Paloma Postigo Pérez. Suite Información.- Escribir memorias se ha puesto de moda, y, en algunos casos, han dado como resultado la salida del armario de muchos secretos polvorientos anidados por temas políticos, sociales o que, simplemente, estaban esperando su momento económico.
¿Y escribir sueños? Esos sí que resultarían interesantes. Imaginemos que soñaría Feijoó, o Abascal, Sánchez o Montero. Yo pagaría por saber los sueños de Yolanda, sí, esa que parece soñar despierta y mezcla la realidad con los deseos.
Soñar es gratis pero no sale gratis.
Antes soñabas con una casa y te pasabas la vida trabajando para llegar a conseguirla. Si te esforzabas, lo hacías realidad. En este momento puedes llegar a conseguir algo parecido a un hogar pero sin puertas. Poco más.
Otro sueño recurrente es el de tener hijos o montar un negocio. Hace unos años éstos eran sueños protegidos e intocables de por vida. Ni se te ocurra soñarlo hoy porque te levantarás con resaca emocional y agotado por esforzarte en recuperar tu casa de las garras de un “alguien” o incluso sustituyendo a tu empleado porque ya no puedes pagarle.
¿Es así o no? Me apuesto lo que sea a que nadie es capaz de contradecir lo anterior.
Ya que estamos de acuerdo en lo esencial, lo suyo es crear una terapia de grupo, con todos los que deciden nuestros sueños, e incluso con los que aspiran a ello.
Empezarán como en cualquier grupo de adictos, a reconocer errores y a escuchar los testimonios del resto. Los primeros 90 minutos serán difíciles, lo sé Pedro, pero créeme que te sentirás mejor soltando lastre y echando alguna lágrima al sentir como un individuo -“X”- se carga los sueños de un autónomo -“Y”- ( que ha perdido su negocio por no poder con los impuestos) dando fuerte patada a la puerta de su vivienda.
Después de varias sesiones el cambio de actitud se hará evidente. ¡Ten fe Alberto!. ¡Yolanda propondrá bajar las cuotas de los pequeños empresarios, qué digo bajar! Las quitará directamente.
Pedro tendrá mucho mejor aspecto, a las 17 horas ya habrá comido porque llevará una vida de tranquilidad ya que no se meterá en camisas de otras fronteras y fomentará la seguridad ciudadana mediante leyes que ayudan a los propietarios.
Feijoó cenará una vez a la semana con la familia Sánchez y darán gracias a Dios por los alimentos ingeridos y las terapias asistidas.
La unión hace la fuerza, la comprensión desempolva sueños.


