Suite información. Pedro Ignacio Altamirano. Málaga, 12 marzo 2025.- Un mariscal austriaco se pregunta ¿hay algo peor que la guerra?, y el mismo responde ¡perderla!. Parece que la falsa progresía que, por desgracia lo inunda todo en España, no se entera de cómo funciona el mundo y prefiere seguir subida a los carricoches de Disney Paris, eso sí, con el dinero de todos.
Siguen empeñados en terminar con las guerras hablando con un clavel en las manos. A estos les pediría que leyeran un poco sobre la historia de Europa, sin ir más lejos de la segunda guerra mundial y la técnica de apaciguamiento, una estrategia diplomática en la que se hacen concesiones a una potencia extranjera agresiva para evitar la guerra.
El caso del Reino Unido
El primer ministro británico Neville Chamberlain, quien ocupó el cargo de 1937 a 1940. Su gobierno ejerció una política de apaciguamiento, palabras y claveles hacia la Alemania nazi, que lejos de lograr apaciguar y disuadir a Hitler, sólo logro mostrar debilidad, por lo que hoy se considera que el apaciguamiento fue en un fracaso, ya que no impidió, sino que aceleró la Segunda Guerra Mundial. Neville Chamberlain no sólo logró construir más hospitales, sino lo que logró es que los alemanes destruyeran los que había por todo el Reino Unido.
Cuando se construye un hospital, un colegio, una guardería o residencia de mayores hay que defenderla, tanto de los cafres interiores como de los enemigos exteriores, que parecen no existir hasta que los ves paseando con sus tanque y armas por la calles de las ciudades destruyéndolo todo. Ello indica que, para poder seguir construyendo hospitales, es necesario poder defenderlos, porque en caso contrario, nos pasará como al Reino Unido, que los perderemos todos.
De progres, hospitales y bombas
El “estado del bienestar” y la democracia se defiende o lo perdemos todo. La defensa de las libertades se defiende con la ley en el ámbito nacional y con un ejército con suficiente fuerza y disuasión contra los enemigos interiores. No hay más. Sería preferible un mundo sin policías ni ejércitos, pero ese mundo sólo existe en la cabeza de los irresponsables.
Hoy Europa está en claro peligro, más cuando los todo poderosos Estados Unidos ha dejado de ser el líder del mundo libre, pero si bien esta afirmación bien merece otro artículo, la realidad es que los europeos estamos solos en la defensa y nos toca defendernos por nosotros mismos con más y mejores armas, eso significa gastar muchísimo más en defensa, sin justificaciones, trileros o claveles, sino con armas.
Recordar a Maquiavelo cuando dice “La guerra no se evita, sino que se retrasa para ventaja del enemigo”. Debemos aprender a no dar ventajas cuando es tanto lo que nos jugamos. Europa va tarde, los españoles mucho más. No somos conscientes que cada día que pasa sin dar pasos claros hacia una defensa común, somos más débiles. Mientras los países europeos suben sus presupuestos en defensa, el Sr. Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España sigue tonteando y jugando con fuego.
Sánchez y sus trileros
El Señor Sanchez debe, tiene la obligación moral aunque no sepa lo que significa esa palabra, de dejarse de jugar con las cajitas y bolitas y poner la seguridad de España como prioridad por encima de todo. Por una vez dejarse de jugar a mantenerse un día más en el gobierno haciendo el “chorras” con progresaría cutre a destiempo y hablar serio con gente seria.
Si lo hace, si llega a un pacto de Estado con el principal partido de la oposición sobre defensa, quien sabe, a los mejor se le vería como un presidente responsable y ganaría en votos, en caso contrario pasará a la historia como un cobarde irresponsable que no quiso defender a España y trajo la desolación, la muerte y la pérdida, por ello le recordaría al presidente la frase del mariscal austriaco con la que comencé este artículo: ¿hay algo peor que la guerra?, y el mismo responde ¡perderla. Si mala es una guerra, imaginar lo que supone perderla mejor no pensar en esa posibilidad.
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