En octubre pero de 2002
XX Aniversario
2002-2022
“Cordobés; Tú eres el as de la torería.
No ha habido nunca ni lo habrá
otro torero con más salero…
Torea a los toros y es todo bondad,
corazón de oro y artista genial…”

«La Tauromaquia
es la pasión que nos une…»
Hagamos de éste 2022
El año más Taurino
a pesar de las adversidades…
Felipe de Jesús Estrada Ramírez.
Cronista de la Ciudad…
(Bibliografía al final del texto)
Fue la primera vez
que se concede el
Califato Taurino
máximo reconocimiento
Cordobés a un torero vivo…
Benítez recibió la distinción en un acto organizado el 29 de octubre del 2002 en el Alcázar de los Reyes Cristianos de Córdoba como colofón a la decisión del maestro de su despedida de los ruedos. Manuel Benítez levantaba pasiones: a favor y en contra… El torero Manuel Benítez, El Cordobés, fue proclamado V Califa del Toreo, el máximo reconocimiento al que puede aspirar un matador de toros Cordobés y que, hasta antes que él, sólo ostentaban cuatro maestros de finales del siglo XIX y principios del XX, siendo esta la primera vez que se concede el Califato Taurino a un torero vivo… Fue el Ayuntamiento de Córdoba quien asumió la responsabilidad de otorgar este reconocimiento por el gran apoyo recibido por la candidatura de Benítez, a la que se sumaron más de 200 asociaciones y colectivos de Córdoba, la Diputación de Córdoba, así como los ayuntamientos de la capital cordobesa y de Palma del Río, municipio en el que nació El Cordobés… Este califato no tiene normas ni reglamento, pues fue un calificativo creado por el escritor Mariano de Cavia cuando, con el seudónimo Sobaquillo, dio el nombre de Califa del Toreo a Rafael Molina, Lagartijo. El pueblo, los aficionados y críticos se encargaron después de bautizar a Rafael Guerra, Guerrita; a Rafael González, Machaquito; y a Manuel Rodríguez, Manolete, con sus respectivos califatos ya que eran toreros muy admirados por el pueblo… Para ser reconocido como Califa debe ser cordobés de nacimiento. Ostentar al menos, en seis temporadas consecutivas, en uno de los tres primeros puestos en el escalafón de matadores de toros. Conmocionar al mundo taurino, marcando una pauta en el ejercicio de su profesión. Recibir el reconocimiento y respeto del público y en su trayectoria considerársele número uno en el escalafón de matadores de toros y constituirse en el centro de atención popular. Pasear por las plazas de toros del mundo su origen cordobés, y por último, que su nombramiento de Califa responda a una aclamación de la mayoría de la afición.


Manuel Benítez Pérez, conocido como El Cordobés nació en Palma del Río, Córdoba, 4 de mayo de 1936. De origen humilde, logró convertirse en uno de los más afamados representantes de la tauromaquia internacional y es considerado uno de los iconos de la década de 1960. Fue un torero poco ortodoxo, que causó emoción y controversia. El domingo 28 de abril de 1957 se lanzó al ruedo como espontáneo en una corrida que se celebraba en la plaza de toros de Las Ventas. Fue en el quinto de la tarde, recibiendo una gran paliza del toro y fue arrestado.
Vistió por primera vez de luces el 15 de agosto de 1957 en Roa de Duero Burgos. El 27 de agosto de 1960 debutó en Palma del Río con caballos y ganadería de Juan Pedro Domecq y Díez, cortando cuatro orejas y un rabo… Toreó doscientas tres corridas como novillero desde 1960 a 1963. En la temporada de 1961 despacha 67 actuaciones y se presenta en los cosos más importantes. En el de Barcelona lo hace el 5 de marzo, alternando con Antonio Jesús y José Mata en la lidia de ejemplares de Sánchez Cobaleda. Aunque su actuación fue más que discreta se le contrata para los días 12 y 26. En esta última tarde un novillo de doña Pilar Sánchez Cobaleda le cornea, alcanzándole en la ingle derecha; la cogida se produce cuando banderillea con los rehiletes cortos, suerte que entonces practicaba frecuentemente. Como novillero fue corneado varias veces. El 15 de abril de1961, un novillo de Sierra Grande le cornea en el muslo derecho. El 2 de junio, el novillo Comisario de la vacada de don José Belmonte le alcanza, resultando herido de extrema gravedad en el triángulo de Scarpa derecho. El 14 de agosto, un ejemplar de Cobaleda le infiere una cornada en el muslo derecho. Manuel Benítez ha alcanzado ya una popularidad desbordante; prueba de ello es que en diciembre toma parte junto al rejoneador Álvaro Domecq Romero y Miguel Báez Litri en un festival benéfico celebrado en El Pardo y presidido por Francisco Franco. En 1962 hace 109 veces el paseíllo. Abre la temporada con un fracaso ante novillos de Salustiano Galache, en la novillada de la Feria de Fallas, el 17 de marzo; con el primero de sus astados escuchó dos avisos y uno en el segundo. Ese año sufre un nuevo percance sin importancia en el coso de Málaga, cuando es alcanzado por un novillo de don Juan Pedro Domecq. Aunque se anuncia la alternativa para el 12 de octubre en la plaza cordobesa, no puede celebrarse debido a la lluvia. En 1963, tras hacer el paseíllo en 13 novilladas: Toma la Alternativa en Córdoba, el 25 de mayo de 1963 fue su padrino Antonio Mejías Bienvenida y como testigo José María Montilla. Manuel le cortó las dos orejas al toro de la ceremonia, Palancar, de la ganadería de Samuel Flores, saliendo a hombros… La tarde siguiente vuelve a triunfar con toros de Arellano y Gamero Cívico, alternando con Pedro Martínez Pedrés, y Paco Camino. El 23 de junio sufre su primera cornada como matador de alternativa; un toro de Benítez Cubero le hiere en la región ilíaca externa, en la plaza de Palma de Mallorca. En 1963 rompe con su apoderado, El Pipo. Durante un tiempo lleva sus asuntos Chopera, y por poco tiempo él mismo, aunque le conceda poderes a Juan Antonio Insúa su cuñado o a Paco Ruiz, su antiguo banderillero.

Como matador de alternativa torea 63 corridas de toros. Al finalizar la temporada española viaja a América toreando casi 50 corridas en las primeras plazas de Venezuela, Colombia, México y Ecuador. En 1964 torea 72 tardes y protagonizó una tarde histórica el 21 de abril de 1964, fecha en que abrió la Puerta del Príncipe tras cortar dos orejas y un rabo del toro Bancalero de Carlos Núñez. El 20 de mayo se presenta en Las Ventas, en la que es su corrida de Confirmación de Alternativa. Pedro Martínez Pedrés le cede la muerte del primer toro Impulsivo, de la ganadería de Benítez Cubero. El astado alcanza al diestro cuando está realizando la faena con la muleta. El Cordobés es retirado a la enfermería sin haber entrado a matar a su primer toro, a pesar de eso le conceden una oreja, hecho insólito en la plaza madrileña. En agosto, se resiente de una antigua lesión en la mano derecha, por lo que tiene que ser escayolado y termina su temporada. Fue nombrado presidente de la Asociación Benéfica de Toreros esa temporada. La campaña de 1965 alcanza las 111 corridas, de las cuales, torea 31 en el mes de agosto. Inauguró la Plaza de Toros de “Los Califas” de Córdoba. El 1 de mayo, en la plaza de Aranjuez, se enfrenta y pelea violentamente con su compañero de cartel, Paco Camino. Un año después cuando paralizó a España entera en su confirmación en Las Ventas, Manuel Benítez “El Cordobés” vivió la que fue probablemente la mayor bronca de su carrera. Ocurrió el 13 de julio de 1965, nada más y nada menos que en la plaza de toros de Pamplona, en una tarde de bochorno en la que no se movía, ni una hoja. Era la séptima corrida de San Fermín, con seis toros de Atanasio Fernández parar Fermín Murillo, Curro Romero y el propio Cordobés. Los toros pesaron: 485 kilos, 467, 482, 517, 511 y 486. Partidarios y detractores esperaban con pasión a Manuel Benítez. Contaba en su crónica Antonio Díaz Cañabate que desde por la mañana se hablaba del mucho dinero que cobraba y del pelo tan largo que estilaba, tipo Beatles. “¡Córtate el pelo, córtate el pelo!”, canturreaban los mozos… El crítico abecedario tituló con ironía “Los toros a vista de pájaro”: imaginaba que veía la corrida desde la torre de las Escuelas Pías y se refería a los astados como “puntitos negros”. No le agradó mucho la chica corrida. Solo Fermín Murillo cortó una oreja (con dos vueltas al ruedo) al cuarto. Curro Romero pechó con un primero sin fuerza y con un quinto al que dejó verónicas finas y suaves, apagado. “Un borrego”, escribe El Caña. Manuel Benítez, que anduvo frío con un tercero que embestía bien, no lo vio claro con el sexto. Así lo cuenta ABC: “¿Qué le pasó a El Cordobés en el sexto, que era un puntito negro insignificante? ni le quiso torear con el capote, ni con la muleta, y el toro no merecía tal desprecio, porque iba donde le llamaban. El Cordobés no le llamó. No lo quiso ver. ¿Por qué? Por el público no fue. El público le había tratado con pasión, pero correctamente. Nadie le mentó los mechones. Un torero de sus exigencias lo primero que tiene que hacer es exigirse a sí mismo. El Cordobés estuvo sin moral. Abandonado a la desgana. Y empezaron a pedirle que se cortara el pelo y a tirar pan y almohadillas al ruedo, y El Cordobés entró a matar dos veces y señaló dos medias estocadas y, ya descompuesto, hasta el doce intento de descabello no acertó”. Y concluye la crónica de Cañabate: “Al retirarse del ruedo la lluvia de almohadillas era intensísima. A una de ellas El Cordobés, muy tranquilo, le dio un pase con la montera. Fue el único pase que le vimos en toda la tarde. Pero, ¡claro!, a una almohadilla no vale, por lo menos no vale los dinerales que percibe”. Hasta para torear con la montera a una almohadilla hay que tener carisma y personalidad. Cosas de genios. Aunque a veces peguen un petardo… El 12 de diciembre se somete, en Madrid, a una operación del tendón del bíceps del brazo derecho, por lo que ese año no puede desplazarse a Latinoamérica. La campaña española de 1966 la salda con 74 festejos, cifra que crece si se le suman los compromisos en tierras americanas. Allí no sólo torea a finales de año; el día 5 de julio actúa en México en doble sesión, por la tarde en la plaza de Tijuana y por la noche en el coso de Puebla. En las dos corridas se enfrenta a astados de la ganadería de Santacilia. Vuelve a España y viaja a Francia para torear en Mont de Marsan, resultando herido en la pantorrilla derecha. El 1 de noviembre torea en el coso mexicano de León. Su actuación fue desastrosa; el público le dedica una sonora bronca y El Cordobés pide perdón, hincando las rodillas en tierra, con los brazos puestos en actitud de oración. A principios del año de 1967, al poco de anunciar el torero su retirada, se presentan en su finca de Villalobillos, en Córdoba, los empresarios españoles más importantes Barceló, Balaña, Canorea, Gago, para convencerle de que recapacite. Manuel era fuente de jugosos dividendos y los empresarios no querían su retiro. El Cordobés sigue toreando y en 1967 se vestiría de luces en 109 ocasiones. El 29 de junio le devuelven al corral un toro, en el coso barcelonés. A pesar de éste y otros fracasos, la popularidad de El Cordobés no hacía sino aumentar. Su tirón en taquilla no lo tenía ningún otro torero del momento. A finales de año, el Ministerio de Información y Turismo le concede la Medalla de Oro al Mérito Turístico, en reconocimiento a su enorme fama. En la campaña del 68 despacha 71 festejos. El 13 de junio, en la corrida celebrada con motivo del Corpus toledano, vuelven a echarle un toro al corral, del hierro de Alejandro y Victorino de Paz. En 1969 rompe con los empresarios que no querían que dejara los ruedos. Comienza a actuar en plazas de tercera categoría y portátiles, junto a Palomo Linares, argumentando que no piensa seguir las directrices de los empresarios de primera fila. Se viste de luces 66 veces y casi todas sus actuaciones son discretas. Vuelve a tierras americanas. El 7 de febrero de 1970, al entrar a matar a su primer enemigo, de la ganadería de Clara Sierra y Benjamín Rocha, el animal le cornea en la región submalar.
A su regreso a España se reconcilia con los empresarios y hace el paseíllo en 121 corridas, con desiguales frutos. El 2 de julio participa como rejoneador en un festival benéfico celebrado en Medina de Rioseco, con toros de su ganadería. El 10 de septiembre, en la plaza de Calatayud, nuevamente ve salir los mansos para que abandone el ruedo un toro de la ganadería de Cerroalto. Cierra la temporada en Jaén, estoqueando como único espada a seis ejemplares de Carlos Núñez. Corta once orejas y tres rabos y ofrece al público el pintoresco espectáculo de montarse encima del sexto de la tarde durante la faena de muleta. Su última temporada en los ruedos es la de 1971, año en el que despacha 87 actuaciones, alternando faenas brillantes con otras deplorables. El 23 de junio escucha, en la plaza de Alicante, los tres avisos. Su última tarde de luces de ese año es el 21 de septiembre en Oviedo, día en el que alterna con Fermín Murillo y Raúl Aranda, cortando una oreja. A principios de 1972 se extiende el rumor de que El Cordobés se retira del toreo en activo. El propio torero lo confirma un poco más tarde.
El Cordobés, regresa del retiro el 22 de julio de 1979. Esa tarde lidia en solitario seis astados de herederos de don Carlos Núñez, en el coso alicantino de Benidorm. El V Califa obtiene 5 orejas y un rabo. Durante esa temporada se viste de luces 37 veces, pero no torea en los ruedos de primera categoría. El 29 de septiembre, en la plaza de Cáceres obtiene un fracaso y un triunfo; con su primer enemigo recibe una sonora pitada y en su segundo le conceden las dos orejas. Ese invierno recorre las plazas de Perú y Colombia. De regreso a España, torea en la Feria de Fallas. El 15 de marzo, junto a Rafael Soto Rafael de Paula, y Pedro Gutiérrez Moya Niño de la Capea, lidia toros de El Sierro. El día 16 alterna con Jaime Ostos y Palomo Linares en la lidia de ejemplares de don Manuel Camacho y de los herederos de don Carlos Núñez. Su actuación es un éxito, pues toca pelo en sus dos toros. El 18 de mayo, en Málaga, en un cartel que completaban Curro Romero y Palomo Linares, corta las dos orejas de cada uno de sus toros, marcados con el hierro de donManuel Camacho. Triunfa también el 29 de junio en la plaza de Zamora, con reses de El Pizarral y Jaral de la Mira y, el 1 de julio, en Burgos, con astados de Pérez Angoso. El día 13 de julio torea junto a Curro Romero y Antonio José Galán en la plaza de La Línea de la Concepción. El encierro era de la ganadería de don Manuel Álvarez. Las toros dieron buen juego a Manuel, que corta las dos orejas a su primer toro y las dos orejas y el rabo a su segundo. Su primer percance de aquel año lo sufre el 25 de julio, en el coso santanderino de Cuatro Caminos, cuando le alcanza un toro de Juan María Pérez-Tabernero. Antes de la cogida había tenido lugar la ceremonia de la alternativa de Mario Arévalo, al que apadrina, con Tomás Campuzano de testigo. El 7 de agosto lidia en Ceuta astados de Clemente Tassara y le conceden cuatro orejas y dos rabos. El día 18 de mismo mes, resulta herido cuando entra a matar a su primer enemigo, de la divisa de doña Amelia Pérez-Tabernero, en la plaza de Quintanar de Orden, en Toledo. La herida, de pronóstico grave, requirió una operación tras la cual, se ve obligado a dar por finalizada su campaña, habiendo sumado 34 actuaciones. En invierno no viaja a Hispanoamérica y empieza la campaña de1981 bien entrada la temporada. Este año sus éxitos son escasos. Uno de ellos es el del 7 de junio en la plaza de Plasencia, en Cáceres, tarde en la que alterna con El Niño de la Capea y Julio Robles en la lidia de astados de Gabriel Rojas, logra un apéndice. Su última corrida de esta temporada, antes de la que sería su segunda retirada, tiene lugar el 14 de septiembre en Albacete, junto a Rafael de Paula y Palomo Linares. Los toros eran de los hierros de Los Guateles y Martínez Uranga. Fue una tarde aciaga para El Cordobés. Tras la faena a su primero escucha una sonora bronca. Al salir al ruedo su segundo enemigo, de nombre Sospechoso, de Los Guateles, hiere mortalmente al espontáneo Fernando Villarroel. La confusión invade a todos los presentes. El diestro da muerte al toro en medio de un clima de desconcierto y vuelve a escuchar otra gran bronca. Aquella fatídica tarde dio mucho que hablar en los ambientes taurinos. Empiezan a surgir comentarios acerca de la supuesta pasividad de El Cordobés en la fatal cogida del joven y el de Palma, decide dejar los ruedos. A esta nueva retirada también debió contribuir la actitud hostil y acusadora de la afición, antes devota ferviente del torero. Era evidente que El Cordobés había perdido popularidad. A pesar de todo su leyenda permanece viva… Reaparece en 2000 y luego de solo dos corridas vuelve a anunciar su retiro debido, según sus palabras a que «con el toro actual no se puede, sencillamente no anda…», a pesar de esto regresa a los ruedos en diversas corridas y festivales… Tiene varias canciones que le homenajean, como la llamada Manuel Benitez El Cordobés interpretada por la presentadora, cantante y actriz Carmen Sevilla y cantada en varias lenguas por la consagrada cantante francesa Dalida y Cordobés del grupo mexicano Los Tepetatles. Otra famosa canción que canta al Cordobés, es la canción del cantaor, Juanito el «Mejorano», llamada «Retírate Cordobés». En 1967 se le concede la medalla de oro al Mérito Turístico en España. En diciembre de 2015, los Reyes Felipe VI y Letizia, le entregaron la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes. Participó como actor en las películas Aprendiendo a morir en 1962, Chantaje a un torero en 1963 y Europe Here We Come! en 1971. Por su intervención en la primera recibió el Premio Antonio Barbero al actor revelación en la edición de 1962 de las medallas del Círculo de Escritores Cinematográficos. Tiene calles en su nombre en numerosas ciudades, siendo quizás una de las más llamativas la avenida en su honor que tiene en Sunrise Manor en el área metropolitana de Las Vegas, Estados Unidos y la calle Palma del Río, en honor también al pueblo que lo vio nacer.
Bibliografía.- Diario El País/JoséLuisRodríguez-Diario Córdoba/RevistaHola/Libertaddigital/Manuel Medina González-libro Coplas al aire de Córdoba: «El Cordobés»