volver a la página anterior, ¿con cuanta atención leeríamos el libro?. Pues así hay que hacerlo.
En la vida sigue tus sueños … ellos saben el camino.
Lo tienen clarísimo.
Estos dos craks, en su día a día ya demuestran su saber hacer. Eligieron un objetivo empresarial que comparten, y el éxito le acompaña en GECONSA. En esta aventura, han actuado con el mismo saber hacer – se han rodeado de los mejores – de ahí, la magnifica relación que mantienen con todo el equipo, y en especial con quién les ha guiado de la mano, Miguel Puertas – antes, en la preparación, y durante la participación en este legendario evento.
Lo tenían y lo tienen claro.
Saquemos una importante enseñanza de Alfredo y de Alberto:
Como explica Mae West :
Solo se vive una vez la vida, pero si se hace de forma correcta, con una vez basta
No habéis ganado el Dakar, ni falta que os hace.
Con la gran inteligencia y capacidad de haberlo disfrutado y compartido, habéis conseguido la admiración de todos los que os rodeamos.
Sois dos campeones de la vida.
Yo he cambiado mi tarjeta de visita por ésta: