REDACCIÓN. Francisco José Vico. suiteinformación.- Las Bodegas Toro Albalá con este Don PX vuelven a conseguir una Gran posición con “99 puntos en la guia Parker”. La serie “Convento Selección” son vinos envejecidos y mimados durante generaciones, se han criado en barriles de amontillados para que el vino y la madera se fusionen a través del tiempo y obtener así resultados inigualables.
La forma de embotellado se califica “Convento Selección” por el sistema que antaño empleaban los monjes cistercienses, se clasifican por un sistema de series propias. Toda la elaboración se realiza a mano, siguiendo la Norma Recula de San Benito: “Viviendo del trabajo de las manos”.
Elaboración y esmero
Tras la recolección de la uva en el mes de agosto, con altas temperaturas de hasta 45ºC. viene el proceso de asoleo para elaborar un mosto que después permanecerá un año en reposo, entra en madera y se elabora en la primera semana de septiembre. Después de una pasificación de 9 días y un posterior prensado, se obtiene un mosto con de alto contenido en azúcar qué, tras un periodo de reposo, el mosto se alcoholiza para pasar después a su envejecimiento en botas de roble americano.
Wine Advocate, la revista más importante en el mundo del vino ha comentado sobre Antonio Sánchez: “Idealista, emprendedor, bodeguero con un carácter auténtico, un cerebro brillante de las ideas de Toro Albalá, un inusual en las bodegas de Montilla Moriles”.
Toro Albalá es una bodega familiar con una historia centenaria. Fundada en 1922 donde el paso de los años y el saber hacer han tenido la última palabra. Tiempo, silencio, vinos de añada que expresan la esencia de cada vendimia cuidados como joyas artesanales y únicas. Hoy en día, Antonio Sánchez está al frente de la bodega, reconocida con los mejores premios internacionales y considerada una de las 100 Bodegas de Oro españolas.
Las Bodegas Toro Albalá han apostado por el sistema de añadas para elaborar vinos de carácter único e inconfundibles. Vinos que expresan la esencia de cada vendimia.
Su conocimiento desde la niñez del terroir andaluz y del mundo del vino europeo le perfilaron en un autor clásico con toques modernos. Sus vinos presentan la finura de los Pedro Ximénez y, a la vez, trasportan a universos lejanos con elegancia y exquisitez, donde el tiempo y el buen hacer tienen la última palabra.
Tradición, delicadeza, cariño, investigación y esfuerzo se transmiten en cada botella, como si de historias de vida se trataran. El legado de Antonio Sánchez, inseparable de sus gafas y gran aficionado al coleccionismo y la arqueología, no nos brinda solo la creación de joyas enológicas, sino también, la expresión de una manera diferente de entender la cultura del vino.
Antonio Sánchez es el alma mater de Bodegas Toro Albalá. Químico, enólogo y con una visión diferenciadora del mundo de los vinos generosos andaluces, ha sido un revolucionario desde los años sesenta. Tras formarse en la escuela francesa de Bordeaux, volvió a su tierra para dar un giro de calidad a los Pedro Ximénez de Montilla-Moriles, encontrando su valor único y característico en los vinos de añada.
Nota de Cata
A la vista tiene un color caoba oscuro, con gran densidad que que se aprecia al girar la copa.
En nariz apreciamos un aroma a fruta pasificada, dátiles, orejones y uvas, también aroma a cáscara de naranja, chocolate, café.
En boca tiene una entrada fácil y agradable, dulce, con una acidez muy equilibrada y de gran persistencia. Es como el “néctar de la ambrosia”, un placer para los sentidos.
La añada de este Gran PX es de 1964, tiene un grado alcohólico de 15,5% Vol., se embotella en 75 cl. con una gran presentación, típica de esta bodega.
D. O.P. Montilla-Moriles.
Maridaje
Este Don PX armoniza a la perfección con postres de chocolate negro y con quesos azules.
La temperatura ideal para servir y consumir este vino es entre 12 y 14º.
Artesania
Toro Albalá conserva las tradiciones y cuida hasta el mínimo detalle. Por eso, sus vinos más especiales son engalanados a mano por artesanos que transmiten ese cariño especial en cada botella.
En es bodega el etiquetado se realiza a mano con materiales de alta calidad como papeles naturales y de roble natural.
Las botellas son numeradas y firmadas por el autor que ha cuidado ese vino desde su origen.
A cada botella se le hace un lacrado natural poniendo un sello único con el símbolo de Toro Albalá que certifica su calidad.