REDACCION. Xavi Altamirano. 30 Abril 2021.- Me toca presentaros a quien es el alma de la ganadería El Montecillo, David Medina; ganadero insultantemente joven, pero con una vasta formación impagable recibida de manos de su abuelo, el gran Paco Medina “El Ventorrillo”.
No os perdáis los videos que adjuntamos; si yo torease así, me pensaría lo de ganadero.
Le preguntamos.-
A.- ¿Quién comenzó con 70 vacas y cuatro sementales de Juan Pedro Domecq? y sobre todo, cuéntanos que experiencias viviste junto a tu abuelo.
DM.- Estás hablando del inicio del Ventorrillo, donde mi abuelo compró a Juan Pedro Domecq los animales que mencionas para iniciar su andadura como ganadero ya con aspiraciones. Anteriormente tuvo una punta de vacas de Santa Coloma, pero rápido se dio cuenta del camino a seguir para poner la ganadería en la cumbre.
Mis recuerdos en esa etapa son bastante escasos ya que yo era bastante pequeño, pero sí sé que me marcó de tal manera que todo en mi vida giraba en torno al toro. Me encantaba pasar tiempo con mi abuelo e ir a la finca siempre que podía.
El ventorrillo se vendió cuando estaba en el mejor momento, lidiando en todas las ferias y en los carteles fuertes. Se creó el Montecillo allá por 2005.
Por mi parte hasta los 15 años anduve siempre con mi abuelo en la finca, pero tuve una etapa alejado del campo, en la que traté de ver mundo (jajajaja), sin embargo fue otra etapa importante en mi vida ya que abrí bastante mi mente. Hice mi carrera, estuve trabajando en empresa familiar, incluso viví unos meses en California, y casualmente fue allí, mientras vivía en California donde me entró una nostalgia tremenda. En aquella época tenía el toro aparcado por completo y tras unos años alejado del mundo del toro, aquello que mi abuelo marcó a fuego en mi resurgió de tal manera que rápido entré de lleno en la ganadería, todo esto hará unos 12 años.
Durante unos años compatibilicé tanto mi carrera como mi trabajo con la ganadería, y un día, contra todo pronóstico, decidí hacer lo que realmente me llenaba al 100%, gestionar y trabajar la ganadería.
Ya mi abuelo tenía una edad con lo cual yo llevaba la ganadería casi al 100% desde varios años atrás y consideré que tenía el conocimiento y la afición suficientes para dar el salto y dedicarme a ello
A.- Cuando Paco Medina nos deja, ¿en qué situación de salida te viste y con que ayudas humanas contaste?.
DM.- Fue una pérdida muy dolorosa. Él y yo teníamos una relación muy pura, era una persona que iba de frente. Nos peleábamos a diario, pero no sabíamos estar el uno sin el otro. En la ganadería hemos vivido momentos de todo tipo: triunfos, fracasos, situaciones angustiosas, disfrute etc.
El murió de una enfermedad que en dos años pudo con él y casi hasta la última semana de su vida, yo hacía lo posible por recogerle y llevarle al campo, es donde el se sentía bien.
Cuando falleció me vino un golpe de realidad tremendo, ya que no es lo mismo tener a tu mentor al lado, aunque ya era yo quien tomaba todas las decisiones, que verte solo ante el precipicio.
Él quiso que fuese yo quien continuase con su legado, así fue siempre de hecho, y yo por su puesto acepté el reto con máxima responsabilidad. Teníamos bien enfocada la ganadería y creía que podía defenderla.
Ayudas humanas la verdad es que he tenido las que necesitaba. Mi mujer y su familia me apoyaron al 200%, mi equipo del Montecillo, tanto el Mayoral como su mujer que son una familia para mi, Joaquín y Rober y sus familias siempre dispuestos a todo, Carmen, Clemente, María… Me siento muy afortunado de la gente que tengo a mi alrededor. Pasamos tiempos muy difíciles tras fallecer mi abuelo con el tema hereditario, luego el Covid… han sido un par de años durísimos, pero gracias a Dios con la gente que me rodea todo ha sido mucho más fácil.
A.- Aunque los mayores defienden que las ha habido peores y se ha salido de ellas, sabemos que esta crisis es la más dura que recordamos los que estamos aquí; ¿Qué medidas drásticas has tenido que tomar para subsistir como ganadero al día de hoy?.
DM.- No dudo que las haya habido peores, pero esta ha sido durísima. Es impensable para un ganadero tirarse dos años sin lidiar. De hecho, como dato, nosotros los ganaderos jamás podemos ajustar el gasto ni recurrir a un ERTE o parar nuestra actividad temporalmente. Los animales comen a diario, con lo cual imagina la dureza.
Las medidas que tomé según avanzaba la crisis fue reinventarme de 1.000 maneras… para una persona de mi edad, sin un sustento económico importante, el futuro de la ganadería dependía al 100% de mi trabajo, pero llegó un momento que no podíamos trabajar, ni con eventos en la finca (lo que suponía una gran fuente ingresos para mi) ni vendiendo animales.
Finalmente como antes comentaba, tras un proceso hereditario bastante complicado, ya que era yo el único de la familia que quería continuar con la ganadería, se decidió vender la finca y parte de la ganadería
A.- ¿Al vender la finca te cuestionaste algún otro enclave para tu ganadería?. ¿Consideras perdurable en el tiempo tu acuerdo actual?.
DM.- Por supuesto, yo no valoraba la opción de reducir la ganadería pero finalmente ha sido la mejor opción. Es difícil encontrar un sitio que reúna las condiciones que yo necesito para mi ganadería en tan poco tiempo, con lo cual finalmente me quedé con un lote de vacas, sementales, y la corrida que si Dios quiere se lidiará en Bayona el próximo 3 de septiembre
A.- ¿Explícanos el momento en el que te encuentras y los proyectos a corto y medio plazo?
Me encuentro en un momento delicado la verdad, ya que mi modo de vida ha cambiado al 100%. Yo vivía en la ganadería, mi vida era estar entre mis animales y ahora lo tengo que vivir desde la distancia. La verdad que tengo proyectos bonitos en mente, varios orientados al toro. El proyecto más bonito que tengo son mi mujer y mis dos niños, lo demás se ira ordenando poquito a poco
A.- Ya que sabemos que vas a Lidiar en Bayona este verano, cuéntanos.
DM.- Es un sueño para mí. He trabajado muy duro la ganadería para llevarla donde quiero y uno de mis objetivos era intentar lidiar en Francia. Me encanta la afición francesa, por su visión y respeto al toro y a la labor del ganadero. Mi ganadería considero que está en un punto dulce, como para afrontar un reto de esa envergadura. Te digo que es un sueño, porque yo desde siempre a todo mi círculo le he dicho que para mi era un objetivo a conseguir, anunciarme en una plaza importante en Francia y lo he conseguido. Bayona apostó por mí, lo cual no olvidaré nunca, y espero estar a la altura del reto. El trato por su parte ha sido exquisito, para mí todo esto es el fruto a la dedicación y entrega que he tenido hacia el toro. A día de hoy me tengo que pellizcar para creérmelo… Debutar en Francia en una plaza de primera con las figuras, no está al alcance de todos, pero creo que estoy preparado para el reto y la corrida que se va a lidiar es la idónea para que pase algo bonito, estoy enamorado de ella!
A.- ¿Qué le hacemos que hacer al sector para reestructurarlo?.
DM:_Trabajar, no hay otra. Creo que es momento para que nuevas ideas se abran camino en este mundo, me consta que se está trabajando. Creo que los jóvenes debemos empezar a involucrarnos en esta reestructuración.
A.- Por último, explícale a los detractores y a estos políticos lo que es y cómo se consigue «el bienestar animal».
DM.- Humildad. Vivimos en una época en la que todo el mundo habla de todo sin saber. Peor aún, nos legisla gente que no está preparada
Yo he tenido muchas conversaciones con animalistas y la zanjo rápido:
Si quieren hablar de animalismo, que se vayan con la gente que se dedica a criar animales y entrega su vida a ello. Lo mismo pasa con el ecologismo, la gente se etiqueta animalista por tener un perro y ecologista por dar un paseo por el campo cuando hace un día agradable. Es una pena.
Los verdaderos animalistas somos nosotros, somos los únicos que buscamos realmente el bienestar animal.
Desde mi punto de vista hay fuerzas importantísimas detrás del nuevo animalismo, cuyo fin no es otro que enriquecerse.
Tuve el placer de compartir contigo una tertulia en el programa España Tiempos Difíciles, donde opinamos con el maestro José Antonio Campuzano, el profesor Pedro Javier Cáceres, el empresario y ganadero José Carlos Escribano y nuestro director, Pablo Barrón. De los maestros siempre se aprende, pero me quedé con la esa rotunda coincidencia de criterio entre Escribano y tú, donde estabais totalmente de acuerdo en la trasformación integral que necesita el sector y como habría que afrontarla.
Eso me aporta optimismo en el futuro de la Fiesta. El toro necesita de personas como vosotros, con las ideas claras, y fuerzas para acercar a la gente joven a las plazas, utilizando todas las armas que las nuevas tecnologías nos ofrecen.
Menos mal David que no te quedaste en California; le haces mucha falta a la Fiesta. Espero que algún Sánchez Pomares siga tu estela.
Nos vemos en Bayona.
Plaza de tientas .
Trabajo de campo .