Álvaro Filgueira. suiteinformación.- El término «fodechinchos» ha resurgido con fuerza en Galicia, especialmente en las Rías Baixas, donde la llegada masiva de turistas madrileños durante el verano se ha convertido en un fenómeno que genera tanto humor como tensiones. Este mote, aunque recientemente popularizado, tiene sus raíces en los años 70, cuando comenzó a usarse para referirse a los turistas madrileños que llegaban en masa y agotaban las existencias de jureles —conocidos como «chinchos» en esta región— en los mercados locales. El término combina el verbo gallego «foder», que significa «joder», con «chinchos», reflejando el enfado de los lugareños que veían cómo los turistas «jodían» sus reservas de pescado.
Un fenómeno que trasciende lo anecdótico
La expansión del término «fodechinchos» va más allá de su origen gastronómico, representando una crítica a ciertos comportamientos percibidos como insensibles por parte de los turistas. Hoy en día, se utiliza para describir a aquellos visitantes que, según la percepción local, no respetan la cultura gallega o alteran significativamente la vida en las zonas turísticas. Este resentimiento no es exclusivo de Galicia; en muchas otras regiones turísticas, la relación entre locales y visitantes puede tensarse cuando los turistas parecen ignorar o subestimar las normas y costumbres locales.
¿Humor o desdén?
El uso del término ha dividido opiniones. Algunos gallegos lo ven como una expresión de su tradicional retranca, esa ironía fina y mordaz que caracteriza al humor gallego. Otros, sin embargo, consideran que «fodechinchos» es un término cargado de un desprecio que roza el clasismo, especialmente dirigido hacia turistas de Madrid. Este término, a veces usado con ligereza en las redes sociales, no solo describe a los turistas que causan molestias, sino que también encapsula un sentimiento más amplio de rechazo a la turistificación y sus efectos en las comunidades locales.
Reacciones y debate
El impacto de esta palabra ha llegado incluso a la esfera política. Se dice que Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, no ve con buenos ojos el uso de «fodechinchos», mientras que Alberto Núñez Feijóo, ex presidente de la Xunta de Galicia, se toma el término con humor, entendiendo su uso dentro del contexto de la cultura gallega. Esta diferencia de opiniones refleja el complicado equilibrio entre la hospitalidad gallega y la defensa de su identidad cultural frente a la creciente presión turística.
En resumen, «fodechinchos» es mucho más que un simple apodo para los turistas. Es un reflejo de las tensiones que pueden surgir cuando el turismo de masas choca con las tradiciones y el modo de vida local. Aunque nace del humor y la retranca gallega, el término abre un debate necesario sobre cómo mantener un equilibrio justo entre el crecimiento del turismo y la preservación de las comunidades locales en Galicia.