La pareja, de la mano de su patrón Matilla Producciones, van a torear en todas las plazas y satelites del grupo salmantino, sin perdonar pueblos y aldeas, aunque tengan o no tengan estación de tren. Así está el mercadeo taurino.
Castella puede justificarse y defender una estimable temporada pasada con triunfos en Madrid y Sevilla, aunque este año no le funcionan ni las estadísticas. De Manzanares, retirado en activo desde hace años, con sus problemas físicos y artísticos, no corta una oreja importante desde el Mundial de Japón.
Los toreros potentes y ambiciosos no le van a Matilla, amigo de tarifas planas y cómodas, sin empleados que le exijan mucho, firmando corridas a modo con carteles rematados, aunque se repitan desde hace veinte años. Recuerden cuando Talavante le pidió aumento de sueldo. Sumar comisiones sin grandes quebraderos de cabeza y no dejar de hacer caja. Lo importante es ganar dinero con sus toreros fieles y agradecidos, que siguen acaparando puestos de matadores que verdaderamente interesan al aficionado. Esto está montado así y entre cuatro se están llevando hasta el último céntimo del toreo, sin pensar en un futuro que a Matilla lo pillarå forrado y a nosotros encabronados hasta las trancas. Les invito a seguir el tour de verano de estos toreros collera, va a ser prodigioso. Y les recuerdo que Manzanares no corta una oreja desde el Mundial de Japón. Caso único en la historia del toreo. Le pasa a otro cualquiera sin padrinos salmantinos y ya estaba trabajando en una ferretería o poniendo copas en chiringuitos playeros.