Manuel Recio Abad. suiteinformación.- Se cuenta la conversación de dos compadres calés en Sevilla. Uno le pregunta al otro :- Compadre, usted cree en el Más Allá ? La respuesta fue concluyente:- ¿No voy a creer? Si vivo en “Lastresmí”!!!!.
En wikipedia se recoge que: Las Tres Mil Viviendas es un barrio no oficial de la ciudad de Sevilla, compuesto a su vez por partes de seis barriadas pertenecientes al Polígono Sur: Paz y Amistad, Antonio Machado, Martínez Montañés, Murillo, con una superficie total de 145 hectáreas.
El Polígono Sur lo compone un total de 7.000 viviendas, pero en Sevilla está zona es conocida como “lastresmi”. Es este un lugar de hacinamiento en el cual se dio alojamiento en casa propia a familias afectadas por las riadas del año 1961, el terremoto de 1969, procedentes de chabolas y viviendas en ruina del casco histórico de Sevilla, Triana incluida, dando techo a un total de cincuenta mil personas. Se iniciaron los primeros edificios en el año 1970 por el Instituto Nacional de la Vivienda en régimen de alquiler protegido.
Esta zona carga con el estigma de la peligrosidad. Al igual que la parte peligrosa del Bronx neoyorquino se encuentra al sur de la ciudad, paradójicamente lindando con el club Pineda, santo y seña donde se concentra como socios la nobleza y la alta burguesía de Sevilla, campo de golf e hipódromo incluidos. Al igual que el Bronx “Lastresmi” se caracterizan por ser una zona de pandillas y tráfico de drogas. Los clanes y familias gitanas controlan la vida del barrio. Se dice que es un lugar tan peligroso que ni bomberos ni policía nacional quieren acudir y si lo hacen procuran estar el mínimo tiempo posible en él. La existencia de bandas armadas es bien conocida. Los ajustes de cuenta también.
En la pasada madrugada del domingo saltaron las alarmas vecinales. Ocurrió en la zona conocida como barriada de Murillo … dentro de “Lastresmí” ; disparos con armas automáticas que fueron grabados por algunos vecinos en un enfrentamiento entre “Los Caracoleños” y “Los Naranjeros”, que se produjo al parecer tras el intento de asalto a una “guardería” en la que cultivaban y almacenaban marihuana. En este territorio prohibido, una especie de ciudad sin ley en la que la pobreza se mezcla con la delincuencia y el miedo, se pueden originar en cualquier momento hechos y situaciones que mejoran en mucho la ficción de los más afamados trilers.
La problemática tanto social como urbanística que esboza ha sido objeto de estudio replanteando las ideas de Le Corbusier, que era contrario a la formación de calles, construyendo edificios plurifamiliares en altura situados en grandes espacios abiertos destinados a zonas verdes y fines recreativos. Esto hace que hoy, al estar abandonados y sin mantenimiento, parezca un sitio desolador, sucio y polvoriento, descuidado al máximo e inadecuado para ser habitado.
Estamos ante un ejemplo de lo que nunca se debe planificar. Hoy vuelve la escasez de vivienda a ser un problema en toda España. Se promociona y construye anualmente menos de una quinta parte de las viviendas que serían necesarias para satisfacer una demanda de escasos recursos y casi nula capacidad de endeudamiento. Es necesario alejarse de soluciones fáciles de concentración de familias en barrios marginales, de construcción barata similares a este Polígono Sur de Sevilla, donde personas honradas y de buenas costumbres se ven obligadas a convivir con la delincuencia más inadaptada y peligrosa. Soluciones sí, pero bien planificadas.