Manuel Recio Abad. suiteinformación.- El agua desconoce quien la bebe. El llamado líquido elemento es esencial para la vida. Aproximadamente entre el 50 y el 70 % del peso corporal del ser humano es agua. Sin agua no se puede vivir pero su exceso puede llegar a matar. Los hechos dantescos que hemos sufrido en el levante español superan todo lo concebible . Las imágenes desoladoras dan idea del sufrimiento y la impotencia que a los habitantes de los municipios afectados les ha tocado vivir. La cifra de muertos se eleva a 205 y aún quedan por localizar a decenas de desaparecidos.
Los avances de la meteorología nos obsequia con nuevos episodios concretos a los que siempre habíamos llamado con el sencillo nombre de temporal y más tarde gota fría. Hoy padecemos una D.A.N.A. , es decir, una depresión aislada en niveles altos, un fenómeno meteorológico que en su estallido, unido a un “tren de tormentas” requiere respuestas de reconducción de unos volúmenes impresionantes de agua, mediante la prevención a tiempo y la planificación de un sistema hidrológico capaz de paliar sus devastadores resultados.
Varias son las soluciones a adoptar como medidas preventivas para paliar o minimizar sus efectos. Mantener limpios los cauces de ríos, arroyos y regajos es fundamental, pues el arrastre de material forestal ciega los ojos de los puentes taponando el natural recorrido del agua. Mantener los embalses de las cuencas hidrográficas es primordial. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico decidió eliminar los embalses de Beniarrés, La Rasa, San Juan y Alarcon. Lo ocurrido servirá para cambiar esa errónea decisión, si bien ya se habían producido labores de despesques debido a los bajos niveles de oxígeno de sus aguas, lo que hacía imposible la vida de peces en ellos debido a su bajo nivel causado por la sequía.
La regulación del caudal en las cuencas se hace a través de los embalses, que a veces cuentan incluso con sistemas automáticos de aperturas de compuertas para desembalsar de forma controlada, como es el caso de las cuencas del Guadiana y del Guadalquivir.
Impedir que el agua encuentre su cauce natural, cuando se mete las escrituras de propiedad bajo el brazo y reclama sus posesiones, es imposible, pero sí se puede paliar o reducir sus efectos.
Para los grupos parlamentarios que sustentan a este gobierno de clowns era más importante controlar hasta el año 2030 el ente público RTVE, que suspender el pleno. Con sueldos de 100.000 € anuales disfrutamos del consejo televisivo público más politizado de la historia y todos a las órdenes del “número 1”, claro está.
Cuando un gobierno solo es una cuenta de intereses parciales de grupos anti demócratas que someten al todo al chantaje continuado, pasan estas cosas. El agua arrasa mientras el fuego de este gobierno pirómano de los valores democráticos destruye con cada una de sus acciones el sentimiento de seguridad y respeto que a cada ciudadano corresponde. Y mientras los zapadores del ejército siguen acuartelados, esperando a que alguien les ordene entrar en acción.