M. Recio. suiteinformación.- En el mes de marzo de 1844, don Francisco Javier Girón y Ezpeleta, Duque de Ahumada, fundó la Guardia Civil. Este navarro nacido en Pamplona en 1803, es una de las personalidades públicas más importantes del siglo XIX, pues su hito fundacional ha perdurado hasta nuestros días y no obstante ser un cuerpo militar, no siempre ha sido respetado a lo largo de su historia.
Al término de la Guerra de Independencia, el bandolerismo se había apoderado de los caminos. Grupos de excombatientes o brigantes, desertores y delincuentes liberados que, inadaptados a la vida civil, hicieron del bandolerismo (se llamaban así por figurar en algún bando oficial de busca y captura) su forma de vida

Juez dedicado a la lucha contra el bandolerismo
En esta época entrarán en el folklore nacional personajes pintorescos como El Tempranillo, Curro Jiménez, cuyo verdadero nombre era Andrés López Muñoz, conocido como “El Barquero de Cantillana”, Juan Palomo, Luis Candelas, etc.
Nace entonces el Cuerpo de Voluntarios Realistas, llamados Migueletes, cuyo nombre proviene del tipo de ignición del arma que utilizaban.
Tras el alzamiento de Riego, siendo ministro de la Guerra en 1820 el primer Duque de Ahumada, concibe la creación de un cuerpo de ejército destinado a mantener el orden público. Se le denominó Legión de Salvaguardias Nacionales. Sin embargo no llegó a constituirse por no conseguir suficiente apoyo político y parlamentario. No obstante sirvió de inspiración para que su hijo, el segundo Duque de Ahumada, tuviese la feliz idea de fundar la Guardia Civil. La Reina Isabel II firma el 28 de marzo de 1844 el Real Decreto para la creación de este cuerpo, de ámbito nacional con el fin de salvaguardar la paz en el medio rural y el orden público con carácter general.
La Guardia Civil actualmente es un Cuerpo de Seguridad del Estado que, de acuerdo con la Constitución, tiene asignada como misión genérica la “protección del libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana”.
No es preciso recordar que, en el ejercicio de los fines encomendados, los miembros que la integran han sufrido los más severos y duros ataques a lo largo de sus 180 años de historia.
Durante la Guerra Civil el recuento final de bajas del cuerpo en ambos bandos fue de 2.714 muertos y 4.117 heridos, lo que supuso el 20% de sus efectivos iniciales. En la lucha contra ETA, sus sicarios asesinaron a un total de 243 agentes y resultaron heridos de distinta consideración más de 500. Sus familiares también sufrieron esta lacra asesina con 21 menores fallecidos y más de 170 heridos.
Desde que en el año 1959 se creara la Guardia Civil de Tráfico han fallecido en acto de servicio más de 350 agentes.
Entre 1844 y 2021 son casi seis mil los guardias civiles caídos en acto de servicio. Este censo fue recogido en un libro editado por la Fundación Guardia Civil.
Salvo excepciones, como sucede en todo lugar donde cohabitan seres humanos, estos Ángeles de la Guarda vivos, son debidamente respetados y aclamados en sus desfiles. Pero un creciente número de energúmenos, demasiados diría yo, no les respetan. Estos ciudadanos son incapaces de entender el valor que para una sociedad en libertad, tienen en el ejercicio de sus obligaciones.
Terroristas, narcotraficantes, atracadores, macarras, irresponsables al volante, independentistas, políticos traidores…. lo lleváis claro. Ahí estarán siempre que los españoles de bien les necesitemos, dándolo todo y arriesgando sus vidas de ser ello necesario.
Gracias por todo. Viva la Guardia Civil!!!!