Suite información. Pedro Ignacio Altamirano, 13 abril 2024. Hablemos con Rusia. Palabra que poco gusta a los nacionalistas e intolerantes, pero que tanto amamos la sociedad civil. Hablemos y comprendamos para buscar la paz entre europeos, paremos el genocidio en Ucrania y acordemos unas fronteras justas, razonables y claras.
Desde cuando los europeos no hablamos, de verdad, de paz, presente y futuro. Cuando vamos a tomar decisiones propias en vez de estar al servicio de intereses de terceros. Si digo europeos me refiero también a los rusos. No podemos olvidar que Polonia es justo el centro de Europa, lo que deja a las claras las verdaderas fronteras europeas. Desde esa perspectiva, podríamos determinar, que la actual guerra de Ucrania en realidad es una guerra civil entre europeos.
Hablemos con Rusia
¿Nos hemos sentado, de verdad, con Putin para ver qué quiere y no solo para imponer la visión más occidental internacional influenciada por los intereses de los Estados Unidos? He de recordar que a Rusia se le prometió no ampliar la OTAN con países de la ex Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas URSS y se amplió. Se le prometió no hacer miembro a Ucrania y ya está en puertas. Todo siempre bajo la utilización del miedo a la invasión rusa como justificación y sin negociar con Moscú. ¿Quién es en verdad menos fiable?
La guerra de Ucrania se debió evitar antes del conflicto de Crimea del 2014 y no se quiso llegar a un acuerdo con Rusia. Desde el 2014 al 2023 tampoco se ha querido negociar hasta llegar a la actual situación en Ucrania. El 30 de agosto de 2021 observamos atónitos la retirada de la OTAN de Afganistán por el aeropuerto de Kabul, y a partir de ahí Estados Unidos sólo arrojó leña al fuego ucraniano y a las soflamas hacia un falso renacer de la extinta URSS.
Conocer a Rusia
Rusia, cualquiera que conozca su historia y carácter, sabe que no quiere volver a ser la URSS, sólo aspira a ser Rusia con la integración de Bielorrusia y Ucrania, que guste o no, es rusa desde, al menos 1764. Soy consciente que decir esto en pleno conflicto es atrevido, pero si algo tiene de ventaja la diplomacia civil, es poder decir lo que se piensa de forma libre y sin ataduras nacionalistas.
Permítanme recordarles que los amigos americanos están en plena campaña electoral, y que el presidente Joe Biden se presenta a unas elecciones presidenciales con la derrota y esperpéntica salida de Afganistán. Necesita presentarse ante un electorado volcado con Donald Trump con una victoria sobre Rusia o con la victoria de Israel sobre los palestinos.
De igual modo, quiero recordar que Estados Unidos tiene abiertos conflicto y medio: Ucrania e Israel, pero el verdadero problema lo tiene con China, por lo que sí, al final se complica, dejará tirada a su suerte a Europa. ¿Vamos entendiendo ya la verdadera utilidad de mantener la guerra de Ucrania? Rearmar Europa sin el paraguas USA.
Si nos estamos rearmando por mandato OTAN, no es temer un ataque inminente de Rusia, sino que a la llegada de Donald Trump saque a los Estados Unidos de la Organización Atlántica y nos dejen solos en nuestra defensa, lo que justifica el elevado incremento en los presupuestos de defensa de los países miembros y los sustanciosos beneficios financieros de las empresas de armamento.
En este punto, no sé si Rusia podrá ganar la guerra con Ucrania, pero de lo que no hay dudas es de que no la perderá jamás. Tienen el tiempo necesario, tropas, material y determinación como para mantener el conflicto “sine die”, al contrario que la OTAN ya cansada de gastar dineros y material en Ucrania por mucho que intenten justificarlo.
La vía del entendimiento
La vía al entendimiento con Rusia no es la escalada de la tensión armamentista, sino la del diálogo. No ya para poner fin al conflicto ucraniano, sino para el futuro. Para ello es urgente un alto el fuego sin condiciones ni líneas rojas para acordar la línea fronteriza acordadas, siempre pensando en la población y no es los intereses nacionalistas. Buscar un acuerdo definitivo para que dejemos de ser una amenaza mutua, para convertirnos en un área de cooperación.
Buscar un acuerdo definitivo para que dejemos de ser una amenaza mutua, para convertirnos en un área de cooperación.
No debe resultar disparatado, llegados a este punto, que la sociedad civil, de manos de lo que hoy conocemos como Diplomacia Civil, nos sentemos en una mesa de diálogo franco europeos de occidente y oriente para exponer a nuestras naciones y organizaciones internacionales qué piensa la sociedad civil a la que deben servir: Rusia no puede ser una amenaza para la Unión Europea, ni la Unión Europea para Rusia, así de simple, con la única receta que el diálogo, comprensión y tolerancia mutuas.
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