Felipe de Jesús Estrada Ramírez
«La Tauromaquia
es la pasión que nos une…»
Hagamos de éste 2022
el año más Taurino
a pesar de las adversidades…
Felipe de Jesús Estrada Ramírez.
Cronista de la Ciudad…
(Bibliografía al final del texto)
“Pepe Luis Vázquez ha sido
la esencia del toreo, lo más puro,
profundo y de mayor arte
y personalidad que ha existido…”
Ángel Luis Bienvenida.
Fue un domingo aquel 20 de Octubre de 1940, Marcial Lalanda, años más tarde se convertiría en su apoderado, le Confirmó la Alternativa, siendo el testigo Rafael Ortega Gallito. El toro de la ceremonia se llamó Carmoneño, y pertenecía al hierro de Bernardo Escudero Bueno, Escudero Calvo y, muchos años después, se transformó en Victorino Martín. La corrida, organizada por el Jefe de Estado Francisco Franco en homenaje a Heinrich Himmler, jefe de la Gestapo y ministro de Hitler, que estaba de visita en España se suspendió por lluvia a la muerte del tercer toro… Desde entonces Pepe Luis Vázquez se convirtió en figura del toreo…
José Luis Vázquez Garcés, conocido en el Mundo Taurino como Pepe Luis Vázquez, nació en el barrio de San Bernardo, Sevilla el 21 de diciembre de 1921. Fue hijo de Concepción Garcés y del novillero José Vázquez Roldán, hermano de los matadores Manolo y Antonio Vázquez y de los novilleros Rafael y Juan, padre del matador Pepe Luis Vázquez Silva y nieto del banderillero Francisco Vázquez Vázquez Chico. Pepe Luis a la par de que asistía a la escuela primaria pasaba la mayor parte de su tiempo en el matadero viejo, con su abuelo Rafael Garcés, sargento del ejército en la Guerra de Cuba y portero del Matadero de Sevilla. En aquellos corrales dio sus primeros capotazos a reses de media casta, y, con 14 años, toreó de maravilla un novillo en la finca El Quintillo, en las cercanías de Sevilla en los terrenos donde actualmente se alza la Universidad Laboral.
En 1937 en mayo estoqueó dos novillos en la Maestranza, sólo abierta para un selecto grupo de aficionados sevillanos, con astados de Miura y del marqués de Guadalest, y Pepe Luis lució un traje corto de chaquetilla blanca. Vistió su primer traje de luces rosa y oro, alquilado al sastre Manfredi el 18 de julio de 1937 en Algeciras, alternando con Antonio Mejías Jiménez Antonio Bienvenida y novillos de Juan Gallardo. El 7 de agosto de ese año toreó en la Maestranza junto a Francisco Casado Escalante Paquito Casado, en un espectáculo flamenco-taurino. Los erales fueron de Juan Belmonte. Regresó a la plaza de Sevilla el 29 de mayo de 1938, con Antonio Ponce Titi y Mariano Méndez, completando Pepe Luis una actuación deslumbrante.
Debutó con picadores en la Maestranza el 5 de junio, alternando con Manuel Rodríguez Manolete y Manuel Calderón, con novillos de Gallardo. Se presentó en Madrid el 13 de julio de 1939, alternando con Mariano García y Félix Almagro, que resultó herido de muerte por un novillo de Domingo Ortega. El 9 de julio, cortó dos orejas y un rabo, además de dos patas, en la Maestranza de Sevilla. Repitió en Las Ventas el 23 de julio, tarde en que cortó dos orejas a un astado de Antonio Pérez.
Tras una excelente campaña como novillero, tomó la alternativa en Sevilla el 15 de agosto de 1940, de manos de José Mejías Jiménez Pepe Bienvenida, que le cedió el toro Sabihondo, de Francisco Curro Chica.
Francisco Vega de los Reyes Gitanillo de Triana ejerció de testigo del doctorado.
En las temporadas de 1941 y 1942 lideró el escalafón de matadores, logrando salir en hombros de la plaza de Las Ventas el 18 de octubre de 1942, en la corrida de despedida de Marcial Lalanda y de la alternativa de Juan Mari Pérez Tabernero. Los aficionados vivieron con pasión dos rivalidades taurinas excelentes en esos años: la de Manolete con Pepe Luis, y la de éste con José Martín- Vázquez Bazán Pepín Martín Vázquez. Tiempos de ilusión y de gloriosas expectativas. Pepe Luis no pudo consagrarse entonces debido a la grave cornada que sufrió en Santander el 25 de julio de 1943, y que le desfiguró la cara…
No pudo Pepe Luis regresar a la cumbre del toreo: La historia del torero de barrio de San Bernardo dio un nuevo vuelco en 1951, tras dos grandes faenas en Madrid en Las Ventas, en la revista 6TOROS6 se escribió: “Con 29 años de edad y once de alternativa, cuando Pepe Luis cuajó al sobrero de Castillo de Higares, el 17 de mayo de 1951, el diestro sevillano era mucho más que un diestro veterano. Pepe Luis era, en realidad, un torero de culto. La quintaesencia del arte de torear, el ángel y la gracia, la ciencia y la magia en su más pura expresión. Recién reaparecido y a punto de retirarse casi definitivamente, la faena vino a ser algo así como la culminación de su trayectoria. El canto del cisne de un torero inigualable e inimitable, inteligente en grado sumo, al que no en vano llamaron el ‘Sócrates del toreo’”. De todas las grandes faenas que Pepe Luis hizo en Madrid, en la memoria de los aficionados sólo quedó una con nombre y apellidos, la que le hizo al toro Misionero (al que de manera equivocada también se llamó Gazpacho), sobrero de Castillo de Higares. Y en la revista El Ruedo, el crítico EMECE consideró que la faena había sido una “deliciosa teoría artística”. Y añadió: “Había sido retirado el toro de Bohórquez y se había dado suelta al sustituto, gordo y bien armado. De vuelta del callejón, adonde había saltado, Pepe Luis lo enlazó y lo enceló en su capote. Se vio que le gustaba el toro. Porque, aunque quedó un tanto aplomado en el tercio de varas, embestía sin tirar cornadas. Y entonces el torero de San Bernardo, animándolo desde cerca y con la voz, lo trajo a juego con pases fundamentales lentos y largos y compuso la nueva obra artística con desplantes y adornos de graciosa hechura. Toreo serio y toreo primoroso. Pepe Luis recuperaba de golpe ese sitio que, en su clase de toreo, nadie, sino el propio Pepe Luis, le había disputado.
Está donde estaba. Bueno; mejor que estaba. Esta es la verdad” y en Valladolid, a un toro del marqués de Villagodio y no pudo volver a torear con regularidad.
En la temporada de 1952 sólo toreó una corrida, en Toledo y se apartó desde ese momento de los ruedos. Se casó en Sevilla con la sevillana Mercedes Silva Jiménez, hija de Juan Silva Ortiz, que le dio seis varones y una hija.
Reapareció en 1959 para torear 19 corridas, 4 de ellas en Las Ventas. Hizo su último paseíllo el 20 de septiembre en Madrid, alternando con su hermano Manolo y con Francisco Romero López Curro Romero. En la plaza de Las Ventas actuó en 48 corridas de toros: cortó 12 orejas, la última el 18 de mayo de 1959, 1 menos que en Barcelona y 4 menos que en Sevilla. En el total de su trayectoria intervino en 568 corridas y en 127 novilladas picadas. Con Manolete compartió cartel como matador en 120 ocasiones.
Reapareció Pepe Luis fugazmente en 1959, para despedirse definitivamente de los ruedos ese mismo año, tras dos triunfos importantes en la Monumental de Barcelona y en Madrid. Posteriormente se dedicó a la cría de reses bravas comprando una ganadería que pasó a llamarse Hermanos Vázquez Silva.
Sus hermanos Manolo Vázquez y Antonio Vázquez, así como su hijo Pepe Luis Vázquez, han sido también toreros.
Falleció el 19 de mayo de 2013 a los noventa y un años en el Hospital Nisa de Castilleja de la Cuesta cerca de Sevilla, donde había ingresado una semana antes a causa de una caída en su domicilio. Su deceso fue consecuencia de problemas de salud debido a su edad avanzada….
“Pepe Luis Vázquez ha sido un torero excepcional, y en su línea sevillana de garbo, gracia e inteligencia, acaso el más sobresaliente que ha conocido la afición española de los toros en cualquier tiempo. Su arte cristalino de puro claro, estaba regido por una cabeza serena e inteligente que impidió siempre que intentara nunca más de lo que pudiera lograrse en las faenas, pero nunca puso coto a estos logros, y faenas suyas pueden quedar como ejemplo de hasta dónde ha podido llegar la belleza y la gracia en el toreo y cuál es el límite de la emoción propiamente estética que admite. Todos sus logros artísticos estaban en la línea de la naturalidad y jamás descompuso con una afectación trágica o un patetismo afectado la armonía de su arte”. Cossío
Pepe Luis, nombrado sin apellido, pues así es como siempre le llamaron críticos y aficionados, popularizó la suerte del toreo denominada cartucho de pescado, que consiste en un cite a larga distancia con la muleta plegada en la mano izquierda.
En 1998 el Gobierno de España le concedió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.
El 3 de marzo de 2001 un jurado compuesto por cronistas y aficionados lo incluyó dentro de la lista de los diez toreros más importantes del siglo XX, junto a los siguientes matadores: José Gómez Joselito, Juan Belmonte, Domingo Ortega, Manolete, Antonio Bienvenida, Antonio Ordóñez, Paco Camino, Santiago Martín El Viti y Curro Romero.
El 11 de mayo de 2002 se le rindió un emotivo homenaje en la plaza de Las Ventas de Madrid, colocándose un mosaico de azulejos con el siguiente texto: «Pepe Luis Vázquez Garcés, armonía, belleza y gloria en la Historia de la Tauromaquia». En el mismo acto Ángel Luis Bienvenida hermano de Antonio Bienvenida lo definió con la siguiente frase: «Ha sido la esencia del toreo, lo más puro, profundo y de mayor arte y personalidad que ha existido.»
El 20 de abril de 2003 se inauguró un monumento en su honor en la ciudad de Sevilla, muy cerca de la Real Maestranza, un acto presidido por el entonces alcalde de la ciudad Alfredo Sánchez Monteseirín.
En abril de 2008 recibió el X Premio Nacional Universitario de Tauromaquia Joaquín Vidal, concedido por el Círculo Taurino Universitario Luis Mazzantini, que recogió de manos de su hijo, el también matador, Pepe Luis Vázquez. El acto tuvo lugar en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.
Bibliografía.- José Luis Ramón Carrión-RAdelaH/ J. de Urrutia, Los sustitutivos en el toreo (De Joselito- Belmonte a Manolete-José Luis Vázquez), Madrid, Suces, de Rivadeneyra, 1943/Don Ventura (seud. de V. Bagués), Historia de los matadores de toros, Barcelona, Imp. Castells-Bonet, 1943/G. del Barco, Pepe Luis Vázquez. Vida y arte del torero de San Bernardo, Cádiz, Escalicer, 1944.