Se retiró al final de la temporada de 1968, si bien tuvo una breve reaparición en 1981. Siguió vinculado al mundo de los toros como ganadero, al adquirir su primera ganadería en 1962, y como empresario taurino de la plaza de toros de Ronda y dirigiendo la carrera de su nieto Francisco Rivera Ordóñez.
Falleció en la Clínica Sagrado Corazón de Sevilla el 19 de diciembre de 1998 a causa de un cáncer. Fue incinerado y sus cenizas reposan bajo la arena de la Plaza de la Real Maestranza de Ronda.