Manuel Recio Abad. suiteinformación.– Eso, es un refrán antiquísimo, muy conocido, de fuente oral y utilizado coloquialmente. Dime de qué presumes y te diré de que careces.
El refranero español es acertadísimo, debido a que el español nace, vive y muere en un ciclo corto de tiempo si se compara con el tiempo que tus ancestros han sido. Por hacernos una idea, si somos mayores de 50 años y tomamos como referencia el Descubrimiento de América en 1492, somos la décimo tercera generación de nuestra familia. Quien sepa bien de dónde viene y posea un árbol genealógico familiar, puede comprobarlo.
Hoy la situación en general no está como para mucho presumir. Es posible que alguien pase un momento espectacularmente bueno recolectando éxitos profesionales, económicos, disfrute de una salud envidiable y esté convencido de que en España sólo tenemos los problemas que nos inventamos: los bulos. En ese caso se aconseja no presumir de nada porque de lo contrario se le aplicará el refrán y quedará como un presuntuoso.
Al margen de la situación privada de cada cual, está claro que atravesamos un momento histórico cuanto menos curioso.
Cuentan que Antonio Ordoñez Araujo, excelso matador de toros rondeño, abuelo de los también diestros Francisco y Cayetano Rivera Ordoñez, tras haberse retirado por un tiempo, vuelve en 1965 a los ruedos y firma una exclusiva para torear cuarenta corridas de toros a cambio de cuarenta millones de pesetas en concepto de honorarios. Fue entonces cuando decidió comprar una finca de unas trescientas fanegas de tierra de nombre “La Albaida”, propiedad de un agricultor cordobés y situada en el término municipal de Carmona, Sevilla. Decidió cambiarle el nombre y bautizarla como “Las Cuarenta”, genial y lógica decisión.
El mundo del toro, su desarrollo trascendental y su cultura, refleja la vida en sí misma. Será o no casualidad pero cuarenta fueron también los años de duración de la dictadura del Generalísimo de los ejércitos Francisco Franco Bahamonde, hasta la llegada de la democracia con la aprobación de la Constitución Española el 6 de diciembre de 1978. Sus artífices fueron miles de españoles al frente de los cuales estuvieron SM el Rey D. Juan Carlos I y el Presidente Adolfo Suárez.
También cuarenta años llevábamos de andadura democrática, con más o menos sobresaltos ,cuando en una sesión del Congreso de los Diputados, con las artimañas propias de quien desconoce el juego limpio, en una moción de censura presentada contra el presidente Mariano Rajoy, consigue alzarse victorioso e iniciar el camino que ya todos conocemos y padecemos. Este individuo de nombre Pedro Sánchez Pérez -Castejón inicia su primer mandato en 2018 y corriendo ya el mes de mayo del 2024 ahí sigue.
Con la llegada de Sánchez a la presidencia del gobierno de España, acaba el ciclo de cuarenta años de democracia liberal, de tolerancia social, de respeto hacia quien no coincide ideológicamente, de sentirse orgulloso de pertenecer a una nación que había conseguido pasar de forma pacífica de un régimen autocrático a una democracia. Pues bien, estamos en puertas de dar un paso atrás en el régimen de libertades instaurado en 1978. Quien presume de accionar mecanismos de regeneración democrática, no persigue otra cosa distinta a la de perpetuarse al frente del gobierno de España y si hay algo que regenerar es todo el daño que en estos seis años le ha ocasionado al país. El control es absoluto sobre más de veinticinco instituciones públicas y empresas participadas. Le ahorro al lector tener que releerlas. Control total colocando al frente de ellas a miembros del partido sanchista. El empeño en conseguir modificar la composición del Consejo General del Poder Judicial está justificado pues es la vía para controlar los juzgados y tribunales españoles, exceptuando la Fiscalía General que ya está en su poder presumiendo de ello.
Una vez conseguido el poder absoluto la perdurabilidad en el poder está asegurada, no ya por ser el Secretario General de su partido, sino porque lo es de facto de todas aquellas organizaciones políticas, da igual cual sea su ideología y fines propuestos. Sánchez quiere ser el líder carismático de las izquierdas, socialistas, comunistas, populistas, los independentistas, los violentos, los que siendo conservadores ya no saben lo que son, pero si lo que anhelan, los drag queen, Pasión por el Curry, los Zombis llegan a Barcelona, Salseros en Madrid y la Asociación Africana de Arribados en Pateras.
Todo lo que esté a las afueras del Partido Popular y de VOX es de Sánchez como Gibraltar es de los ingleses, mal que nos pueda pesar. De esta forma la balanza en cada elección que se celebre, se inclinará de su lado con la suma a posteriori, porque ya se sabe que la inteligencia, la educación, el respeto, la responsabilidad, el sentido común y la vergüenza, en España siempre, en un sufragio, serán minoría.