Manuel Recio Abad. suiteinformación.- Vivir en libertad tiene muchas ventajas. Ejercerla y defenderla depende del sentido crítico y el valor de cada cual. En una situación de queja generalizada llama poderosamente la inacción de una inmensa mayoría. Solo cabe esperar, parece ser, el resultado de unas elecciones cuando estas se convoquen y sólo los más responsables se acerquen a depositar su voto al lugar que se le indique. España es una piel de toro que se ha tornado en piel de cordero degollado.
Me pregunto en demasiadas ocasiones quien apoya con su voto al actual gobierno títere. Los jugadores de la Selección Española de Fútbol parece ser que no. En la recepción monclovita ninguno miró al ser recibidos, a los ojos del presidente Sánchez. Un saludo tan frío como rápido con una suave presión de unas manos poderosas que no estaban para apretar, dando muestras sobradas de desaprobación y rechazo a una forma de gobernar que ni se comparte ni se respeta. Ha sido una prueba más de desaprobación de un grupo de jóvenes deportistas de élite que sufren una presión fiscal desaforada sobre sus ingresos, que saben muy bien sólo podrán generar durante unos pocos años más de su vida profesional en activo. Ahí ha quedado en la memoria de todos la negativa de la Selección a que el presidente bajara tras la final a vestuarios. Solo y nada más que el Rey pudo hacerlo, como todos entendieron que correspondía. Saquen conclusiones.
Otro acontecimiento ha movido los cimientos políticos informativos. La decisión del máximo órgano directivo de VOX decidió poner fin a los pactos firmados en cinco comunidades autónomas por grave incumplimiento del PP en materia de política de inmigración, al aceptar el reparto de menores inmigrantes ilegales no acompañados, que actualmente residen en Canarias, por todo el territorio nacional, de acuerdo con las CCAA.
Una vez más ha quedado demostrada la falta de independencia de los medios de comunicación. Cuando PSOE y PP alcanzan un acuerdo, la unidad de criterio periodístico es absoluta. Prensa, radio y televisión al unísono saltaron al cuello del único partido político que mantiene sus posicionamientos más allá de los propios intereses ya sean políticos, económicos o personales. Larga vida a quien no engaña a su electorado, militantes y simpatizantes, manteniéndose fiel a sus promesas, ideario y programa. Los ataques hacia su líder, Santiago Abascal han sido furibundos. Los visionarios han conjeturado el final de la formación política, su desaparición, comparando a VOX con Ciudadanos, UPyD y otros. Los más distinguidos profesionales de las cadenas líderes han reprendido la medida, sin atender al hecho de que nunca quien cumple sus promesas con dignidad y honradez puede ser objeto de burla, reprimenda, crítica y desdén. Se podrá estar o no de acuerdo con las siglas y todo lo que representa, pero señores Jimenez Losantos, Herrera, Exposito, Barceló…. lo que ha hecho VOX podrá ser calificado como poco estratégico, inoportuno o erróneo… Pero no estamos acostumbrados ya a que los políticos no mientan, no engañen a sus electores, cumplan sus compromisos fielmente y se respeten a sí mismos, dejando de enturbiar ese mundo cada vez más denostado por todos como es el de la política.
Al igual que nuestros jugadores de élite han sabido demostrar su buen hacer, decisión y valentía dentro y fuera de la cancha, los líderes de VOX han revelado entereza y vergüenza y no merecen ser criticados, sino respetados y alabados por su tamaña decisión.