“Imitar es suicidarse”, así de sencillo y claro lo dijo Ralph Waldo Emerson. En realidad, deberíamos tener miedo a ser iguales, no a ser diferentes. La diferencia nos hace únicos, irrepetibles y valiosos mientras que la normalización de los pensamientos, deseos y comportamientos implica que en algún punto del camino hemos perdido nuestra libertad para decidir y pensar por nuestra cuenta. Implica que en algún momento tiramos la toalla, dejamos de perseguir nuestros sueños y alzamos bandera blanca entregando en prenda nuestra autenticidad.
Por desgracia, ser diferente no siempre se percibe como algo positivo o valioso porque en muchos casos implica quedarse excluido del grupo. Los mecanismos de presión grupal suelen ser demoledores si no tenemos una autoestima a prueba de balas y una autoconfianza bien cimentada. Si no es así, el deseo de pertenecer al grupo y de que los demás nos acepten, puede ganarle la batalla a la necesidad de brillar con luz propia.
“Cada vez que te encuentres del lado de la mayoría, es tiempo de hacer una pausa y reflexionar” – Marc Twain
“La persona que sigue a la multitud normalmente no irá más allá de la multitud. La persona que camina sola, probablemente llegará hasta lugares donde nadie ha estado antes” – Albert Einstein
“En nuestra sociedad lo opuesto al coraje no es la cobardía sino la conformidad” – Rollo May
“La recompense por la conformidad es gustarle a todo el mundo excepto a ti” – Rita Mae Brown
“Sé quién eres y di lo que sientes, porque aquellos que se molestan no importan y los que importan no se molestarán” – Fritz Perls
“La libertad no significa nada, a menos que signifique la libertad de ser diferente” – Marty Rubin
“El mayor logro en la vida es ser uno mismo, en un mundo que está constantemente tratando de hacerte alguien diferente” – Ralph Waldo Emerson
“Mientras más alto volamos, más pequeños parecen los que no pueden volar” – Friedrich Nietzsche.