
Manuel Recio Abad. Suite Información.- A la hora de tratar sobre el aborto, término que proviene del latín “aboriri”, cuyo significado es morir o desaparecer, existe unanimidad al referirse a él como un tema “muy delicado y que genera muchas opiniones y emociones”. Sin embargo la defensa de la vida debiera ser un principio absoluto y fundamental para cualquier persona, siendo importante que pueda expresarse de manera clara y respetuosa el criterio a favor de preservar la vida del nasciturus en el seno materno.
La propuesta de modificar la Constitución para incluir el aborto como un derecho de la mujer está suscitando un intenso debate más en la clase política que en la sociedad española, quizás debido a la necesaria mayoría reforzada para realizarla del voto a favor de 2/3 de los diputados.
En cuanto a las cifras de abortos en España, el Ministerio de Sanidad reportó que en 2024 se practicaron aproximadamente 92,000 abortos, la misma cantidad de españoles a los que se les negó el derecho a venir al mundo, a nacer. ¿Cuáles son los motivos que llevan a muchas mujeres a tomar esta decisión?. La vida y el bienestar de las mujeres se anteponen al derecho a la vida del indefenso nasciturus. ¿Debe ser protegida también la vida fetal?

Los partidarios del aborto argumentan que las mujeres tienen el derecho a decidir sobre su propio cuerpo y su salud. Esto incluye la decisión de interrumpir un embarazo.
En casos donde el embarazo representa un riesgo para la salud física o mental de la mujer, el aborto puede ser visto como una medida necesaria para proteger su bienestar.
Muchas mujeres enfrentan situaciones difíciles, como embarazos no deseados, violaciones o problemas socioeconómicos, que pueden hacer que continuar con el embarazo no sea viable para ellas.
Justifican el aborto como medio para evitar que nazcan niños en situaciones desfavorables, como la falta de recursos o el abuso.
En contra del aborto, sin embargo, muchos argumentan que la vida comienza en la concepción y que el feto tiene derechos que deben ser protegidos siempre. Esto se basa en creencias éticas y morales de Derecho Natural, que se opone al derecho positivo.
El aborto puede tener efectos negativos a largo plazo en la salud mental de la mujer, incluyendo sentimientos de culpa, que pueden llevar a una profunda depresión.
Existen opciones alternativas como la adopción, que pueden ser más beneficiosas para la madre y el niño.
Mientras que muchas abogan por el aborto como un derecho humano fundamental, otros ven la vida fetal como un valor intrínseco que debe ser protegido. La discusión debe considerar tanto los derechos de la mujer como las implicaciones éticas y sociales del aborto.
La posición del hombre en el contexto del aborto es un tema complejo.
Se ha creado paralelamente al debate, la intencionada e injusta figura del hombre como maltratador, un ser egoísta e irresponsable a la hora de practicar el coito y embarazar. Por lo tanto, se llega a la injusta conclusión de que no es en absoluto necesaria ni imprescindible su opinion ante la femenina toma de decision de poner fin a la vida que lleva dentro y que ambos han creado. Aunque la decisión final recae en la mujer, muchos hombres sienten que deben tener voz en el proceso, al estar involucrados emocional y financieramente dentro de la figura de la paternidad responsable.
Participar como hombre en la fecundación implica una responsabilidad compartida en la decisión de continuar o interrumpir un embarazo, ya que ambos participan en la concepción.
El aborto también puede afectar a los hombres emocionalmente, no sólo a la mujer, generando sentimientos de pérdida y culpabilidad, por lo cual es importante que también tengan apoyo durante este proceso. En España, un hombre no tiene un derecho legal para decidir sobre el aborto de su pareja. La decisión sobre interrumpir o continuar el embarazo es exclusivamente de la mujer
En otros muchos lugares, los hombres no tienen derechos legales sobre la decisión de abortar, lo que genera un serio debate sobre la equidad y la justicia en la toma de decisiones reproductivas y la aniquilación del feto.
Las actitudes hacia el papel del hombre en el aborto varían según la cultura y las creencias personales, lo que puede influir en cómo se siente acerca de su papel en la gestación.
En resumen, aunque el hombre contribuye biológicamente a la concepción, su papel en la decisión sobre el aborto esta excesivamente limitado y eso genera un amplio abanico de emociones y opiniones.


