Xavi Altamirano. Suite Información.- Todo podía ocurrir. El clima en Lemans es poco predecible incluso en horas, y el domingo fue exactamente así, toda una locura en la calle de garajes y en la parrilla. Un Marc que sale andando de la formación y toca el asfalto justo antes de la warm-up lab, pone los pelos de punta a todos los estrategas pensantes de los equipos y en ese momento todos deciden que si para Marc, todos paran. A partir de ahí, bandera roja y todo lo demás, una locura.
No nos podían explicar quien tenía dos long lap , y quien podría entrar a cambiar de moto.
Lógicamente, si estas muy atrás en la parrilla, puedes arriesgar a ir distinto a todos, y ese fue el éxito del francés, que hizo llorar a su padre en el garaje como una Magdalena; gran alegría general en su circuito.
Un irreconocible Marc Márquez actuó frio y calculador, y no arriesgó absolutamente nada; los demás tenían que mover ficha, y ¡vaya que la movieron! terminaron en el suelo, el hermanísimo y el todo poderosa Bagnaia, justo los dos que persiguen al sheriff.
No solo se iba a caer este año Marc, todos los que van rápidos se arrastran por lo negro más de una vez al año; esperemos que los nuestros ya hayan acabado con sus cupos de caídas, difícil será.
No recuerdo que nadie haya ganado un mundial sin sufrir ninguna.
En este orden acabó la locura, con el rookie de moda delante del murciano y de Viñales.
Aldeguer si que es un privilegiado, ya que llegar y topar con el equipo Gressini en estado de gracia, con todo el apoyo oficial ducati y la ayuda — no tan oficial — del hermano del compañero, es caer de pie en este mundial, en el que va a resultar carísimo destacar fuera de los hermanos Márquez, que están escribiendo una historia «muy viva» de este deporte.