Otra ruina ganadera a plaza llena. La gran noticia del día es que la afamada ganadería de JP, después del solemne y esperado petardo de hoy, repite en la corrida de Beneficencia, a módicos precios y sin papel en taquilla. Así está el taurineo andante y esto no hay quien lo remedie. Por bastante menos que la debacle bovina de JP hoy en Madrid hay ganaderías que desaparecen del mapa y no lidian ni en las fiestas de su pueblo. El sexto, un remiendo de Torrealta, ha consolado la función en el acto final.
A Juan Ortega y Pablo Aguado los han engañado como a chinos(o igual como comentan los han elegido ellos) dejándoles los JP en Madrid. Tampoco están para elegir mucho pero para otra vez que lean la letra pequeña, igual encuentran otro hierro sin tanto pedigrí pero más posibilidades. Les han pegado el timo del tocomocho ganadero con un sobre lleno de recortes de periódico.
Detallitos de ambos hasta el sexto, unos capotes por aquí, algún muletazos por allá, nada serio para recordar, más que la triste figura de dos toreros desanimados en una leonera de airado público, con razón, que les chilló pero sin acritud, mas bien fruto del desengaño ambiental a plaza llena.
El sexto, el Torrealta, permitió al afortunado Aguado sacarnos del hastío existencial vacuno, recetando un docena de naturales de elegante y pausado trazo, un final bello y un espadazo efectivo le permitió cortar una oreja de corrida fulera. Miguel Ángel Sánchez echó una buena tarde.
Y digo yo, no será mejor que JP siga con la cría porcina que según dicen tiene buena mano y se olvide unas temporadas de los animalitos con cuernos.
( Foto Alberto Moreno)