Manuel Recio Abad. suiteinformación.– Este país nuestro es para quererlo y mucho. Está por encima de gobernantes, sicarios, terroristas, separatistas, mangantes de lo público y lo particular, abusadores de poder, modismos, turistas, rotondas y de lo que le echen.
España es una gran nación formada por una base ciudadana idéntica, es igual si has nacido en Galicia, Andalucía, Cataluña, Asturias o… Gibraltar. El sustrato del pueblo español posee el don de la reacción. Eso que tanto temen los zurdos anti Milei porque es de lo único que recelan de verdad. Temen que un grupo de militares sin apesebrar digan un día basta. Temen que el pueblo ya cansado de tanto abuso de poder camine hacia la Moncloa, agarre en volandas a quien todos sabemos y lo tire al Manzanares, el río más cercano a la cueva dorada.
Abusar del poder otorgado por la ciudadanía y mentir sin el más mínimo atisbo de rubor o autoinculpación, conlleva la creación de situaciones muy peligrosas y sobre todo de reacciones ante ello.
Fue curioso ver ayer a Núñez Feijoo en una localidad de barrera en Las Ventas. No recordará cuando prohibió la entrada a los menores de doce años a las plazas en Galicia bajo su gobierno en la taifa del noroeste. Es posible que sea a la edad de trece años, según el prócer popular, cuando el organismo humano, siente la llamada de las aficiones ya sean taurinas o deportivas, estudiantiles o laborales. Unos meses antes no. Otro absurdo más del abuso interpretativo de no se sabe qué ley inventada por alguien que tampoco conocemos.
Sumar/Podemos y más de treinta corpúsculos de ultra izquierda, acogieron en sus abiertos pechos a otra formación hermana llamada PACMA, Partido Animalista Con El Medio Ambiente. Ha leído bien. Se fundó en el año 2003 y desde entonces lucha por los derechos de los animales, el medio ambiente y la justicia social, es decir, exactamente por los mismos motivos por los que denodadamente lo hacemos todos. Defienden también la promoción del vegetarianismo y el veganismo. Todo ello desde el rechazo al especismo, es decir, la discriminación de los animales a ser considerados seres inferiores. Igual que un Pluto de inteligencia superior y lenguaje refinado, el Creador debería haber dotado a todos los animales de esas particularidades exclusivas del ser humano: la inteligencia, el lenguaje y la risa.
La animadversión política injusta, maquillada de protesta social inexistente ha conseguido que se produzca la reacción pública contraria al fin perseguido por los que habiendo crecido, siguen creyendo que las películas de Disney y sus personajes son reales.
Las plazas se están llenando y aquellas que clausuradas, sólo criaban musgo y jaramagos, vuelven a ser lo que fueron: plazas de toros. Lorca, Ciudad Real, Gijón, Sutullena, Tarazona, Móstoles, pronto se reabrirán otras como Espartinas, Borja Jiménez a buen seguro que lo consigue, Oviedo, A Coruña…, cosos taurinos que para tal fin se construyeron, templos de la tauromaquia que merecen el respeto de todos empezando por el de sus gobernantes.
Vuelven los toros a Marbella gracias a la iniciativa empresarial de “Arenal Marbella Toros”, con Fermín e Iván Bohórquez, Miguel Báez Spínola y José María Pacheco Guardiola, presidente de Konecta, como artífices y con la ayuda de Raúl Gracia “El Tato” y Jorge Cutiño en la gerencia. Equipo ganador. Seis toros de distintas ganaderías: Juan Pedro Domecq, Carlos Núñez, Garcigrande, Santiago Domecq, El Freixo y Álvaro Núñez, serán lidiados y estoqueados por los diestros Morante de la Puebla, José María Manzanares y Andrés Roca Rey acompañados de sus correspondientes cuadrillas. Cartel de lujo para una reapertura con sabor a éxito y lleno asegurado. Gracias a los promotores por esta iniciativa que debiera repetirse en todas aquellas ciudades en las que se ha condenado a su población a no ejercer libremente su derecho a ver toros en directo sentado en el tendido de esos edificios, antaño plazas de toros, devaluados por la acción de políticos soñadores con un mundo feliz, su estrecho e irrespetuoso concepto de las tradiciones y su excluyente mundo. España es hoy más que nunca, una piel de toro. La reacción se está produciendo; cumplan las leyes y tengamos toros en paz, como así ha sido durante más de trescientos años.