
El calcetín de spinnaker ha cambiado la navegación en solitario. No fue hasta mediados de los años 80 que Etienne Giroire fundó ATN, empezando a producir un sistema que realmente funcionaba. Navegantes legendarios como Eric Tabarly habían estado probando varios sistemas con sus fabricantes de velas, pero ninguno funcionaba de manera fiable. Al navegar en solitario, una forma rápida y fácil de manejar el spinnaker es fundamental para el éxito de una regata. Entrevistamos hoy a Etienne Giroire, el padre de los calcetínes de spinnaker moderno, que los viene produciendo desde 1985.
Etienne Giroire nos habla de la historia del calcetín de Spinnaker
¿Qué tipo de equipamiento había cuando te involucraste en el mundo de la navegación en solitario?
El comienzo de la historia del calcetín de spinnaker ATN se remonta a cuando decidí involucrarme en la segunda edición de la BOC Challenge. Por casualidad había navegado hasta Newport, desde donde empezaba la regata, con Bruno Peyron con su gran catamarán. Había muchos franceses en Newport trabajando en los barcos de la BOC. La mitad de la flota era francesa, por supuesto, la navegación de altura estaba dominada por los franceses. Es allí donde descubrí que todos los calcetines de spinnaker, incluso los que utilizaban los mejores patrones, no funcionaban en absoluto. Ni siquiera los de Doyle, North Sails y otros. No había nada seguro en el mercado y allí vi una oportunidad.
Es en ese momento que decidí montar un negocio de calcetines de spinnaker y fundé ATN Inc., que hasta el día de hoy sigue siendo mi principal fuente de ingresos. Hasta la fecha, hemos hecho 30.000 calcetines de spinnaker ATN, que sigue siendo nuestro producto de más éxito.
En 1985 había muy pocos winches autocazantes, y todos los barcos iban equipados con un piloto de viento. Era el principio de la navegación de altura en solitario. Nací en Francia, así que soy parte de esa generación que tuvo muchos navegantes legendarios. Conocí personalmente a navegantes como Alan Colas, Eric Tabarly, Jean Yves Terlain y Bruno Peyron. En ese momento, esos chicos eran las estrellas de la vela, y siempre pensé que algún día me hubiera gustado entrar en el mundo de la vela en solitario.
¿Tu también navegabas en solitario?
Fui capitán profesional durante un tiempo al llegar a Estados Unidos. En los años 80, navegué como capitán en algunos de los barcos más bellos de la época. Siempre quise navegar en solitario, era el paso lógico. Así que, mi primera regata en solitario fue la OSTAR en 1992. Encontré un formula 40 abandonado, construido en Estados Unidos en 1985, cerca de Newport, Rhode Island, y lo compré por 15.000 dólares.
Lo arreglé y en 1992 navegué en solitario desde Florida hasta Plymouth para participar en la OSTAR. Llegué un miércoles y la salida de la regata era el sábado siguiente. Tuve toda clase de problemas con el barco después de la entrega. Así que esto fue el comienzo de la navegación en solitario para mí. Lo hacía porque consideraba que cualquier navegante de verdad debería hacerlo, como un desafío personal. Entonces me di cuenta de que me gustaba mucho, me lo pasaba fenomenal, era muy divertido y muy gratificante.
Gracias a mi calcetín de spinnaker y a mi círculo de amigos siempre he permanecido en este ambiente. Soy parte de esa pequeña multitud de navegantes en solitario, somos como una pequeña familia.
¡La primera Mini Transat, una epifanía!
Permítanme mencionar también que tuve la suerte de estar en Antigua en 1977, como joven marinero a bordo de un Swan 65. Yo era sólo un marinero, pero allí vi la llegada de la primera Mini Transat, en Antigua. No tenía ni idea de que los Minis llegaran allí, fue una coincidencia. Vi a Daniel Gilard ganar a bordo de su barco de 6 metros y medio de eslora. Jean-Luc Van Den Heede terminó la regatta, Loïck Peyron también estaba allí, había muchos navegantes que tuvieron carreras increíbles.
Cuando los vi llegar pensé wow es aquí donde hay que estar. Realmente me quedé impresionado y fue entonces cuando decidí que, en algún momento, habría conseguido hacer una navegación en solitario. Así que esa fue mi iniciación a la navegación en solitario, y vaya iniciación, estaba como hipnotizado.
¿Cuáles fueron los problemas con los primeros calcetines de spinnaker?
Estás tocando un tema muy importante para mí y creo que me puedo definir como un verdadero experto en materia. A lo largo de los años, he pensado en esto durante mucho tiempo, como te puedes imaginar. La génesis del calcetín de spinnaker está relacionada principalmente con Eric Tabarly. Después de que Eric Tabarly ganara la OSTAR en 1964 con Penduick II, mantuvo el barco, lo trajo de vuelta e hizo todas las regatas en Europa. 1965, 1966, siempre navegaba a bordo del Penduick II, optimizando el aparejo. Luego hizo la copa del Rey, creo que se llamaba así, en Escandinavia, en el mar Báltico.
Los suecos son navegantes entregados, hay un montón de buenos navegantes allí y, allí, Eric fue a un salón náutico. Caminando por el salón náutico, vio algo que le llamó la atención, se trataba del comienzo del calcetín de spinnaker. El sueco que lo había inventado lo había patentado. Pero, realmente, ese producto no llegó a ninguna parte y pasó desapercibido. Fue en 1976, cuando Eric Tabarly quería participar en la OSTAR con el Penduick VI, que se fue a ver a su fabricante de velas. Le dijo a Victor Tonner que quería hacer la regata pero necesitaba algo para manejar el spinnaker.
Eric Tabarly llevaba tiempo pensando en ello, fue el resultado de un diseño muy cuidadoso. Debido a que ganó la regata y que su nombre era Eric Tabarly, los fabricantes de velas por fin tomaron en serio el concepto de calcetín de spinnaker. Como te puedes imaginar todos los fabricante de velas de Francia empezaron a producir sus propios calcetines de spinnaker!
El problema de la línea de control
El principal problema con el calcetín de spinnaker es que nadie había resuelto el problema de la línea de control dentro del calcetín de spinnaker. La mayoría de las veces dicha línea se enredaba con el spinnaker. Así que cada vez que se izaba, el calcetín de spinnaker se enredaba con la línea de control que estaba dentro del calcetín de spinnaker. Había otros problemas, pero creo que ese era el problema principal.
Entonces, lo que hice fue crear un calcetín lateral a lo largo del calcetín principal que contiene la línea de control. Al estar dicha línea atada entre sí, creando un loop, Así que, para izar el calcetín del spinnaker se estira de un lado y para amainarlo se estira del otro. Había resuelto el problema de que la línea se enredara con la vela, ya que no podían tocarse entre sí. Además, el calcetín lateral está hecho de un color diferente al calcetín principal para poder comprobar que el spinnaker no se enrolle sobre si mismo. Así que, gracias a este sistema, se puede comprobar en seguida si el spinnaker se ha enrollado sobre si mismo. Esto también resultó muy útil al izar el calcetín del spinnaker cerrado, ahorrando muchos problemas.
La boca del calcetín perfecta
Otro componente es la boca del calcetín en la parte inferior, la abertura por donde se introduce el espinnaker en el calcetín. Solía ser redonda, he podido ver de primera persona algunos calcetines de spinnaker de Eric Tabarly. Era un asunto peliagudo, el anillo inferior era un anillo de acero con pequeños puntos de sujeción. El primer paso fue no hacerlos redondo sino en forma ovalada. La forma ovalada funciona mejor, cuida mejor del spinnaker y ocupa menos espacio en la bolsa. Además, emás fácil de empujar a través de una escotilla. La forma ovalada es una forma mucho más lógica.
Se trata de una boca de calcetín doble, con una apertura interior muy suave. Los hicimos de kevlar y epoxy y en 5 tamaños diferentes para barcos de cualquier eslora. Además eran bonitos, así que supe que cuando un fabricante de velas hubiera visto uno, lo iba a querer. Muy rápidamente, cuando empecé, Hood me los encargó y tamibén North Sails, a pesar de que luego ambas empresas me los copiaron. En cambio, todos los pequeños fabricantes de velas en Estados Unidos estaban muy agradecido de que alguien hubiera creado un calcetín de spinnaker adecuado.
Los suministraban a muchos navegantes, es que ahora los fabricantes de velas tenían un sistema que funcionaba. Muchos fabricantes de velas acabaron vendiendo muchos más spinnakers que antes. Gracias a mi calcetín, el spinnaker se convirtió en una vela de crucero, no solo en una vela de regatas. Hasta la fecha hemos hecho 30 mil de ellos y seguimos vendiéndolos. He añadido otros productos ATN como el Mastclimber pero, hasta el día de hoy, el calcetín de spinnaker es nuestro producto principal. Hacemos calcetines de spinnaker de 60 metros, con bocas de calcetín de casi 2 metros de ancho.
La línea de control de los calcetines de spinnaker está hecha de un material bastante particular, ¿verdad?
Sí, la línea de control es bastante especial, probamos diferentes tipos hasta que encontramos la ideal. En la época de Eric Tabarly se utilizaban cabos de tres hilos. Pero un cabo de tres hilos se desenrolla muy mal, se tuerza sobre si mismo. Cuando lo utilizabas, dichas torsiones se quedaban atascadas dentro del bloque de cabeza en la parte superior del calcetín de spinnaker. El primer paso fue encontrar un cabo que no se torciera en absoluto, que fuera hacia arriba y de vuelta sin ningún problema. La línea de control tiene que ser muy suave porque no quieres que se tuerca en ningún momento.
La línea de control es un loop, para izar el calcetín de spinnakeres hay que estirar de uno de los dos lados y cuando no hay ningún tipo de carga, sólo el peso del calcetín, resulta muy facil. Ahora, para bajarlo, especialmente en los barcos grandes, puede haber grandes cargas, porque el spinnaker no quiere doblarse. A veces, uno se puede colgar literalmente de la línea de control del calcetín de spinnaker con todo su peso y no conseguir bajarlo. Así que la línea de control que yo suministro está hecha de dos líneas diferentes empalmadas entre sí.
La línea ascendente es una línea pequeña, de 6 mm, 8 mm o 10 mm dependiendo del tamaño de la embarcación. Es muy suave, está hecha de nylon, porque quiero que tenga algo de estiramiento. Esto nos permite utilizar un pequeño bloque Harken en la parte superior. No hay necesidad de utilizar un gran bloque pesado en la parte superior que sólo añade peso. Una vez que la línea pequeña haya pasado por el bloque, se empalma con una línea más pesada, de 12 a 15 mm, según el tamaño de la embarcación.
Los errores más comunes
El error más común que veo que hace la gente cuando quieren bajar el calcetín de spinnaker es que sueltan la escota. Si amollas la escota navegando a un largo, el spinnaker permanece bajo el efecto del viento y vuela hacia adelante. Si estás en un barco pequeño no es un gran problema, lo puedes bajar con tu propio peso. En un barco más grande, en cambio, se convierte en un problema más grande, obviamente las cargas en juego son mucho mayores.
La mejor manera es pasar la línea de control del calcetín a través de un bloque de trinquete en cubierta a popa de la vela mayor. Después, te sientes y tiras hacia abajo la línea de control del spinnaker con total seguridad. El spinnaker estará a sotavento de la mayor, protegido del viento. Para hacerlo te abres a un largo o en popa redonda, sin exagerar ya que podrías trasluchar. Así que mientras están navegando cómodamente en popa redonda enrollas la escota del spinnaker con el winch llevando el spinnaker a sotavento de la mayor.
El spinnaker perderá parte de su presión y será más fácil de manejar. En ese momento se suelta por completo el cabo de amura. Que tiene que ser lo suficientemente largo y tener un nudo de tope al final para que no salga volando. El spinnaker volará suelto a sotavento de la mayor. Es entonces cuando se baja rápidamente el calcetín de spinnaker, se abre la escotilla y se tira todo bajo cubierta en total seguridad. Al alentar la driza del spinnaker ya se podrá bajar con mucha facilidad. Esto es como hay que bajar un spinnaker, sobre todo en barcos grandes.
La evolución de la boca del calcetín


