M. Recio. suiteinformación.- Ponerse delante de un toro requiere de altas dosis de valor. Dedicarse profesionalmente a ello exige un toque importante de desdén y cierto desprecio, llegado el momento, por la propia vida.
Hoy en la séptima del abono sevillano, a plaza llena, ha ocurrido un hecho que quedará no sólo escrito en los anales de esta plaza, sino también de forma indeleble en la memoria de todos los que hemos tenido la suerte de contemplarlo.
La lidia de los seis toros de D. Victorino Martín correspondía a los diestros Manuel Escribano, Borja Jiménez y Andrés Roca Rey, acompañados sus correspondientes cuadrillas de picadores y banderilleros.
Los toros criados en Las Tiesas de Santa María en la provincia de Cáceres, tienen fama de crear complicaciones durante su lidia. Su encaste, Marqués de Albaserrada así lo certifica.
Allá por el año 1913, Hipólito de Queralt, marqués de Albaserrada, compró a su hermano Enrique , conde de Santa Coloma, una parte de la ganadería que recientemente había creado. Ambos encastes tienen el mismo punto de partida : Vistahermosa- Barbero de Utrera- Murube con Saltillo. Casi todas las ganaderías hispano-americanas proceden de él.
No ha sido una ganadería muy querida por los toreros pues da un tipo de animal complicado para la lidia, de comportamiento incierto en todos los tercios y que requiere y exige un toreo muy técnico y especialmente adaptado a este encaste. Eso si, puede salir un toro como “Cobradiezmos” , bravo y noble, de embestida cierta y humillando, cuya lidia y muerte correspondió a Manuel Escribano, especialista en el hierro , también un 13 de abril de 2016, siendo indultado en esta misma plaza.
El primero de la tarde de nombre “Disparate”, número 29 de 505 kg, negro entrepelao, quien cogió al diestro de Gerena en los primeros compases del primer tercio. Pasó a la enfermería para ser intervenido. Así empieza la epopeya.
Borja Jimenez se hace cargo de la lidia en sustitución del compañero herido. Venía a por todas, está en un momento pletórico de forma y decisión. Técnica sobrada para pasaportar lo que le echen. Destacar su toreo al natural por lo que fue ovacionado al final de su faena.
Roca Rey lidiaba por primera vez toros de Victorino Martín. Su primero, corriendo turno, “Minueto”, número 11 y 540 Kg. Algo desconfiado anduvo al inicio de la faena de muleta, consiguiendo más tarde buenas tandas bajando ambas manos. Se observó la presencia de algunos flautistas en los tendidos, estratégicamente repartidos, intransigentes con el maestro limeño. Eso está de más en la Maestranza. Recomiendo pidan plaza en el tendido 7 de Las Ventas, donde quizás sean bien aceptados.
En el primero por sorteo de Borja, “Baratero”, número 34 y 511 Kg, hizo este una faena seria, importante, de dominio y valor. Faena de dos orejas que se quedó en una debido a la deficiente colocación de la espada.
El segundo de Andrés Roca era “Plantaviñas”con el 90 en el costillar y 535 kg. Brindis sincero, de gratitud sentida al maestro Jose Antonio Campuzano, su descubridor y a quien cuidó como a un hijo desde su llegada a España procedente de Perú para hacerse torero.
Ya sabía lo que tenia por delante, pero gana en seguridad y mando, soportando pitidos absurdos de algunos malos aficionados. Baja la mano como pocos. Estocada caída y ovación.
Sale por chiqueros el quinto de la tarde, “Cobardón”, número 39, de 565 Kg, el de más báscula y complicaciones, muy exigente, había que estar ahí después de romperle por dos veces el estaquillador de la muleta, con una faena seria compuesta de buenas tandas con la mano derecha. Naturales exponiendo muchísimo. Ovación.
Había un runrún en los tendidos: “Escribano sale a matar el sexto…” y así fue. Aparece por el callejón, saliendo de la enfermería con el chalequillo y un pantalón vaquero que su amigo Chimy Avila, jugador del Real Betis Balompié, le ha prestado. El público lo recibe en pie con una enorme ovación. Con una cornada de diez centímetros, ha pedido a los cirujanos que cosan la herida y coloquen, bajo su responsabilidad, un vendaje de compresión. Sale decidido a matar su segundo toro. La ovación acrecienta cuando Escribano agarra el capote por una punta apoyándolo en la cadera y arrastrándolo se dirige a la puerta de chiqueros para recibir a porta gayola a su segundo toro, “Fisgador” , cárdeno como todos, con 530 Kg y número 83 de la camada. Se forma un verdadero alboroto, todo el mundo de pie. Aplausos y vítores. Se arranca la banda de música. Un lujo ante la gesta. Lo nunca visto. El clamor del público es ensordecedor y la emoción fluye del corazón a la garganta. Larga cambiada y lances de recibo. El respetable en pie. Adiós a las almohadillas. Mermado de facultades se decide a banderillear y coloca dos pares excepcionales. Ovación . El de Gerena se entrega realizando una faena plena de poderío y temple. Dos orejas. Guarden silencio cuando esta noche sueñen lo vivido….Toreaba el valor, el pundonor y el coraje de un gran matador de toros.
Pisó herido el albero Don Manuel Escribano Nogales.