- Uno de los álbumes más reconocidos de la historia y el más vendido de la carrera de uno de los rockeros más longevos
- Para José Manuel Sebastián, presentador de Radio 3, no está «entre sus tres mejores» trabajos, pero es «el más influyente»
Se piensa que la inspiración de ‘The Boss’ está en el libro que leyó durante la anterior gira, Born in the 4th of july, la autobiografía de Ron Kovic, un activista antibelicista. De hecho, el disco salió justo un mes antes del Día de la Independencia de Estados Unidos.
Con 30 millones de copias en todo el mundo se convirtió —y sigue siendo— en el disco más vendido de la carrera de Bruce Springsteen, entre los más exitosos de la historia de la música y supone un cuarto de toda su vida profesional como artista en la que alcanzó los 120 millones de álbumes vendidos.
Ya el 9 de mayo de 1984 había salido su primer single, Dancing in the dark, y su correspondiente vídeoclip, que fue el primero que grabó Springsteen, en el que «sube a bailar con él» desde el público una jovencísima Courteney Cox, que «luego se haría famosa con Friends» como Monica Geller, nos cuenta José Manuel Sebastián, presentador de los programas Que parezca un accidente de Radio 3 y Tercera vía de Radio Clásica, que añade la anécdota de que el concierto se detuvo para el videoclip y usar el público como «atrezzo».
El éxito incontestable de un disco icónico
Bruce Springsteen ya había conseguido cierta fama con tres grandes trabajos como Born to run, The river o Nebraska. Para Sebastián. sin embargo, este disco no está «ni entre sus tres mejores», pero sí es «el más influyente y más importante» y el que «le convierte ya en un intocable para el rock americano«.
Es en Born in the U.S.A en el que es capaz de «recoger toda la tradición del rock americano, lo que viene de Dylan, desde que electrifica el folk en el famoso festival de Newport» y continúa ese legado junto a otros como «Elliott Murphy o Tom Petty» como «sucesores de Dylan», pero el que consigue «una manera exclusiva de expresión es Springsteen», cuenta Sebastián.
“Un disco muy inspirado, cercano al pop, muy melódico y una producción muy acorde a la época“
También explica que es «un disco muy inspirado, cercano al pop, muy melódico y una producción muy acorde a la época, se aleja del rock de los 70». «Un ejemplo claro es el single Dancing in the Dark, que era una canción que es la manera en la que Springsteen respondía a lo que estaba haciendo Prince«, añade el presentador de Radio 3 que cuenta era «una canción que no existía, su mánager Jon Landau le dijo que les faltaba un single, que enganche a la gente, con esa línea, ese dibujo de sintetizadores» tan de la época.
Al periodista le parece admirable que consiguiera «sin traicionar esa mirada de rock de clase obrera y de empatía con el desfavorecido, codearse con Madonna, Prince, Michael Jackson… Con todos esos grandes trasatlánticos superventas que había en los años 80″.
Sebastián considera que Nebraska y Born in the U.S.A. son «opuestos en lo sonoro, pero vienen de la misma semilla, del descontento», aunque el primero es un «disco de maquetas, acústico y austero» y el siguiente es «el culmen de lo que sería rock americano en el año 85, con todo lo que supone de producción, complejidad y arreglos«.
Siete de las canciones se convirtieron en singles
El primer sencillo fue Dancing in the dark, pero también Cover me, Born in the U.S.A, I’m on fire, Glory days, I’m goin down y My hometown se convirtieron en singles de este disco, el último salió un año y medio después de la fecha de lanzamiento del álbum.
“Un disco perfecto, no tiene una canción mala“
José Manuel Sebastián recomienda especialmente «I’m going down» porque «es muy bonita», insiste en que es difícil elegir dentro de «un disco perfecto, que no tiene una canción mala, a mí la producción me resulta un pelín comercial, pero no lo digo como algo malo». «Podría decir también My hometown, pero me quedo con I’m going down que es un temazo, una maravilla de canción», comenta el experto de Radio 3.
Una crítica al patriotismo
Era el año 1984, Ronald Reagan se presentaba a la reelección frente a Walter Mondale y en Los Ángeles se iban a celebrar los Juegos Olímpicos. La portada del disco con una bandera de Estados Unidos, el culo de un rockero en vaqueros, camiseta blanca y una gorra de béisbol y una canción llamada Born in the U.S.A. que da nombre al disco. Parecía América en estado puro, como diría un norteamericano que asume que América son solo ellos. Pero no era así.
Bruce Springsteen nunca se alistó como soldado e hizo lo imposible para no ir a la guerra de Vietnam cuando fue llamado a filas. Se dice que llegó a asegurar que tomaba LSD habitualmente para librarse. Su padre tuvo que luchar en la Segunda Guerra Mundial y volvió con estrés postraumático y depresión.
Dos de los referentes de Springsteen, Bart Haynes, el baterista de su primer grupo, y Walter Cichon, un rockero al que idolatraba, murieron en Vietnam. El Boss declaró en una entrevista que muchas veces se preguntaba «¿quién fue en mi lugar? Porque alguien tuvo que hacerlo».
Por todo esto, la canción Born in the U.S.A. está lejos de ser una apología de los Estados Unidos. «Me metí en un lío en mi ciudad natal, pusieron un rifle en mi mano, me mandaron a una tierra extranjera para ir y matar al hombre amarillo. Nacido en Estados Unidos, yo he nacido en Estados Unidos», la traducción de un párrafo y el estribillo recuerda que muchos de los que fueron a la guerra fue porque en aquella época si tenías algún problema con la justicia te daban a elegir entra la condena y el Ejército. Es una reflexión sobre el patriotismo, desde la creencia de que se puede ser crítico con su país y sentirte profundamente estadounidense.
Su implicación en la política y activismo
El propio Bruce Springsteen ha definido Born in the U.S.A. como una de sus «mejores y más incomprendidas canciones». Ronald Reagan quiso hacer suyo ese himno y aseguró que el Boss compartía la visión del sueño americano, pero el cantante quiso dejar claro que «no era así en un concierto al día siguiente de esas declaraciones», asegura Sebastián. De hecho, desde 2004 ha tomado partido por los aspirantes demócratas, desde John Kerry a Joe Biden, pasando por Barack Obama y Hillary Clinton.
Con Donald Trump también ha tenido ciertas polémicas, en 2017 lanzó That’s was make us great (Esto es lo que nos hace grandes), en referencia al lema de campaña del expresidente Make America great again (Hacer América grande de nuevo) y lo llamó «estafador» en una entrevista. El pasado mayo de 2024, Trump calificó de «pirado» a Springsteen.
Lee Iacocca, entonces presidente de Chrysler y conocido por reflotar una de las marcas de coches estadounidenses por excelencia, le pidió utilizar Born in the U.S.A para una campaña publicitaria y Bruce dijo que no, que «eso de que había salvado trabajos era mentira, que había cerrado muchas fábricas para reflotar la empresa y que no le dejaba la canción», comenta José Manuel Sebastián, pero añade que «como se hace mucho en publicidad, se crea una canción ‘que suene a’: la busqué en YouTube y era un plagio bastante descarado, pero Springsteen no quiso darle más importancia». Con el estribillo «Born in America», juzguen ustedes.
Curiosidades del álbum
La canción Dancing in the Dark, que como se ha explicado anteriormente fue una petición de su mánager, Jon Landau, para tener un single con gancho, trata de lo difícil que es componer por encargo e intentar de gustar a las masas. Irónicamente, lo consiguió con creces. Otra curiosidad tiene que ver con el vídeoclip, que está dirigido por el gran cineasta Brian De Palma, además de la aparición de Courteney Cox.
De nuevo su agente se presenta como una persona importante, Cover me es una canción que Bruce Springsteen escribió durante la gira del disco Nebraska para que la cantara Donna Summer, pero cuando Landau la escuchó le dijo que la reservara para un futuro trabajo.
En el single My hometown (mi ciudad natal), aparece la casa de la infancia de The Boss en Freehold Borough, Nueva Jersey. A día de hoy todavía es un lugar de peregrinación de muchos fans.
Bruce Springsteen escribió entre 70 y 90 canciones durante los años que tardó en preparar este disco, de las que eligieron doce que formaron parte del setlist definitivo. Muchas de las demás acabaron como caras B o en álbumes recopilatorios.