Jesús Javier Corpas Mauleón. suiteinformación.- Eduardo Zendejas (ovación); Pablo Hermoso de Mendoza (dos orejas y vuelta); Guillermo Hermoso de Mendoza (silencio y dos orejas); y Fauro Aloi (oreja y ovación). Toros de Peñalba.
FORCADOS DE MONSARAZ Y DE SAN LUIS POTOSI.
Pablo Hermoso de Mendoza dio otra lección al someter a un primero que de salida resultó áspero. Había que sacarle lo bueno y no le hizo falta mucho a PORTOBELO para sobarlo y apenas castigarlo porque ya la calidad brotaba en sus embestidas. A partir de aquí una locura, el tendido no paró de vibrar con un TALENTO que se puso el traje de los grandes CAGANCHOS,CHENELES o el propio BERLIN, y cuajó la mejor actuación de su carrera.
Templado en los galopes de costado, en las hermosinas (daba gusto ver al toro obedecer a cada toque de grupa) e incluso en los trincherazos. Todo rebosando templanza y emoción y llegando a los tendidos como se merecía. El astado, muy entero, continuó embistiendo ahora a un redondo ILUSION que como si lo llevara enganchado a la frente lo galopó de espaldas por todo el anillo en varias ocasiones. Aquello era un sola figura, caballo y toro pegados y como si de un baile agarrado se tratara al son de la banda. Un tercio memorable que tras la actuación de los Forcados locales continuó con NILTON colocando cortas casi en los medios. Los primeros palos rebotaron en el lomo, como si topasen con hierro, pero las reuniones fueron perfectas, como las siguientes en las que sí quedaron en lo alto. Un rejonazo en lo alto y sin puntilla provocó el delirio en los tendidos que apretaron ante la reticencia incomprensible del presidente que solo daba una oreja. Al final la presión, y la justicia, hicieron doble el trofeo y arrastre lento para el buen astado.
Toda la calidad y bravura que tuvo la res de Pablo, careció la primera de Guillermo, rajado, parado y brusco en las pocas embestida que propinaba. Guillermo trató de sacarle lo que el toro tenía, que no era mucho. Ante tanta apatía el jinete tiró por lucir en las reuniones que es donde los caballos rayaron a más altura, si bien a la hora de los adornos y de los recursos, el astado nada de nada. JIBARO, BASAJAUN y ORFEO lucieron en los embroques y JUSTICIERO en cortas y un buen par a dos manos con el toro parado.
Si dio la medida de lo que lleva dentro el joven dinástico en su segundo toro, un toro bravo, entregado, exigente, merecedor del postrero arrastre lento, ante el que Guillermo puso la raza de su juventud y la templanza de su herencia. Como tenía que ser y a pesar de las exigencias del astado, lo castigó lo justo porque había que estar a la altura de la noche y lo consiguió con una nueva cátedra de temple a lomos de BERLIN, que interponía esa suavidad y cadencia de movimientos que posee, a la enrazada embestida del toro. El astado buscaba una y otra vez al caballo y este con suaves movimientos lo cambiaba de tranco en hermosinas o se le metía por los adentros, pero siempre con limpieza, lo cual no era sencillo. Continuó con las piruetas a la salida de una suerte a la que siempre el toro acudía, seguía y se veía sorprendido por el giro rápido del equino. Tercio final para JUSTICIERO que comenzó con dos cortas y dos pares a dos manos muy aclamados y celebrados en los tendidos que ya estaban entregados a Guillermo que tras un rejonazo espectacular al segundo intento desató la petición que se hizo extensiva a dos orejas.
Antes Pablo había bordado otro toro bravo con una faena basada en fases emocionantes tras parar muy bien a lomos de REGALIZ. Quiebros con NAVEGANTE, que está cuajando una gran temporada dieron pase a las piruetas con MALBEC, precisas, ajustadas y siempre encontrando toro. El último tercio continuó al mismo nivel alto para dejar las cortas y un ceñido par a dos manos con GENEROSO. A la salida el caballo recibió un golpe doloroso que hizo que Pablo cambiara por NILTON para el rejón de muerte, que esta vez estuvo romo cerrando la posibilidad de más trofeos. Un tercio final al ritmo de un Mariachi que desde el callejón hacían sonar Las Golondrinas y que al terminar la labor de Pablo saltaron al ruedo para volver a entonar la mítica canción frente al jinete navarro que la escuchó y agradeció desde el centro del ruedo, todo ello antes de dar una muy querida y sentida vuelta al ruedo de adiós.