Un 22 de Diciembre de 1974,
Pedro Gutiérrez Moya
«El Niño de la Capea»,
figura indiscutible del toreo,
cortó las dos orejas y rabo al toro
«Corvas Dulces» de la ganadería de Garfias.

Fue su primera tarde triunfal en la plaza
de toros Monumental de México…
“Diciembre era un mes
para cortar rabos en
La Monumental Plaza México…”
«La Tauromaquia
es la pasión que nos une…»
Hagamos de éste 2022
el año más Taurino
a pesar de las adversidades…
Felipe de Jesús Estrada Ramírez.
Cronista de la Ciudad…
(Bibliografía al final del texto)
Era un domingo aquel 22 de diciembre de 1974, en la plaza de toros Monumental de México, de la Ciudad de México. Pedro Gutiérrez Moya «Niño de la Capea» cortó las dos orejas y rabo al toro «Corvas Dulces» de la ganadería de Garfias. Fue su primer gran triunfo en el coso de Insurgentes, cortando las dos orejas y rabo en «La México», siendo el número 82 que se otorgaba en esa histórica plaza. El Maestro Capea venia de cerrar la temporada española con 89 festejos y de confirmar su Alternativa en Las Ventas de Madrid el 21 de mayo de esta temporada de 1974, cortándole una oreja a Girón el toro de la ceremonia del hierro de Atanasio Fernández, y dos más al cierraplaza fue su padrino Palomo Linares y como testigo Paquirri. Saliendo Capea en volandas por la Puerta Grande.

En la Plaza de Toros Monumental de México, Pedro Gutiérrez Moya «Niño de la Capea» toreó 37 corridas de toros, cortando 18 orejas y 3 rabos, en donde fue un auténtico ídolo de la afición. Es el único torero español que ha cortado tres rabos y ha indultado un toro en el Coso de Insurgentes y donde se despidió como la gran figura del toreo que ha sido, conquistando con su valor y arte la admiración y respeto de la afición mexicana que lo distingue llamándole “Paisano”. El Capea se convirtió en uno de los grandes ídolos de la fiesta de los toros para los aficionados de la Plaza Monumental México. Capea se despidió de México apoteósicamente, cortando el rabo número 105 en la historia de la Monumental, con el fiero y poderoso quinto, de nombre Piropo, de la ganadería de José Antonio Garfias, de la ganadería De Santiago.
Pedro Gutiérrez Moya «Niño de la Capea» lideró las estadísticas del escalafón taurino español de más corridas, en 6 ocasiones: 84 (1973), 92 (1975), 86 (1976), 80 (1978), 76 (1979) y 68 (1981). Pedro Gutiérrez Moya «Niño de la Capea» salió 5 tardes por la Puerta Grande de la plaza de toros Monumental de Las Ventas de Madrid, los años 1974, 1975, 1979, 1985 y 1988. En la Feria de San Isidro de Madrid, Pedro Gutiérrez Moya «Niño de la Capea» toreó un total de 35 corridas, cortando 18 orejas. Debutó en la Plaza de Toros de Las Ventas el 10 de octubre de 1972 y cortó en la Monumental Plaza de Las Ventas, 23 orejas en su carrera. En el coso Venteño toreó 3 Corridas de Beneficencia (1975, 1985 y 1986) y 1 de la Asociación de la Prensa (1988).

Pedro Gutiérrez Moya conocido en el Mundo Taurino como «Niño de la Capea», nació el 17 de septiembre de 1952, en el salmantino barrio de Chamberí. Ingresó en La Capea, escuela taurina donde recibió las primeras lecciones y de la que tomaría su apodo. El 3 de mayo de 1969 se viste por primera vez de luces en su tierra natal. Su primer triunfo importante y determinante en su carrera lo consigue en La Chata madrileña, en las conocidas ‘Corridas de la Oportunidad’, donde llega a ser repetido en varias ocasiones. El 17 de junio de 1970 realiza su primer paseíllo con los hombres del castoreño, alternando junto a Paco Núñez y José Ortegón, para enfrentarse e un encierro de Luis Higinio Severino, saliendo de la plaza con las dos orejas de su primer oponente. Cierra esta temporada con 17 festejos, que subirán a 48 en la siguiente temporada, sumando triunfos que le van colocando en una posición muy destacada del escalafón de novilleros. A partir de la temporada de 1972, es apoderado por la casa Chopera, quienes le darán facilidades que el salmantino no desaprovechó. Debuta en la arena del coso venteño el 11 de junio, alternando junto a Ángel Rodríguez, Angelete y Julio Robles, frente a novillos de Juan Pedro Domecq, obteniendo un balance de vuelta al ruedo en su primero y un apéndice del segundo. Había toreado 22 novilladas en esta temporada hasta la fecha de la alternativa, ceremonia que tiene lugar el 19 de junio de 1972 en el coso bilbaíno de Vista Alegre. Actuaron junto a Capea en fecha tan señalada Paco Camino, que ofició de padrino y como testigo Francisco Rivera Paquirri lidiando un encierro de Lisardo Sánchez. Cortó El Capea las dos orejas de Mireto, astado de la ceremonia. Pocos días después resulta herido en la ingle derecha, el 29 en Zamora, percance que no le impidió cerrar con 54 paseíllos más en la temporada española, al término de la cual viaja a América, lo que sería una constante en su carrera.
Terminó primero del escalafón haciendo 84 paseíllos en 1973, lo que le coloca en el primer puesto del escalafón. Consigue en esta campaña triunfos importantes aunque no hace el paseíllo en Madrid. Cumplidos los compromisos en España, viaja de nuevo a América, donde la mala suerte se cebó doblemente con el torero, al írsele un toro vivo al corral en México, el 16 de diciembre, y resultar herido de gravedad en la ingle derecha en Guadalajara, el 25 del mismo mes.

Se retira de los ruedos, en Salamanca, su tierra natal, 14 de septiembre de 1988, alternando junto a Litri y José Luis Ramos, que tomaba la alternativa, frente a toros de Joaquín Buendía Peña, consiguiendo del segundo de su lote los máximos trofeos. Tras un par de campañas sin dedicarse al ejercicio activo del toreo aunque permaneció vinculado al planeta de los toros en su nueva condición de criador de reses bravas, volvió a vestirse de luces en la plaza de Málaga el día 31 de marzo de 1991. Pero en esta reaparición no gozó de la misma fortuna que le había acompañado hasta el momento de su primera retirada, ya que a los pocos días de su vuelta, en la Feria de Abril sevillana, un toro marcado con el hierro de Cebada Gago le asestó una grave cornada cuyas secuelas lo mantuvieron inactivo durante casi toda aquella campaña. Una vez repuesto, tampoco logró alcanzar su antiguo esplendor durante las temporadas siguientes, por lo que optó por retirarse definitivamente el día 5 de febrero de 1995, ante sus fieles partidarios de México, en una tarde gloriosa en la que obtuvo las dos orejas y el rabo de un toro de su lote.
El Capea como torero en retiro se dedicó como ganadero a la cría de toros de lidia y a acompañar a su hijo Pedro Gutiérrez Lorenzo «El Capea» en su carrera como torero. Su hija, Verónica Gutiérrez Lorenzo, se casó con el diestro Miguel Ángel Perera. El 13 de julio de 2012, su hijo Pedro Gutiérrez Lorenzo «El Capea» contrajo matrimonio por el civil con la hija de Fermín Espinosa «Armillita», Paulina, quienes se casaron eclesiásticamente el 6 de octubre de ese mismo año.
Que Dios le siga repartiendo
Salud y Suerte al maestro
Pedro Gutiérrez Moya
«Niño de la Capea»
quien tiene un lugar
especial en la Historia del toreo…