Álvaro Filgueira. Suite Información.– Ana Peleteiro comunica con valentía la pérdida de su embarazo
La triple saltadora gallega y medallista olímpica Ana Peleteiro ha compartido este miércoles una de las noticias más duras de su vida: la pérdida del bebé que esperaba. Lo ha hecho como suele afrontar todo en su vida: con una mezcla de crudeza emocional, serenidad y fuerza interior.
A través de sus redes sociales, donde la siguen cientos de miles de personas, Ana ha publicado un texto sincero y conmovedor en el que confirma el desenlace: “La vida no siempre sale como la planeamos. Y esta vez nos ha tocado vivir el momento más duro que hemos vivido nunca. Nuestro bebé no llegará en diciembre”.
La publicación ha despertado una oleada de apoyo tanto desde el mundo del deporte como desde su comunidad de seguidores, que han valorado especialmente la transparencia y el coraje con los que la atleta ha decidido visibilizar el duelo perinatal, un tema que sigue siendo tabú en muchos entornos.
Una atleta que siempre ha hecho de la vida real parte de su relato
Peleteiro no es solo una referencia por su talento deportivo —bronce olímpico en Tokio 2020, campeona de Europa en pista cubierta y actual poseedora del récord nacional de triple salto—, sino también por su capacidad para hablar sin filtros sobre temas personales, sociales y emocionales.
Durante su anterior embarazo, la gallega reivindicó el derecho de las deportistas de élite a conciliar maternidad y alto rendimiento, rompiendo estereotipos que aún pesan en el mundo del atletismo. “Ser madre no es una pausa en la carrera, es parte de ella”, dijo entonces.
Su testimonio actual abre una nueva grieta en ese discurso necesario: el del dolor, la pérdida y el silencio que muchas mujeres deportistas atraviesan en soledad. Ana, en cambio, ha elegido compartirlo y darle nombre.
El deporte como espacio (también) para hablar de duelo
El anuncio de Ana Peleteiro pone sobre la mesa una realidad a menudo invisibilizada: el duelo gestacional y perinatal en el deporte de élite. En una disciplina donde el cuerpo es herramienta de trabajo, la vivencia del embarazo —y, por tanto, su interrupción— tiene un impacto físico, emocional y simbólico profundo.
El calendario competitivo, las expectativas externas, los contratos o las presiones del rendimiento dificultan el acompañamiento y reconocimiento de estos procesos. Por eso, gestos como el de Peleteiro suponen un acto de ruptura con la cultura del silencio. Y, al mismo tiempo, un ejemplo de humanización del deporte profesional.
Numerosas voces del atletismo, el COE, clubes y compañeras como María Vicente, Teresa Errandonea o Blanca Fernández han mostrado su solidaridad con Ana. El mensaje común: “Estamos contigo”.
Una pérdida personal, una reflexión colectiva
Aunque el dolor es suyo, el eco de la noticia trasciende lo individual. Ana ha agradecido el cariño recibido y ha asegurado que se encuentra “fuerte, en paz y con el corazón roto, pero lleno de amor”.
En tiempos en los que las redes sociales están saturadas de imágenes perfectas, su publicación es un ejercicio de honestidad cruda, de visibilidad valiente y de dignidad emocional. Porque como ella misma concluye: “No siempre se puede ganar. Pero siempre se puede seguir adelante”.
Desde Suite Magazine, nuestro respeto y apoyo a Ana y su familia. Su historia, como tantas otras que no se cuentan, merece ser escuchada. También en el mundo del deporte. También hoy.