Ahora va y resulta que el gran problema de la rentabilidad de Onetoro es que los subalternos han cobrado tres millones en derechos de imagen. Anda y tócate los pies. Pues me lo ponen fácil; si este colectivo se ha llevado tres, no puedo ni imaginar la tela marinera que han pescado la cúpula de presuntas figuras del toreo.
Nadie quiere soltar la presa del anzuelo y lo sencillo es atacar al eslabón más débil de la pirámide: los subalternos. El problema está en las cantidades de Roca Rey, los toreros de Matilla o Talavante, es donde hay que meter el diente si quieren cuadrar cuentas. Al resto de escalafón de matadores les cae lo que les dan sin mucha negociación. Quieren rascar donde no deben para que el botín no se quede muy mermado, pero empiezan mal. Dejen en paz al colectivo de subalternos y ataquen el problema por donde tienen que hacerlo: las presuntas figuras y el pastizal que se llevan.
Paralizaron las emisiones para regularizar eso, si no se atreven o no pueden no es problema mío, pero dejen en paz a banderilleros y picadores. Si hay recortes, que está claro que los tiene que haber, serán para todos, pero las casas no se empiezan por el tejado.