M. Recio. suiteinformación.– Van cayendo las hojas del calendario e inexorablemente nos acercamos cada vez más al Pandemonium.
John Milton definió con este nombre a la capital del Infierno. Es aquel lugar donde se concentra el tumulto, la confusión, la corrupción, el revoltijo, el alboroto, un caos incontrolable, el escándalo, la barahúnda, la amalgama, el bullicio, el lío continuo, los embrollos…., el desorden en definitiva.
Teníamos una democracia joven e ilusionada tras una etapa de Transición modélica, en paz, tolerancia, perdón y reconciliación de todos los españoles.
Pero en España también hay demonios, porque la vida real es tan solo un pequeño adelanto de la eternidad pero sin clasificación.
Ansiar el poder con desmesura, las riquezas no adquiridas de forma ética y honrada, la vanidad, la soberbia, la envidia, promueven la arquitectura de un sólido Pandemonium que nada tiene que ver con la “Tierra de Conejos” romana.
No es esta una visión pesimista de lo que puede venir, sino más bien la exposición de una realidad patente, real en parte y otra que está por llegar.
La buena fe, abonada por la lógica ilusión de los padres de la Constitución del 78, fue desbordada y cargada de simpleza, lo que impidió dotarla de un verdadero y eficaz sistema de control para evitar todo lo que hoy está sucediendo. Ningún organismo institucional, incluyendo al Tribunal Supremo, está preparado para impedir el abuso de poder y la tiranía de forma inmediata. El tiempo juega a favor del funesto irresponsable en el poder y lo hace muy en contra de la atónita y acobardada ciudadanía.
Todo aquel mal que escapa al imperio de la ley se desborda y alcanza límites insospechados de perversidad. Llegados a ese punto la propia inercia hace imposible pararla. Una mala decisión olvida la anterior, un nuevo escándalo de corrupción impacta y borra. Las malas noticias en los medios de comunicación se suceden y lastran e impiden la capacidad de reacción del ser humano.
Indulto, amnistía, referéndum de autodeterminación, independencia, rusos en Cataluña…. Nueva invasión. ¿Otra vez? Si, otra vez, igual que ocurrió en 1808 con Francia con otro Putin al frente.
Alerta la actual Ministra de Defensa sobre un posible enfrentamiento bélico.
Lo que se antoja ciencia ficción suele ocurrir en el Pandemonium y España cada vez se parece más a ese lugar. Será porque hay más espectadores acomodados en sus butacas que actores comprometidos.
La cabra está vendida y pacíficamente adoptada.
Esta vez Santos Banderas no espera ningún alzamiento.