La historia del conocimiento y de la ciencia va asociada, sin lugar a dudas, a España; por una razón fundamental: el descubrimiento del Nuevo Mundo y la consumación de la primera vuelta al orbe a cargo de Elcano y sus hombres. Las narraciones del viaje y la difusión de los nuevos datos geográficos y etnográficos cambiaron el horizonte mental de la época. El Imperio se hizo grande. Y para administrar esa grandiosidad era precisa la creación de una estructura, la aplicación de unos conocimientos, la necesidad de ahondar en el estudio de todas las ramas de las ciencias.
A Felipe II le correspondió tal labor y así en el siglo XVI España fue la promotora de todo un movimiento técnico-científico del que es heredera Europa.
Como breve resumen enunciaremos:
La Monarquía Hispánica fue la creadora de todo un cuerpo de leyes que formaron el sustento del Derecho Internacional y de los Derechos Humanos, como queda demostrado en las Leyes de Indias.
La necesidad de construcción de fortificaciones en el Imperio, ante el ataque de los piratas ingleses y holandeses, originó un desarrollo de la ingeniería y la arquitectura. Se fundó la ingeniería militar como ciencia que se desarrollaba en combinación con la arquitectura para facilitar la instalación de piezas de artillería.
La necesidad de acuñar moneda para realizar las transacciones comerciales alrededor del mundo, obligó a la construcción de la Casa de la Moneda, reconocida como uno de los edificios de arquitectura industrial más antiguos de Europa, obra de Juan de Herrera.
Trazado de caminos y rutas en el Nuevo Mundo para comunicar lugares, con posadas de descanso en el trayecto; así nacen los Caminos Reales, que agilizaron el transporte de materiales y, por supuesto, el asentamiento de poblaciones.
Desarrollo de la gramática, tras la publicación de Nebrija. Pero no solo del castellano, sino de las lenguas amerindias de los territorios conocidos, que fueron traducidas con sus explicaciones fonéticas. Todo ello debido al trabajo de los religiosos, que para evangelizar debieron aprender las lenguas nativas.
La cartografía fue desarrollada de manera técnica en España. Cada descubrimiento iba asociado a la intervención de un número considerable de científicos que debían plasmar los datos en mapas y escritos, fundándose el Padrón Real. La Casa de Contratación tenía un gran número de cartógrafos y navegantes, archiveros, redactores y conservadores de actas, administradores y otras personas involucradas en la producción y gestión del Padrón Real. Era toda una ciencia en la que se involucraban de manera seria todos aquellos que intervenían hasta su definitiva confección.
La ciencia médica estudiada en las Universidades cuyos estudios en las Indias estaban reglados y equiparados a los que se realizaban en la península. La cátedra de educación médica fue la de Prima de Medicina creada por Alfonso X en 1252 en la Universidad de Salamanca, que dio lugar a las Vísperas, Método y Anatomía. Ese sistema se llevó a las Indias, donde permitió la construcción de una red de hospitales desde fecha muy temprana. Los Reyes Católicos encomendaron en 1503 a Nicolás de Ovando, gobernador de La Española (Santo Domingo en la actualidad) “construir un hospital en cada pueblo” donde se “acojan y curen así los cristianos como los indios”. Esa sensibilidad hacia los nativos no era solo el resultado de la fe religiosa, sino del auge de la cultura y ciencia españolas en el siglo XVI. El resultado fue que entre 1500 y 1550 se crearon 25 grandes hospitales, y muchos más pequeños.
Podríamos extendernos sin límite sobre la vanguardia científica española y de la que sacó provecho toda Europa, gracias al ímpetu y la inquietud de los españoles y de la Monarquía Hispánica.
El resultado es que España creó más bienes culturales reconocidos como Patrimonio de la Humanidad, más ciencia y desarrollo económico y social en su imperio que ningún otro país europeo de las edades moderna y contemporánea. Y esto es un hecho tangible, palpable y documentado