Me tiene cavilando desde la tarde que lo vi en El Puerto, el día que fui al reclamo de Morante y me encontré a Daniel Crespo. Me encantó su empaque, gusto y torería, buscando el triunfo sin traicionar su personal concepción del toreo. Maneja con sabor el capote y tiene muleta cara, valor seco y la seguridad de un torero con muchas corridas, toreando tan poco. Triunfa siempre que lo ponen, tres tardes este ultimo año, dejando su sello y convenciendo. Fue una revelación aquella tarde en El Puerto.
Dentro de mi ingenuidad pensé que podía ser un torero que puede perfectamente confirmar y triunfar en Madrid a nada que le rueden las cosas, pero me temo que se han olvidado de este pedazo de torero de ese rincón del sur. Lo que si tenía claro, me hubiera jugado el cortijo que no tengo, que sería un candidato preferente para la Copa Chenel. Reúne todas las condiciones para competir y con capacidad para poder estar en las finales. Reviso con asombro que no está en la lista. Entiendo que hay muchos matadores con necesidad de sacar la cabeza, y todos tienen derecho a una oportunidad, pero puedo asegurar que toreros como Daniel Crespo son el prototipo ideal de toreros para los que se creó la Copa Chenel .
Me duele que toreros tan buenos como Daniel se pierdan en el limbo. Espero que tenga su ocasión de demostrar y luego que el toro, para bien o para mal, ponga a cada uno en sus sitio.
Si vuelvo este verano al sur, no duden que iré a El Puerto el día que anuncien a Daniel Crespo, triunfador absoluto de la feria con dos puertas grandes. Espero que mantenga la ilusión y no se deje ir; necesitamos muchos Crespos para regenerar la Fiesta. Hay muchos espadas peores que Daniel funcionando y eso me da coraje. Todos sabemos cómo está montado este tinglado. Si falla alguno en la Chenel acuérdense de Daniel Crespo, igual se sorprenden como yo aquella tarde en El Puerto.