M. Recio. suiteinformación.- Mientras el prófugo Puigdemont continúa imponiendo criterios e intereses en la negociación de algo que ya ha pasado a segundo plano, las noticias sobre la trama Ábalos/Koldo/Begoña, se van sucediendo a la vez que engordando. Para los mayores no es posible evitar convertir el volumen de los mangazos, hoy millones de euros, en las pesetas del ayer y entonces a casi todos nos entran mareos.
Nos falta capacidad cibernética en nuestro cerebro para asimilar tanta pesadilla despiertos y la cantidad de datos y cifras que a diario se nos ofrecen.
La política no es un negocio, ni siquiera debiera ser una profesión. Médico, albañil, abogado, carpintero, ingeniero, minero, funcionario, electricista ….son ejemplos de profesiones. Pero político?. Qué clase de actividad lucrativa o generadora de un medio de vida es la de politico? Qué aportan a la economía de su país?Lo peor es que se consideran indispensables, insustituibles y además….casi todos sueñan con pasar a la posteridad siendo un gran presidente de gobierno.
¿De que se trata la vocación política? El poder corrompe y cuando se ejerce por más de dos legislatura es hasta peligroso, para los administrados, claro está. Demócratas con claras tendencias liberticidas. Constitucionalistas que interpretan y aplican la norma de máximo rango como si de goma de mascar se tratara. Libertad? Y Libertad para que? La única libertad que se respeta es la de acudir a votar. Ese día todos los candidatos ponen cara de no haber roto un plato en su vida. Lo peor es que nos lo creemos.
La sociedad civil está indefensa por dejadez y porque las instituciones que la forman están dirigidas por profesionales de esa clase de política. Mientras, sólo nos queda observar atónitos algún gesto valiente de parte de la judicatura bloqueando, por ejemplo, 88 cuentas corrientes de los protagonistas del último caso de corrupción socialista.
Pero nadie tiene la sensatez y la vergüenza suficiente como para presentar la dimisión de su cargo.
Dimitri es un nombre, dimitir un sano y ejemplarizante verbo de la Lengua Española.
Queda en el recuerdo aquel discurso dimisionario del presidente Adolfo Suárez. También recuerdo el del ministro de trabajo y seguridad social Manuel Pimentel.
Hay que saber irse y saltar a la arena de la vida.
Pero para eso hay que ser íntegro y valiente a partes iguales. Aunque once mil euros de la teta al mes no se gana de cualquier manera. Al menos sean honrados por favor.