Manuel Recio Abad. SUITE INFORMACION.- Apertura de la temporada taurina de Sevilla con la tradicional corrida del Domingo de Resurrección. Un total de siete toros de Nuñez del Cuvillo saltaron al ruedo maestrante con un lleno absoluto y el enorme interés que despertó en la afición el retorno del guijarrero y no cigarrero, Morante de la Puebla, que a mi modesto entender no dio muestras de estar dispuesto y en condiciones como para afrontar una temporada en la que se le va a exigir mostrar en cada faena el por qué de su importancia y razón de ser como matador de toros.
A las doce el Exmo. Ayuntamiento de Sevilla y la Real Maestranza de Caballería, nos obsequió con un pregón con media entrada, a cargo del ganadero y presidente de la Fundación Toro de Lidia, D. Victorino Martín García. Con una pésima megafonía impropia de un teatro como es el de la Maestranza, el ganadero dio lectura a media voz a una especie de clase magistral, a modo de ponencia muy alejada de lo que debe ser un auténtico pregón, pues careció de entonación y a mi gusto estuvo muy alejado de lo que son los auténticos pregones: una promulgación que está a mitad de camino entre el canto y el grito y su contenido debe ser elogioso, poético y estético. De todo ello careció el de esta temporada. Alguien debió previamente aconsejar bien al ganadero.
A las seis y media de la tarde, con exquisita puntualidad, se inició el paseíllo. Sones del himno nacional escuchado en silencio y con el debido respeto. Toros de Nuñez del Cuvillo para los diestros José Antonio Morante, Alejandro Talavante y Daniel Luque.
El primero de la tarde “Campanito” un castaño de 555 Kg cuya lidia correspondía a José Antonio Morante, dio muestras de escasa fuerza desde su salida, aumentada con una media voltereta al recibirlo Morante con el capote. Fue devuelto y en su lugar salió el primer sobrero bautizado “Ponderoso”, número 85, colorao de 580 Kgs. y que Morante lanceó a la verónica con gusto. Recibió dos puyazos, rectificando el picador la colación en el segundo. Quite de Alejandro Talavante por chicuelinas.
Es de destacar la actuación de las tres cuadrillas en sus respectivos tercios durante toda la corrida, sobresaliendo algunos pares como el protagonizado por Juan José Domínguez a este primero bis de la tarde. El diestro de La Puebla vio pronto el buen pitón izquierdo de ”Ponderoso” y en el basó su faena, iniciada con doblones y pase de pecho. Varias tandas bordando el toreo al natural que arrancó los oles en los fervorosos tendidos. Mató de pinchazo y media estocada que resultó suficiente. Palmas.
A Alejandro Talavante correspondía el segundo toro “Tristón” otro colorao, con el número 77 en el costillar de 504 Kgs. Sale parado y se emplaza en el centro del ruedo. Hay que ir a por él. Lo recibe con una tanda corta de verónicas a píes juntos. Tarda en arrancarse al caballo. Talavante hace su quite de tafalleras al que siguió otro orquestado por Daniel Luque por ajustadas gaoneras. Inicio de faena de Talavante con doblones rodilla en tierra y una tanda de derechazos en redondo, rematada con pase de pecho. “Tristón” tiene poco recorrido y casta y tras la primera serie de naturales en los medios, manseando y rajado busca las tablas, saliendo suelto y volviéndose al revés tras cada pase, lo que complica su lidia. Se acula en tablas y sólo permite una buena estocada en su sitio. Silencio.
Daniel Luque volvía con expectación a la Maestranza. Es un torero que asegura el espectáculo por el cual se paga en taquilla. Siempre da más y se supera a sí mismo. A nadie deja impasible y acelera los pulsos. Le correspondía como primero de su lote “Correvientos”, colorao de capa, con el número 245 y 565 Kgs en la báscula. Buen recibo de capote. En el caballo se arranca de lejos para recibir una segunda vara. Extraordinario y ajustado quite de Luque. Buen Segundo tercio protagonizado por su cuadrilla que conforman Raul Caricol, Juan Contreras y Jesus Arruga. Excelentes subalternos.
El de Gerena mide las distancias como nadie en todos y cada uno de sus pases. Por eso esta siempre en el sitio Justo para enlazar el siguiente. Los terrenos que pisó Daniel Luque en sus dos faenas de muleta este domingo no los pisa nadie actualmente. Lleva al toro al lugar donde quiere y lo recoge citándolo con suavidad en una cercanía que hace parecer imposible que haya sitio para que el pase se produzca. Los pitones rozando la taleguilla y a dos dedos de la muleta. Faenón en toda regla a un “Correvientos” sin transmisión alguna. Faltó toro y hubo torero de sobra. Revolución lógica en los tendidos. Estocada y oreja cortada a ley , que bien podrían haber sido dos.
En cuarto lugar salió por la puerta de chiqueros un negro mulato de nombre “Tobillito”, de 515 Kgs, marcado con el número 124. Sale suelto emplazándose en el centro del ruedo. Morante no se confió con él en ningún momento. Picado en exceso, resultó muy complicado de parear. Nada que destacar de la faena de muleta. Trasteo por bajo de un Morante que dio cierta sensación de abulia y desinterés. Mató de pinchazo, media y descabello. Respetuoso y cariñoso silencio del respetable.
Talavante en su segundo puso pundonor y todo lo que pudo en la lidia de “Billetero”, negro, número 12 de 560 Kgs, bien presentado como el resto de la corrida. Un toro sin fondo que no le permitió hacer su toreo. Tras la anecdótica actuación presidencial cambiando de tercio tras el primer puyazo, inició la faena tras brindar al público, de rodillas en los medios , con una serie de derechazos. Alternó varias tandas de naturales y derechazos rematados con cambios de mano. Le cuesta mantener al toro fijo en la muleta, demostrando una radical ausencia de casta. Nueva tanda rematada con una capeina seguida de un pase de trinchera. Mató de pinchazo y estocada. Silencio.
Cerraba la tarde Daniel Luque. Vuelta la expectación a los tendidos. ¿Habrá toro?. Y salió un mulato meano “Marcado” de nombre, de 539 Kgs y herrado con el número 48. Había que enseñarlo a embestir porque punteaba continuamente. El inicio de la faena de muleta fue una lección magistral de como se ahorma y enseña a tomar los engaños a un toro. Una vez conseguido volvió a andar los terrenos donde los toros embisten y el riesgo se multiplica. Faena de menos a más rematada con una media estocada de perfecta colocación que bastó para poner fin a la vida de “Marcado” , que tardó en doblar y ante el que Luque rehusó utilizar el descabello, escuchando un aviso. Petición de oreja no concedida por Fernandez Rey.
Esto fue todo en la tradicional corrida de Domingo de Resurrección, apertura de la temporada sevillana. El próximo domingo día 27, alternarán Lama de Góngora, Calerito y Navalon frente al ganado de Ricardo Gallardo, Fuente Ymbro. Interesante corrida de quienes aspiran a ser futuras figuras del toreo. Suerte.