Suite Información. Pedro Ignacio Altamirano. Málaga, 25 abril 2023.- El Templo. Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; y les dijo: Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada; más vosotros la habéis hecho cueva de ladrones [Mateo 21:12-36 RVR1960].
El Excmo. y Rvdmo. Sr. D. José Ángel Saiz Meneses, Arzobispo de Sevilla, ve en las procesiones de “Semana Santa una fuente para evangelizar y transmitir la fe”. Evangelizar y trasmitir la fe. Del mismo modo el Papa Benedicto XVI Joseph Ratzinger, nos recuerda que “Evangelizar quiere decir mostrar ese camino, enseñar el arte de vivir. Jesús dice al inicio de su vida pública: he venido para evangelizar a los pobres (cf. Lc 4, 18)”. No olvidemos estos dos elementos básico: evangelizar y transmitir la fe.
Nueva evangelización
El mismo Joseph Ratzinger, quizás uno de los más grandes teólogos de la historia de la Iglesia, y unos de los mejores filósofos de nuestra era, en sus libros sobre Europa, nos advierte de forma clara el peligro de que corremos como civilización de descomposición social y cultural, a la misma velocidad que nos alejamos de nuestros principios cristianos. Por ello nos llama a una nueva “Evangelización” de Europa.
Por todo ello, cuando esta Semana Santa malagueña he visto a las hermandades alejarse del pueblo llano, que en medio de la crisis no tiene para gastarse dinero en una silla de este “sambodromo”, en el que se ha convertido el indecente recorrido oficial actual, compruebo, con enorme desesperanza, cómo la Semana Santa falla a los cristianos malagueños en su obligación ética y moral de la evangelización y acercamiento a la fe, sobre todo de los más necesitados. Cómo se convierte en ese Templo en el que Jesús entró para desmantelarlo. Pero la culpa no debe caer en la propia Semana Santa en sí, sino en su órgano organizativo que no es otro que la actual Agrupación de Cofradías.
Málaga, los malagueños y malagueñas somos europeos, cristianos de base en la gran mayoría, por mucho que lo nieguen los post modernistas despistados (a cuantos vemos llamar a Dios cuando ven de cerca la muerte), que, como toda Europa, perdida en sus orígenes cristianos, necesita una nueva evangelización.
De tal modo vemos las Iglesias cada vez más vacías, cada vez más católicos huyendo a otros credos cristianos. ¿Qué hace la Agrupación de Cofradías? ¿Evangeliza? No. Convertida en un nuevo templo del comercio de sillas y mesas de venta de palomas, se ha empeñado en ir en el sentido contrario al de la evangelización, para correr por los pasillos de Wall Street.
El templo mancillado
El por ello más que importante, recordar a los responsables de la Agrupación, que, sobre todo deben cumplir como cristianos en una Iglesia que hoy necesita ser, más que nunca, ejemplarizante, y evangelizadora. Deben abandonar la actitud de mercadeo, y abrir la Semana Santa al pueblo llano, no darle la espalda.
La nueva evangelización de Europa a la que nos llama Joseph Ratzinger exige abrir el recorrido oficial al pueblo, suprimir vallas, sillas y muros que separan al pueblo. Eliminar esa antigua y fuera de lugar Tribuna de los egos que tanta grima da a la sociedad de hoy. Dejar que el pueblo acompañe a sus imágenes, de forma libre y cercana, a sus imágenes en la estación de penitencia que es, debiera ser la Semana Santa.
La Agrupación debe olvidarse del mercantilismo y asumir su responsabilidad evangelizadora. Si no, estará en contra de lo que dicta la moral cristiana y caerá en todo aquello que Jesús más rechaza. En contra de los que necesitan hoy los cristiano y convertirán la Semana Santa malagueña en lo que ya parece ser: un parque temático idólatra, ateo que ofende a Dios y al cristianismo del que emana.