Suite Información. Federico Guillermo Pohl. 21 septiembre 2025.- Los costos de una guerra y el dilema del presidente Trump. La guerra o una acción bélica es un negocio entre dos o más partes. Eso lo afirman como un aforismo tanto Clausewitz como el Capitán franco británico Sir Basil Henry Liddel Hart. Clausewitz va más allá y reitera en su obra De la guerra que toda querrá se hace con una expectativa de ganancias, bien sea una ganancia subjetiva, llámese seguridad de un país que es algo subjetivo o una ganancia objetiva, es decir ganar territorio o bienes presentes en el suelo o subsuelo del enemigo.
Los costos de una guerra
Las guerras son actividades desprovistas de emociones y sentimientos, son actividades frías a consciencia, en las que hay que matar al enemigo y neutralizarlo, hacerlo incapaz de poder hacerme daño y amenazar mi vida, mi propia existencia.
Ahora bien, las guerras son actividades muy costosas, tanto desde el punto de vista de la procuración de material y equipo bélico para realizarlas por parte de la industria nacional, propia como del material humano para llevarlas a cabo, pero, en cuanto se comienza una guerra, empieza también la pérdida de vidas humanas y material bélico propio, es el reino de la incertidumbre y el azar, las que hay que reemplazar y eso tiene un costo muy elevado, solo hay que observar la situación de Rusia en su guerra en Ucrania para comprobarlo.
Clausewitz agregaba que cuando los costos de una guerra sobrepasan las expectativas de ganancias en esa guerra, lo único racional y lógico es poner fin a esa guerra y buscar lograr un tratado de paz con el enemigo.
Lobos y corderos
Partiendo de esa base teórica y es mi apreciación personal que los asesores principales del presidente Trump supusieron o presumieron en su apreciación inicial, de la situación con Maduro que éste iba a claudicar y rendirse a primera de cambios con la sola movilización de fuerzas norteamericanas hacia las cercanías de Venezuela, que iba a aceptar como manso corderito las condiciones impuestas por los EE.UU de dejar el poder de mofo pacífico y aceptar la transición al presidente electo legítimo, el Dr. Edmundo González Urrutia.
Pero esos cálculos previos o preliminares presuntamente no salieron bien, Maduro no es el manso corderito que ellos presumieron ni está dispuesto a dejar el poder pacíficamente.
Entonces en esos cálculos de suposiciones previas se equivocaron, luego se ven obligados a revaluar la situación para tomar otros cursos de acción, o bien mantienen su propósito de sacar a Maduro del poder o tiran la toalla y buscan una salida elegante al atolladero.
La primera opción, implica el uso de la fuerza para sacar a Maduro del poder, eso implica incremento de gastos de esa operación y perdidas de material bélico y vidas humanas propias y del adversario además de un elevado costo político.
El presidente Trump como buen negociador y empresario que es debe estar sopesando con sus asesores principales los pro y los contras de esa operación y de otras opciones para tomar la mejor decisión.
Tanto si se retira y le deja el campo libre a Maduro como si le da curso a una acción armada en toda regla para desalojar a Maduro del poder tienen malas repercusiones de toda índole en su presidencia, pero de esas dos opciones debería tomar la decisión menos mala, le que le represente menos repercusiones negativas.
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